La interseccionalidad en el Feminismo: origen y evolución
La interseccionalidad en el Feminismo ha contado con un origen emancipador para las mujeres, pero una distorsión durante su evolución, ha truncado ese objetivo.
La interseccionalidad se ha convertido en un enfoque importante en la teoría feminista contemporánea desde su aparición como concepto.
Desde sus inicios, han surgido una serie de definiciones teóricas que recibieron diversas criticas. No obstante, tales discusiones permitieron resolver algunos dilemas y avanzar con aportes que ahora son llamados el “mainstream” de los estudios de género y la teoría feminista.
Muchos han utilizado el concepto o reivindicado la perspectiva interseccional para su forma de abordar sus análisis políticos y sociales, precisamente por la falta de un lenguaje común a partir del cual articular sus diferentes visiones y reivindicaciones… Tomeu Sales Gelabert.
La interseccionalidad
La investigadora y activista Patricia Merino explica que el concepto “designa la interrelación existente entre diversos ejes de desigualdad como clase social, edad, raza o etnia, género, orientación sexual, etc. de manera que podamos comprender cómo interactúan esas formas diversas de discriminación y de violencia que concurren en las personas según su condición y su posición en la sociedad”.
Una mujer blanca padece problemas por su género, pero una mujer latina, indígena o negra tiene que lidiar con las opresiones de raza, clase y género, afirma Merino.
Orígenes del término
Algunas investigaciones datan el nacimiento del término con algunas mujeres feministas negras tales como Anna Julia Cooper, que en el siglo XIX conceptualizaron este tema antes del ensayo jurídico de Kimberlé Crenshaw.
En 1989, la profesora de derecho Crenshaw colocó el término interseccionalidad en su trabajo académico para desarrollar “una crítica explícita de las realidades que afectan a las mujeres, específicamente a las mujeres negras.”
Crenshaw definió la interseccionalidad como “el fenómeno por el cual cada individuo sufre opresión u ostenta privilegio con base a su pertenencia a múltiples categorías sociales“.
El análisis de Crenshaw indaga y muestra las formas de opresión que se entrecruzan y que afectan en la vida de las mujeres negras, tanto por su raza como por su sexo. Fue el razonamiento académico de Crenshaw el que impulsa la teoría de la interseccionalidad.
Crenshaw criticó lo que describió como “el análisis de un solo eje que asume que la raza y el sexo son categorías mutuamente excluyentes en la vida de las mujeres negras”.
No obstante, en la actualidad algunas definiciones en la teoría de la interseccionalidad, contradictoriamente, no incluyen a las mujeres y ni a las niñas.
ONU Mujeres
Algunos estudios consideran que a través del análisis de Crenshaw se ha llegado actualmente a la denominación de feminismo interseccional. En julio de 2020, ONU Mujeres publicó un artículo en el que se define el feminismo interseccional de la siguiente forma:
“El feminismo interseccional centra las voces de quienes experimentan formas de opresión superpuestas y concurrentes para comprender la profundidad de las desigualdades y las relaciones entre ellas en cualquier contexto. Utilizar una lente interseccional también significa reconocer los contextos históricos que rodean un tema.
Largas historias de violencia y discriminación sistemática han creado profundas desigualdades que perjudican a algunas personas desde el principio. Estas desigualdades se entrecruzan entre sí, por ejemplo, la pobreza, los sistemas de casta, el racismo y el sexismo, negando a las personas sus derechos y la igualdad de oportunidades. Los impactos se extienden a través de las generaciones”.
Es llamativo ver cómo la ONU Mujeres, siendo una organización que profesa la defensa mundial de la igualdad de género, no incluye el término “mujer” en su concepto de feminismo interseccional, no refiere a las mujeres ni a las niñas.
En este sentido, la especialista en Estudios de la Mujer, Género y Sexualidad, Raquel Rosario Sánchez, en su estudio “La Interseccionalidad Secuestrada” indica que el “Feminismo interseccional” representa una etiqueta inclusiva que se utiliza indistintamente para significar también “feminismo liberal”, “feminismo de la tercera ola”, “feminismo hegemónico”, “feminismo posmoderno” y, porque la gran mayoría de la población no es teórica de los derechos de la mujer: feminismo.
Una intersección de sistemas opresivos
…parece que, al mismo tiempo que ha ido ganando terreno de forma lenta pero segura en la sociedad en general, la teoría de la interseccionalidad ha sido secuestrada para incluir los privilegios y opresiones de todo el mundo, excepto los que afectan a las mujeres que abogan por los derechos basados en su sexo. Raquel Rosario Sánchez.
Ante esta controversia, es importante aclarar que Kimberlé Crenshaw no tuvo la intención de excluir a las mujeres que defienden su sexo del prisma global que ofrece su análisis teórico.
Por el contrario, Crenshaw admite que ha habido “distorsiones” de su propósito y advierte a quienes utilizan su herramienta analítica que nunca quiso que se convirtiera en “una política de identidades con esteroides”.
De allí que la especialista Sánchez plantea que “tal vez porque las <feministas interseccionales> no quieren respetar sus intenciones, y en cambio prefieren proyectar sus propias reinterpretaciones de esta teoría, en contraposición a lo que Crenshaw realmente quiso decir”.
Desvirtuar este contenido no hace mas que llevar a las mujeres al campo opresivo del patriarcado, el imperialismo, el racismo y el colonialismo.
Por ejemplo, es posible ver en televisión hablar de feminismo y mostrar en la mayoría de los casos imágenes estereotipadas de una mujer blanca de clase media. Por el contrario, escasamente se ve mujeres afrodescendientes o de otra clase social en el movimiento feminista.
Falta de consenso
Debido a que no existe un acuerdo respecto a la definición de los conceptos teóricos básicos, la interseccionalidad ha sido distanciada de considerarse un paradigma científico.
No hay consenso en el significado de la “intersección”, de las diferentes “categorías sociales o divisiones sociales” que interactúan, ni en la perspectiva metodológica a seguir para analizar dichas intersecciones”. Tomeu Sales Gelabert.
Ahora bien, los diferentes enfoques tiene un consenso básico dentro del discurso de interseccionalidad y radica en que aceptan que “la realidad social es relacional, que se dan diferentes relaciones de poder que localizan a los individuos o grupos sociales en un determinado eje de poder y que esta localización explicaría la situación de opresión que viven estos individuos o grupos”, afirma Sales.