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Las 5 claves que explican el miedo del PSOE a Yolanda Díaz

Díaz se perfila como un elemente dentro del escenario político, capaz de lograr niveles de negociación y de acercamiento político nunca vistos en la historia reciente de España

El PSOE ha encendido las alarmas por el riesgo de ser superados por la ministra de trabajo, Yolanda Díaz, en el siguiente ciclo electoral, a tenor de lo que marca la tendencia de todas las encuestas.

De ahí que, a partir de ahora la agenda política pactada por las dos fuerzas políticas, dejará de ser una brújula para el gobierno para convertirse en un elemento de disputa en base a los intereses políticos de los de Pedro Sánchez, que cumplirán si desgastan lo suficiente la figura de Díaz para que puedan aparecer ellos como los responsables de su aplicación.

Coherencia política

Díaz, cuenta con un largo pasado de militancia y la vitola de “radical” por parte de sectores de la derecha. Sin embargo, tras tomar posesión de su investidura ministerial ha impulsado cinco grandes medidas, todas ellas concertadas estratégicamente con los sindicatos y con la patronal.

Todo ello, sin abandonar su histórica posición respecto a la necesidad de transformar los esquemas económicos neoliberales que imperan en España. Es una gesta encaminada a favor de una óptima distribución de la riqueza, tomando en cuenta el factor humano más que el empresarial.

Su posición rupturista le ha hecho ganar el respeto y la confianza de sus compañeros de militancia, al punto de proyectarse en la actualidad como posible candidata a la presidencia del gobierno español, siendo al mismo tiempo la funcionaria mejor valorada de todo el gobierno central.

Perfil institucional

Asimismo, en su ejercicio político e institucional, Yolanda Díaz ha demostrado un racional manejo de las relaciones con distintos sectores de la sociedad, sobre todo respecto al ámbito económico. Su posicionamiento político-ideológico no le ha impedido emprender la búsqueda, en reiteradas ocasiones, de la concertación sectorial.

Díaz se estrenó en la cartera de trabajo con una línea eminentemente política, reconociendo la “lucha por las libertades” de los sindicalistas como su padre, histórico de Comisiones Obreras en Ferrol, asegurando que sabía “de qué lado estar”, esto en función de la militancia comunista que la acompañó desde niña.

Se trata de una de las pocas personalidades políticas de la izquierda, que ha tenido importantes éxitos a la hora de reunirse con sectores opuestos ideológicamente, sin tener la necesidad de relajar sus convicciones políticas.

Este hecho ha llevado a perfilar a Díaz como un elemento dentro del escenario político español, capaz de lograr niveles de negociación y de acercamiento político nunca vistos en la historia reciente de España, sobre todo, en una actualidad donde la derecha ha tratado en repetidas ocasiones sembrar el germen de la secesión y la disgregación social.

Es de notar el claro discurso rupturista de Yolanda Díaz consecuente con las necesidades de cambio social, sin embargo, en su praxis se ejecuta un conjunto de estrategias para materializar eficazmente una agenda transformadora en los mismos cimientos del sistema.

Carisma

Sin embargo, el aparato mediático auspiciado por el Régimen del 78 y los reductos franquistas, articulan matrices de opinión contra la Vicepresidenta Segunda del Gobierno y ministra del Trabajo, Yolanda Díaz. Dentro del actual contexto político de España, la figura de Díaz se posiciona de cara a las próximas elecciones presidenciales.

En consecuencia, la derecha procura frenar el sólido avance en un intento de crear un ambiente de crispación política contra la imagen de la actual líder de Unidas Podemos. En este sentido, el conservadurismo español ha iniciado una campaña de desprestigio, el cual tiene como telón de fondo la ampliación del espacio político derechista.

De esta manera, la derecha ejerce la continuidad de una praxis política que la ha caracterizado en el tiempo por medio de discursos hostiles, que denotan un intento de normalización del odio. Todo ello ante la ausencia de una agenda política coherente que pueda movilizar voluntades por medio de la razón en vez de la emocionalidad y el rencor.

Los actuales herederos del franquismo a través de las cámaras empresariales y los medios de comunicación alineados a sus intereses, han llevado a cabo una serie de señalamientos contra la ministra Yolanda Díaz, los cuales van desde críticas abiertas a su posicionamiento ideológico, hasta absurdas críticas referente a su apariencia, gestos y costumbres personales.

La mayoría son fijaciones mediáticas que poco o nada tienen que ver con el acontecer político de España o con sus atribuciones como funcionaria de gobierno. Los medios de comunicación han visto en Díaz una clara amenaza que debe ser neutralizada.

Conquista de la mayoría social

Yolanda Díaz es la líder política mejor valorada en España, los recientes estudios estadísticos del CIS dan fe de ello. Según los últimos estudios realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, es la dirigente mejor valorada por los españoles, obteniendo una nota referencial de 4,6 puntos.

Díaz supera así al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el cual saca un 4,5, y a Íñigo Errejón (Más País), que también llega al 4,2, en la pregunta mensual sobre valoración de líderes políticos del barómetro del CIS.

El posicionamiento de Yolanda Díaz se debe al estilo de su praxis política, la cual parte de la premisa que la sociedad necesita certidumbre y apartar los conflictos. Con base en eso, propone una manera distinta de llevar los asuntos públicos.

La ministra ha demostrado más habilidad para el diálogo que el exlíder de la coalición. Algo que se ha visto trasladado en los acuerdos cerrados con patronal y sindicatos, a excepción de los reales decretos de igualdad de género, la ministra ha conseguido firmas en todo lo referente a los Ertes, al teletrabajo y, más recientemente, a la regulación de los “riders”.

Díaz quita votos al PSOE. Fuente internas del partido son conscientes de este hecho gracias a las encuestas internas que manejan. Díaz es la ministra de Unidas Podemos que tiene mejor imagen entre el votante del PSOE. Es decir, una futura competidora electoral potencialmente más fuerte que Iglesias y eso comienza a asustar entre los socialistas.