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El Ministerio de Igualdad, una institución que el fascismo busca desacreditar

Pese a las adversidades y los señoros enemistados con el feminismo, el Ministerio de Igualdad se ha consolidado como una de las instituciones más importantes del Gobierno español.

Aunque muchos todavía lo duden por premisas y creencias, el Ministerio de Igualdad de España es un ejemplo para los gabinetes de Gobierno en otros países.

Puesto que su gestión, ejercicio, actividad y políticas van dirigidas especialmente a hacer real y efectiva la igualdad entre mujeres y hombres.

Es decir, sus esfuerzos están enfocados en la erradicación de las distintas formas de discriminación por razón de sexo, origen étnico, religión o ideología u otra condición.

De ahí que sus proyectos han permitido la consolidación y promoción de una nueva generación de derechos feministas en el país con un 57% por ahora.

Pese a que todavía existen muchas metas que alcanzar, el avance y desarrollo es progresivo, conquistando las esferas en diferentes sentidos.

Por esta misma razón, los “señoros” y políticos aferrados a la Constitución franquista desacreditan los logros de este Ministerio.

Así como también buscan, desesperadamente, su eliminación porque “no es importante” y hay otros temas de los cuales ocuparse.

Esto vuelve evidente las razones que poseen, porque prefieren mantenerse arraigados al pasado y vivir en los residuos de la dictadura franquista.

El Partido Popular se pregunta para qué un Ministerio de Igualdad, por otro lado, VOX intentó vía proposición de ley, eliminar varios ministerios, entre ellos, el de Igualdad.

Aquí se ve implicado su “ego” al no aceptar que regula una de las materias más importantes, que es necesario velar por el bienestar colectivo y transformar las maneras de hacer política.

No se puede simplemente negar las exigencias y demandas sociales específicas que supone el derribar las desigualdades por razón de sexo.

Otro factor a considerar son los ataques y los problemas que enfrenta la Ministra Irene Montero, cuya figura femenina, joven y feminista, ha causado cierto descontento.

Pero, solo en quienes están en contra de sus ideales y discursos sobre la conformación de uno de los bloques feministas más grandes de todo el mundo. Para nadie es secreto que España ha sido ejemplo, marcando una pauta en lo que el movimiento y propósitos respecta.

Así que no se han detenido a analizar, desde una perspectiva mucho más amplia, lo esencial que es su rol y desempeño.

Reduce la desigualdad y aumenta la equidad

Están ante problemas sistémicos, la desigualdad es bastante visible y la brecha cada vez más grande si no se acciona para solucionarlo.

Independientemente de la opinión que los populares tengan sobre la gestión del Gobierno en esta materia, se han evidenciado el cumplimiento de objetivos.

El Ministerio se dedica a impulsar políticas públicas que hagan posibles avances en igualdad, los cuales no habían sido priorizados por ningún Gobierno anterior.

Y es que las críticas o señalamientos no suelen venir motivadas por una discrepancia con sus opiniones, siquiera porque alguien presente una idea mucho más factible.

Todo se debe a que no están de acuerdo con su funcionamiento y prefieren tapar sus fortalezas para así restarle posicionamiento.

La igualdad de género es un principio universal, mientras que la equidad de género introduce un componente nuevo a la fórmula.

Busca cerrar brechas, consiguiendo que el género femenino adquiera fuerza y voz en cuanto a representación política o mercado laboral, entre otras.

Es así que la equidad debe aplicarse en el género tal como se aplica en otros ámbitos, como por ejemplo en el sistema tributario.

Persigue la justicia social

Este es considerado un valor que promueve el respeto igualitario de los derechos y las obligaciones de cada ser humano en determinada sociedad.

Por ende, está centrado en la repartición justa y equitativa de los bienes y servicios básicos necesarios para el desarrollo y el desenvolvimiento de los individuos.

Todos deben tener acceso al bienestar, la educación, la salud y el catálogo de Derechos Humanos.

Eso ha quedado claro, pero aparentemente no es razón suficiente para convencer a aquellos que contribuyen al predominio del patriarcado.

Sin embargo, a la hora de medir la diferencia en cuanto a igualdad de género, se fija el aspecto de la participación política de las mujeres y acceso a la educación.

Por otro lado, está la legislación existente destinada a asegurar medidas que garanticen la equidad de género, lo cual está cambiando a raíz de la aprobación de proyectos.

En este momento, su estrategia comprende promover la participación de las mujeres como votantes y candidatas, quienes tienen roles en los partidos y el Gobierno.

De la misma manera sucede que ha permitido transparentar las instituciones, fortalecer la gobernabilidad y derribar los muros que otros han impuesto.