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El “trabajo” de Felipe VI: De vacaciones por Latinoamérica

Una nueva iniciativa injerencista actualmente se ejecuta en Latinoamérica, donde ha dado muestra de avance por parte de la monarquía en actividades poco útiles para España

El primer viaje oficial realizado por Felipe de Borbón en el extranjero fue en mayo del año 1983 cuando el entonces príncipe de Asturias asistió junto al presidente del Gobierno Felipe González a los actos conmemorativos del 450º aniversario de la fundación de Cartagena de Indias, en Colombia.

Casi cuatro décadas después, siendo el Rey de España, esta semana llega a San Juan de Puerto Rico para participar en las conmemoraciones del quinto centenario de la creación de la ciudad fundada por el español Juan Ponce de León en 1521.

El rey Felipe VI ha defendido el pasado martes desde Puerto Rico, en el marco de V Centenario de la fundación de San Juan, la capital, por Juan Ponce de León el modelo colonial español en América y que preveía su “incorporación a la Corona en situación de igualdad“.

Dichas declaraciones encaminan una nueva iniciativa injerencista en Latinoamérica, la cual, ha dado muestra de avance por medio de la presencia de representantes de partidos y movimientos de derecha en Argentina, Colombia, Perú, Uruguay, Paraguay, Chile y México.

América Latina concentra el grueso de los viajes de Felipe de Borbón que ha cruzado el Atlántico en cien ocasiones. Un total de 75, han tenido como objetivo asistir a las diferentes tomas de posesión y este jueves 27 de enero suma una más, al viajar desde San Juan de Puerto Rico a Tegucigalpa para participar en la toma de posesión de Xiomara Castro, la primera presidenta de Honduras.

En este sentido, el pasado lunes 17 de enero el Felipe VI dio a conocer públicamente su intención de “apoyo”, para construir en América Latina “sociedades más justas, seguras y democráticas”, conforme a los principios y valores que comparte con esta región.

Recientemente el rey de España ha recibido las llaves de la ciudad de San Juan de manos de su alcalde, Miguel Romero, y ha aprovechado el acto para defender que el V Centenario de la fundación de San Juan por el explorador Juan Ponce de León, “tiene que servir para recordar cuanto nos une, para renovar esos lazos, para reafirmar nuestros afectos, para evocar nuestro pasado común“.

Ha añadido el monarca que “en el modelo de presencia de España en América“, un modelo, ha añadido, “donde los nuevos territorios se incorporaban a la Corona en situación de igualdad con los demás reinos“.

Las declaraciones de Felipe VI se coordinan convenientemente con las más recientes giras de los principales partidos de derecha en España en diferentes países de Latinoamérica, en donde se está procurando crear puentes comunicacionales y alianzas políticas para conformar una coalición de conservadora en la región y un frente contra los gobiernos progresistas.

En este sentido, PP y VOX han intentado ganar peso e influencia al otro lado del Atlántico, así lo evidencia los viajes de Pablo Casado y Santiago Abascal a Latinoamérica durante el año 2021. De este modo, Sudamérica se ha configurado como un espacio de alianza entre el PP y VOX y la monarquía para la implantación de una hegemonía derecha en la región.

Felipe VI, tras recordar que en 2021 hubo importantes citas electorales en América Latina y que este año también las habrá, aseguró: “Desde España seguiremos apoyando en la construcción de sociedades más justas, seguras y democráticas, conforme a los principios y valores que compartimos”.

Esta “justicia democrática”, además de contradictoria, no es más que un elemento discursivo para condicionar escenarios injerencistas, donde tal democracia solamente estará destinadas para los que comulguen con aquellos “valores” cónsonos con sus intereses hegemónicos.

Asimismo, las nuevas acciones de la monarquía plantean rescatar fórmulas diplomáticas en desuso para dinamizar acercamientos en un contexto latinoamericano lleno de escenarios electorales y reordenamientos de poder.

En este sentido, el rey destacó que el Gobierno español haya recuperado en su estructura la Secretaría de Estado para Iberoamérica, el Caribe y el Español en el Mundo, decisión adoptada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tras asumir el cargo el pasado mes de julio.

Mas allá de una aparente acción diplomática por parte del monarca, recientes antecedentes dan indicativo de las posibles razones del fundamento de ese pretendido enfoque hacia Latinoamérica. Tanto un pasado colonial como conspiraciones políticas han sido los eslabones de unión entre la monarquía española y factores conservadores en América Latina.

El rey también tiene su norte en las cumbres iberoamericanas después de 30 años de actividad, las cuales, las considera “un foro multilateral privilegiado de diálogo político, concertación y cooperación, basado en el consenso”.

Mencionó, además, la relación entre la Unión Europea y América Latina, “objeto de una atención especial por parte de España”, y confió en que “pronto” se pueda firmar la modernización de los acuerdos de asociación con México y con Chile y la ratificación del acuerdo con Mercosur.

En estos momentos la agenda monárquica desea ejecutar en el plano internacional lo que no ha podido consolidar en casa. El exilio voluntario del rey emérito Juan Carlos I por los escándalos de tráfico de influencias, malversación de fondos y fraude fiscal; las infantas Elena y Cristina, además de su vacunación en Dubái entre muchas otras acciones, son cuestionamientos a la legitimidad de la monarquía.