Las Monarquía asoma una nueva agenda injerencista en Latinoamérica
Tanto un pasado colonial como conspiraciones políticas han sido los eslabones de unión entre la monarquía española y factores conservadores en América Latina
La monarquía española está a las puertas de una nueva iniciativa injerencista en Latinoamérica, la cual, ha dado muestra de avance por medio de la presencia de representantes de partidos y movimientos de derecha en Argentina, Colombia, Perú, Uruguay, Paraguay, Chile y México.
En este sentido, el pasado lunes 17 de enero el Felipe VI dio a conocer públicamente su intención de “apoyo”, para construir en América Latina “sociedades más justas, seguras y democráticas”, conforme a los principios y valores que comparte con esta región.
El monarca, acompañado de la reina Letizia y el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, presidió la tradicional recepción al cuerpo diplomático en España en el Palacio Real de Madrid, donde hizo mención a la los vínculos con Latinoamérica, sin referirse a sus relaciones con ningún país en particular.
Mas allá de una aparente acción diplomática por parte del monarca, recientes antecedentes dan indicativo de las posibles razones del fundamento de ese pretendido enfoque hacia Latinoamérica. Tanto un pasado colonial como conspiraciones políticas han sido los eslabones de unión entre la monarquía española y factores conservadores en América Latina.
Las declaraciones de Fernando VII se coordinan convenientemente con las más recientes giras de los principales partidos de derecha en España en diferentes países de Latinoamérica, en donde se está procurando crear puentes comunicacionales y alianzas políticas para conformar una coalición de conservadora en la región y un frente contra los gobiernos progresistas.
En este sentido, PP y VOX han intentado ganar peso e influencia al otro lado del Atlántico, así lo evidencia los viajes de Pablo Casado y Santiago Abascal a Latinoamérica durante el año 2021. De este modo, Sudamérica se ha configurado como un espacio de alianza entre el PP y VOX y la monarquía para la implantación de una hegemonía derecha en la región.
Felipe VI, tras recordar que en 2021 hubo importantes citas electorales en América Latina y que este año también las habrá, aseguró: “Desde España seguiremos apoyando en la construcción de sociedades más justas, seguras y democráticas, conforme a los principios y valores que compartimos”.
Esta “justicia democrática”, además de contradictoria, no es más que un elemento discursivo para condicionar escenarios injerencistas, donde tal democracia solamente estará destinadas para los que comulguen con aquellos “valores” cónsonos con sus intereses hegemónicos.
Asimismo, las nuevas acciones de la monarquía plantean rescatar fórmulas diplomáticas en desuso para dinamizar acercamientos en un contexto latinoamericano lleno de escenarios electorales y reordenamientos de poder.
En este sentido, el rey destacó que el Gobierno español haya recuperado en su estructura la Secretaría de Estado para Iberoamérica, el Caribe y el Español en el Mundo, decisión adoptada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tras asumir el cargo el pasado mes de julio.
Cabe destacar, que a la recepción de Estado no asistieron los nuevos embajadores de Estados Unidos y México, ya nombrados, pero que no han entregado aún sus cartas credenciales al rey de España. Tampoco estuvieron el de Cuba ni el de Venezuela, cuyos puestos están vacantes, y otros países como Perú y Panamá también estuvieron representados igualmente por sus encargados de negocios.
En el referido acto, Felipe VI, también confirmó que viajará del 24 al 26 de este mes a Puerto Rico con motivo del V centenario de su capital, San Juan, que se conmemoró el pasado año. “Mi presencia en esta histórica ciudad supondrá una nueva reafirmación de esa gran historia que nos hermana con Puerto Rico y con Estados Unidos”, resaltó.
El rey también tiene su norte en las cumbres iberoamericanas después de 30 años de actividad, las cuales, las considera “un foro multilateral privilegiado de diálogo político, concertación y cooperación, basado en el consenso”.
Mencionó, además, la relación entre la Unión Europea y América Latina, “objeto de una atención especial por parte de España”, y confió en que “pronto” se pueda firmar la modernización de los acuerdos de asociación con México y con Chile y la ratificación del acuerdo con Mercosur.
En estos momentos la agenda monárquica desea ejecutar en el plano internacional lo que no ha podido consolidar en casa. El exilio voluntario del rey emérito Juan Carlos I por los escándalos de tráfico de influencias, malversación de fondos y fraude fiscal; las infantas Elena y Cristina, además de su vacunación en Dubai entre muchas otras acciones, son cuestionamientos a la legitimidad de la monarquía.
No cabe duda que la percepción de la población ha cambiado en tiempo, teniendo valoraciones que descalifican la actual posición de la monarquía y sus muestras de debilidad estructural, paso previo a la ruptura de un sistema arcaico, que debe ser superado en favor de unos esquemas que garanticen plenos derechos y deberes ciudadanos.
El más reciente discurso de navidad del rey Felipe VI, siendo su octava alocución fue uno de los menos vistos desde que comenzara su reinado en 2014. Según datos de Barlovento Comunicación, registró una audiencia media de 7.933.000 espectadores y un 64,1% de cuota de pantalla.
Esto hace que en España sea imperativo reavivar el debate sobre la instauración de la República o la continuidad de la Monarquía. Solo la República puede generar condiciones políticas, económicas y sociales para la conformación de un país que verdaderamente opine en pluralidad.
Los nuevos tiempos de España exigen que el gobierno ejerza el poder de acuerdo al concepto de Estado de derecho y que esté sujeto a un amplio control por parte de la ciudadanía. Cabe resaltar, que en la actualidad el espíritu republicano está ganando cada vez más fuerza en España, y con una Consulta Popular se puede vislumbrar la instauración de una República plurinacional y solidaria.