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VOX “apoya” a los dos frentes en Cádiz como nueva agenda de crispación

El apoyo de Vox a los trabajadores movilizados por sus derechos contrasta radicalmente con otras posiciones conservadora de carácter clasista y antiobrerista que ha tomado.

El partido derechista VOX, ha comenzado a asumir una aparente posición de respecto a la huelga de los trabajadores del sector metalúrgico en Cádiz. La organización política conducida por Santiago Abascal se cubre bajo un ambiguo manto obrerista.

La formación de ultraderecha este martes 25 de noviembre criticó abiertamente al ministro del Interior por la represión contra los trabajadores y, asimismo mostró su “repudio” por los choques de los obreros y estudiantes contra la Policía.

Tal situación contrasta notablemente en el marco de lo acontecido durante el 2020 en el congreso, donde el partido de Abascal se mostró menos comprensivo con los trabajadores, al negar su apoyo a una votación de los Diputados que buscaba declarar la industria de la Bahía de Cádiz y Algeciras como sector estratégico, y dotarla de carga de trabajo.

Paradójicamente, VOX pretende sumarse a las convocatorias de los sindicatos policiales Jupol y Jucil ante delegaciones y subdelegaciones del Gobierno contra la reforma de la llamada “Ley Mordaza”, como preámbulo a la manifestación del sábado próximo.

Eso quiere decir que Abascal desfilará junto a aquellos que ha calificado de “represores“. En el marco de las protestas de Cádiz, los derechistas han acusado al Gobierno de utilizar medidas “más contundentes” contra trabajadores “desesperados” que contra quienes cruzan las fronteras españolas o contra los separatistas catalanes.

De igual forma, durante la jornada de movilizaciones del martes 25 de noviembre, Abascal subió a sus redes sociales la siguiente frase sobre los trabajadores del metal en Cádiz: “En lugar de escuchar sus demandas, Marlaska ofrece abandono y represión“.

Mientras los informativos mostraban la controvertida tanqueta policial, Abascal consideraba esas imágenes “retratan la traición de la izquierda a los trabajadores“. El polémico derechista continúa comentando que “la única solución posible es la reindustrialización de la Bahía y la protección de los trabajadores”.

El líder de VOX añade que “han arrojado sus banderas al suelo y ahora solo les ofrecen colorines, discursos snob, agendas contrarias a sus intereses y represión. Contra el abandono, la única solución es la reindustrialización“, concluía en la red social twitter.

El apoyo de VOX a los trabajadores movilizados por sus derechos contrasta con otra decisión parlamentaria de la formación ultra. También en diciembre de 2020, los de Abascal fracasaban en el Congreso en su intento, junto al PP, de criminalizar los piquetes.

En este sentido, VOX no solamente quería mantener el controvertido artículo 315.3 del Código Penal, sino que procuraba incrementar las penas de cárcel para los trabajadores que coaccionasen a otros para continuar una huelga. Esto traería como consecuencia inmediata el endureciendo el castigo con penas de prisión mínimas de dos años y medio, que podían llegar hasta los cuatro años y medio.

Este mismo martes, al mismo tiempo que Abascal decía apoyar a los obreros, el diputado de VOX Víctor González Coello de Portugal, comparecía en el Congreso, en una intervención muy aplaudida por los miembros de su facción conservadora, mostrando su “solidaridad” con “el joven motociclista que murió ayer estampado por un camión parado por un piquete“, así como “con las familias de los policías y las policías que fueron atacados“.

Coello de Portugal también ha expresado su “repulsa” a los que “confunden la defensa de su puesto de trabajo con una lucha o con la guerra“. Lo mencionado sería apenas una muestra del clasismo y el odio contra la clase obrera por parte de la derecha española.

No hay duda que la huelga del metal en Cádiz ha movilizado las opiniones de las diferentes dirigencias políticas en España, sobre todo a partir de la aparición de una tanqueta de la Policía Nacional en Cádiz como parte del importante despliegue de antidisturbios.

En este sentido, sobre la participación de VOX en dicho contexto con un pretendido obrerismo, este mismo martes Abascal encontró pronto la respuesta del alcalde de Cádiz, Jose María González Kichi.

“Saquen sus sucias manos de la clase obrera gaditana. Saquen sus sucias manos de una tierra inclusiva y diversa. Sáquenlas”, dijo Kichi expresivo, tras lamentar que “la inacción política y la represión policial del Gobierno para resolver el conflicto del metal le da alas a la extrema derecha“.

El burgomaestre de Cádiz añadió en sus tweets contra VOX que “son unos parásitos de la patronal“. “Porque ustedes están con quienes se levantan de la mesa y no negocian el convenio. Porque ustedes son fuertes con los de abajo y serviles con los de arriba, con quienes se niegan a dar unas condiciones dignas a nuestra gente“, finalizó Kichi.

Las legítimas posiciones de los sindicalistas consideran como prioritaria la actualización de los salarios para el presente año al IPC. Igualmente, buscan un nuevo acuerdo marco que no supere el año de vigencia para, una vez aprobado, arrancar la negociación para otro documento a partir de 2022.

Los sindicatos reclaman la subida del IPC, el cual que fue del 5,4% interanual el pasado octubre para este mismo año en un acuerdo de breve duración, ya que han planteado a la patronal empezar a negociar otro nuevo texto con calma a partir de enero de 2022.

Sin embargo, la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz vio inasumible la propuesta en la última negociación del pasado viernes y ofreció a los sindicatos una subida del 0,5% este año y del 1,5% en los dos siguientes.

Ambas partes se acusan de haberse levantado de la mesa, aunque lo único seguro es que, por ahora, no está previsto que se vuelvan a sentar. Mientras, la huelga sigue su curso y los manifestantes ya se plantean realizar piquetes.