¿Heroínas o damiselas en apuros? El feminismo habla
El concepto de "damisela en apuros" ha quedado desmenuzado por el feminismo, porque es momento de inspirar heroínas y mujeres fuertes, valientes y decididas.
Toda ruptura comienza a partir de un cambio, que es alimentado por la inconformidad de un grupo de individuos, tal es el caso del feminismo, que busca la igualdad entre ambos géneros.
Para lograr esos objetivos, tachar de la lista algunas conquistas y arrebatar victorias, ha tenido que luchar con uñas y dientes, para convertirse en lo que es hoy en día.
No ha sido sencillo, ni mucho menos se consiguió con un chasquido de dedos, pues, los derechos y libertades que reclaman las mujeres son el resultado de una gran historia.
Así como también por el esfuerzo, convicción, esperanza y visión de otras féminas que decidieron optar por un futuro mejor.
Sin embargo, aún en la actualidad se lidian con pequeños adversarios que intentan sobrevivir como los micromachismos, el acoso callejero y la cultura de “damisela en apuros“.
La cual sigue alimentándose de movimientos artísticos, del cine, literatura, música y cualquier otra manifestación de ese tipo que se haya heredado de épocas anteriores.
Es fácil reconocer en esas películas a blanco y negro la dependencia total de las mujeres hacia figuras masculinas que son sus “salvadoras” y les libran de un villano.
¡Por supuesto! Correspondía a las costumbres y creencias del pasado que ciertamente ya aburren, más allá de generar suspiros.
Siendo bastante visible cuando el “galán” del filme, como es el caso de John Travolta en Grease, suelta un comentario misógino y sexista, haciendo chirriar los dientes del público.
Inspirar mujeres empoderadas
En definitiva, el empoderamiento femenino es un concepto que si bien no es reciente, ha ido calando en más espacios en los últimos años.
Debe ser porque cada vez son más las mujeres que conocen su identidad y trazan objetivos claros sobre lo que quieren obtener, como van a llegar y porqué.
A su vez, este proceso ha permitido el incremento de la participación de las mujeres en todos los aspectos de su vida personal y social (incluyendo la política).
Por lo tanto, ya no tienen que esperar que un hombre venga a rescatarlas y las baje de la torre que fue custodiada por un dragón de tres cabezas.
Ahora pueden ser dueñas de sus vidas e intervenir plenamente y en igualdad en todos los ámbitos de su sociedad, incluyendo la toma de decisiones y el acceso al poder.
Pese a que estos factores pueden variar según la sociedad que se trate, lo cierto es que las niñas, adolescentes y jóvenes se están mirando en el espejo, diciendo “soy mi propio héroe“.
Y se preguntarán: “¿Quién se inventó ese rollo de damisela en apuros?”
Surge a partir de un tema clásico en géneros literarios, cinematografía y videojuegos de todo el mundo, sin importar en el continente donde hayas colocado el compás.
Dicha fémina, que suele ser una mujer joven, es bella, dócil, vulnerable e… inútil, porque está en graves aprietos por un villano o monstruo.
Puede variar el escenario, los elementos que se le den, pero siempre el héroe acudirá a su rescate con valentía y tras la victoria sobre el enemigo, reclamará su amor.
Muchos consideran que es todo menos romántico, ya que roza con lo espeluznante, es decir, un sujeto que entra a su casa, mata al carcelario y las saca a la fuerza.
Retomando el hilo, está el hecho de la “indefensión” de estas damiselas y que generalmente son presentadas como imprudentes e incompetentes.
¡Son unas ingenuas! Encima que fomentan y crean un estereotipo enteramente erróneo que ha sido blanco de críticas feministas.
De acuerdo, es importante que las personas tengan valores y principios, sean ambles y quieran ayudar, pero eso no implica tildar al otro de inútil e incompetente.
Además, está mala representación ha llevado a que muchos hombres caigan en el abuso y la discordia cuando insistentemente intentan solucionar algo que una mujer puede hacer por sí sola.
Ahí entra el concepto de “caballerosidad”, el mismo que se ha ido tergiversando en la actualidad.
A dónde mires hay una heroína
En el pasado, la figura femenina solo se relega a papeles de ama de casa, amante, asistente y categorías similares a la espera del personaje principal, (spoiler: un hombre).
Tal es el caso de Disney, que ejemplifica la evolución cinematográfica de las mujeres a través de Blancanieves y los 7 enanitos (1937) y Cenicienta (1950).
En la adaptación de estos cuentos, está la representación de modelos clásicos de feminidad, con mujeres sumisas y adscritas a lo doméstico.
Necesitan a un príncipe azul, o un caballero de brillante armadura (si te acercas notas que es papel aluminio) que tome las riendas y las salve de la adversidad.
Pero, luego está el otro lado de la balanza, una de las heroínas más aclamadas por la juventud y la crítica: Katniss Everdeen de Los Juegos del Hambre (2012).
Ella es la salvación de una sociedad sumida en la miseria, la desigualdad, una profunda y decadente distopía. Allí se visualiza una líder decidida con voluntad de hierro y valentía.
Si se requiere otro ejemplo, está el caso de Hermione Granger de la saga de Harry Potter, quien se desempeña como una de las brujas más brillantes e inteligentes.
Creo que no hace falta decir que ella salva el día en reiteradas ocasiones durante el transcurso de la trama, siendo indispensable para formar el trío de oro.
Y así existen muchos personajes que inspiran esta idea de más “heroínas” que busca impulsar el feminismo, para levantar mujeres fuertes.