Cambio Climático: una carrera contrarreloj por salvar el planeta
Tras el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, los países llaman a tomar acciones para proteger el planeta.
Luego de que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), lanzó el mayor aviso sobre los peligros del Cambio Climático y los efectos irreversibles, ya se la ha atribuido mucha más atención.
El informe que fue publicado por este comité de expertos, alerta que la subida de 1,5ºC de la temperatura media global “provocará un clima extremo generalizado“. Y al mismo tiempo, traería muchas consecuencias como lo es el deshielo en el Ártico y el Polo Norte.
Sin embargo, el IPCC abrió la puerta a la esperanza, ya que aseguraron que es posible mantener una temperatura adecuada mientras que se reduzcan los gases de efecto invernadero.
El futuro depende de las acciones humanas
Entre los países que corren mayor peligro debido a la región en la que se encuentran situados está España, por su ubicación en la zona del Mediterráneo. Según estudios realizados, corresponde a uno de los puntos del planeta en los que más afectará el Cambio Climático y la sucesión de fenómenos extremos.
Toda el área mediterránea vivirá en las próximas décadas un aumento de la aridez, periodos de sequías y temperaturas extremas, condiciones cada vez más propensas para que se den grandes incendios.
En enero de este mismo año arrasó la tormenta Filomena por toda España, que vino acompañada de una ola de frío que se alargó una semana.
También las inundaciones en la zona mediterránea que dejaron 13 muertos en 2020 son muestra de los cambios extremos.
Por otro lado, un informe de la ONU dejó en claro que los países pertenecientes a este lado del continente y España en particular, padecerán grandes transformaciones.
El estudio plasmado en el comunicado fue elaborado por 234 autores de 66 países, reconociendo que la reducción de emisiones no tendría efectos discernibles en la temperatura global hasta pasadas unas dos décadas.
Aunque los beneficios en la contaminación atmosférica se notarían antes, en cuestión de pocos años. Un mayor calentamiento global podría provocar que todas las regiones experimenten cada vez “más cambios simultáneos y múltiples” en los factores de impacto climático.
En España, los últimos eventos de lluvias torrenciales con víctimas mortales se han producido en núcleos urbanos que han crecido sobre antiguas ramblas, barrancos, albuferas o llanuras de inundación.
Por ello, los líderes de distintos campos de la esfera pública en España han empezado a manifestarse al respecto, reconociendo que es un gran problema y se requieren soluciones.
El Banco de España aseguró que los bancos centrales están incorporando el Cambio Climático y la sostenibilidad a sus agendas de trabajo, aunque ha recordado que son los gobiernos los que necesariamente deben liderar esta lucha.
Así lo reitera en un artículo analítico, en el que incide en que las entidades bancarias pueden desempeñar un papel relevante como catalizadores y “liderar con el ejemplo” para contribuir a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
Es turno del Estado
Aunque el experto climático, Fernando Valladares, compara el objetivo del 23% de reducción de emisiones de la ley española con otras normativas europeas.
A su juicio, la norma “ha nacido 10 años tarde y muy corta de ambiciones“, pasando por alto todos los factores que ejercen gran influencia al momento de formular un proyecto de ley.
Esto sin tomar en consideración que el grado de polarización en España impide el logro de consensos entre los partidos.
En mayo del presente año, por primera vez, España estableció una ley de Cambio Climático propia, luego de que el Congreso aprobara la norma. En ella dicta que el país dejará de emitir gases de efecto invernadero en menos de tres décadas.
Para ello dirá adiós a la venta de coches diésel y gasolina en 2040, modificará el sistema eléctrico para que sea 100% renovable y prohibirá la explotación de hidrocarburos, entre otras medidas.
Esta norma, poco a poco, cambiará la forma de vivir, de producir y hasta el paisaje de España.
La Ley de Cambio Climático fue aprobada con el apoyo de la mayoría de los grupos, la abstención del PP y de Más País-Verdes Equo y el rechazo de Vox. Distintos funcionarios alegaron que “es una ley que España necesitaba y que se había postergado demasiado tiempo“.
Por lo tanto, su objetivo fundamental es que España sea neutra en carbono en 2050.
Entre medias, en 2030 deberá haber recortado al menos un 23% de sus gases de efecto invernadero respecto a 1990; y la penetración de energías renovables deberá ser de al menos el 42% en el consumo de energía.
Mientras que en el sistema eléctrico la generación será, por lo menos, un 74% de origen renovable. Unos objetivos que deberán ser revisados en 2023.