Película “Rebelión en la Granja”: un reflejo de la naturaleza humana
Rebelión en la granja es una película de animación basada en la novela homónima de George Orwell escrita en la Segunda Guerra Mundial.
Rebelión en la granja (1954) es una película de animación basada en la novela homónima de George Orwell, la cual fue escrita durante la Segunda Guerra Mundial. Su historia gira en torno a una granja cuyo propietario es un cruel granjero llamado Jones. Este maltrata a los animales y les hace trabajar hasta que se quedan sin fuerzas.
Un día, los animales, cansados de las aberraciones que están sufriendo, deciden derrocar al despiadado Jones iniciando una revolución. Desean un mundo mejor en el que los humanos no dirijan sus vidas, de modo que logran proclamar una pequeña república.
Ahora bien, cabe preguntarse en el contexto de la película ¿por cuáles razones sociales y políticas ocurre el levantamiento en la granja? Los actos de sublevación en contra del señor Jones fueron motivados por la forma en que este explotaba a los animales privándolos cada vez más del alimento necesario para su subsistencia.
Todo ello acompañado de más trabajo y peores condiciones para las bestias de la granja. También las condiciones en las que vivían los animales eran deplorables, no poseían las comodidades básicas necesarias para aguantar los embates de los crudos inviernos.
Por otra parte, también existe una evidente razón política, la misma consistía en que tras el levantamiento de los animales, estos pudieran deshacerse del señor Jones y así obtener el control absoluto de la granja sin ninguna intervención humana. Estaría bajo su control la productividad no sin antes organizarse políticamente en torno del liderazgo de Snowball.
Desde el principio el mismo Snowball no fue consciente de las movidas conspirativas de Napoleón tras sus espaldas. Tal desconocimiento de la situación traería como consecuencia el destierro de Snowball.
El liderazgo de Snowball fue fundamental para la victoria de los animales sobre el régimen de explotación del señor Jones. Vendría siendo como el Trotsky de los animales, fungiendo como líder militar y movilizando tácticamente a las bestias en contra del granjero Jones.
Snowball logró que la productividad y el nivel de vida de la granja mejorasen con trabajo conjunto y una justa distribución de las cosechas entre sus habitantes.
Para entonces el auge de la “Granja de los animales” fue tal que en un relativamente corto periodo de tiempo podrían permitirse el uso de electricidad para el alumbrado de sus espacios y la calefacción en épocas de invierno.
Pero este estado de cosas no estaba exento del juego político sustentado por las intrigas y la búsqueda del poder por el poder mismo. El cerdo Napoleón siempre vio con recelo el liderazgo de Snowball. Napoleón se las ingenió para desplazar a Snowball del poder a través del uso de la fuerza y la difamación.
Tras la última batalla en la granja, Napoleón adopta y entrena a un grupo de cachorros que más adelante al crecer seguirán sus órdenes y servirán de fuerza represora en la granja. Napoleón, con su “guardia pretoriana” desafía el liderazgo de Snowball, desterrándolo para siempre de la vida en la granja.
De esta forma Napoleón obtiene el poder contando con un elemento decisivo para su consolidación en el poder, la violencia represora e intimidatoria. A todas estas ¿En dónde reside el poder del partido político dominante y bajo cuál esquema estratégico se mantiene ejerciéndolo?
Al haber expulsado al señor Jones de la granja, los animales encaminaron su conducta de acuerdo a unas normas que para ellos eran fundamentales, dichas normas son:
- Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo.
- Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es amigo.
- Ningún animal usará ropa.
- Ningún animal dormirá en una cama
- Ningún animal beberá alcohol.
- Ningún animal matará a otro animal.
- Todos los animales son iguales
Tras la consolidación de Napoleón en el poder, Los cerdos pasaron a convertirse en la clase dirigente que rige el destino de los animales que habitaban la granja. Logran obtener dicho poder dada su mayor fluidez intelectual en comparación al resto de los animales.
Los cerdos se valen, en un primer momento, de la represión para someter a los demás animales, aquí los perros cumplen dicha función. También hacen uso de medios de comunicación, dichos medios se manifiestan a través de palomas mensajeras que llevan noticias a los cerdos líderes y demás animales de las granjas vecinas.
Los cerdos, que es la élite de la granja, apertura el comercio con los que originalmente eran considerados enemigos, los humanos. El comercio, más que una actividad para el beneficio de los anímale de la granja, servía para que las cúpulas políticas disfrutasen de los lujos que no se les permitían a los demás animales dada su condición, según los cerdos, intelectualmente “inferior”.
Poco a poco las leyes que rigen la vida en la granja van hacer modificadas por la clase dirigente, tales modificaciones llegan a contradecir los principios originarios de la revolución animal. Las nuevas leyes dictadas por Napoleón serían las siguientes:
- Ningún animal dormirá en una cama con sábanas
- Ningún animal beberá alcohol en exceso
- Ningún animal matará a otro animal sin motivo
La degeneración moral de los cerdos fue tal que de manera progresiva empezaron a adoptar conductas humanas e incluso su mismo estilo de vida. La brecha entre humanos y cerdos se volverían casi nula.
Por otra parte, la labor del comercio en la granja tiene como fin obtener artículos de uso y consumo que no es posible conseguir en la granja. Los artículos adquiridos como productos del comercio son en su mayoría de lujo.
Es decir, solo un reducido grupo de dirigentes hacen uso y disfrute de dichos productos, el resto de los animales de la granja debe conformarse con las extremadamente limitadas raciones que le proporciona la dirigencia por sus trabajos.
Los cerdos fueron los únicos en dar propuestas y en opinar. La inteligencia de los cerdos les permitió imponerse sobre la voluntad del resto de los animales llegando incluso a ostentar lujos y beneficios por su calidad de animales “superiores” o élite.
Por otra parte, el papel político del caballo Boxer consiste en que este representa la imagen de aquel proletariado fuerte, vigoroso y siempre orgulloso del trabajo con miras hacia el progreso colectivo.
El burro Benjamín representa al intelectual proletario que observa que sucede a su alrededor, teniendo conciencia de la problemática social, pero sin tomar cartas en el asunto y siempre teniendo un papel pasivo ante las adversidades.
De esta forma Orwell crea una metáfora, una alegoría y también una parodia. La historia de la granja parece por momentos una fábula, pero es demasiado cruda, demasiado real, demasiado teñida por la desesperanza.
El autor fue un ferviente socialista, pero su posición política no lo cegó frente a la autocrítica de la izquierda de entonces, y por eso tuvo la lucidez y el coraje de proponer una mirada crítica sobre este proyecto fallido debido a la cultura capitalista.
Las situaciones muestran lo absurdo de nuestra realidad, la insensatez de las cosas que pasan bajo los gobiernos y que, a fuerza de ser cotidianas, ya no nos sorprenden: las noticias de los periódicos se han vuelto rutinarias y nadie parece notar la dimensión trágica que muchas de ellas en realidad tienen.