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50 grandes álbumes de 2021 (3ª parte)

Álbumes y más álbumes musicales. Cada semana se publican montones de nuevas obras, por eso al terminar el año, las listas de grandes discos se convierten en verdaderos quebraderos de cabeza. Eso sí, quebraderos porque nos gustan las cosas bien hechas.

Si te han gustado la primera y la segunda parte de esta serie de grandes álbumes de 2021, aquí tienes la tercera entrega con una nueva dosis de buena música. Diez nuevas referencias para llevarte a los oídos, si es que no los has escuchado ya.

Si todavía no has visto ese disco que a ti te ha parecido sublime, espera. Si nos has seguido desde el principio, sabrás que este artículo se completa con un total de cinco partes. Es decir, que al final se habrán seleccionado y comentado brevemente cincuenta álbumes musicales.

Esto no merece mayor introducción porque ya hemos explicado todo en su momento. Sí recordar que la elección ha sido muy costosa. De hecho, se ha quedado en el tintero material de primera categoría que, a su debido momento, se señalarán como menciones honoríficas. Estad atentos hasta la quinta parte.

Por ahora vamos con esta tercera.

VOLA – Witness (Mascot Records)

Estilo del álbum: Djent, Metal progresivo, Metal alternativo

Formación: Asger Mygind (voces, guitarras), Nicolai Mogensen (bajo), Martin Werner (teclados) y Adam Janzi (batería). Colabora Shahmen en “These Black Claws”.

Tercer disco de estudio de la banda formada en Copenhague (Dinamarca). Su música es una fusión de elementos procedentes del djent, metal progresivo, rock progresivo y metal alternativoWitness era un trabajo muy esperado y por ello las expectativas eran enormes. Parece que, en general, han cumplido. Además, contiene algunas variantes interesantes que hacen que el disco cobre un mayor interés si cabe.

Las líneas vocales, pegadizas en buena parte de la obra, ayudan a que cualquier oyente acostumbrado al rock sea capaz de abordarlo. Las guitarras suenan extraordinarias, pero VOLA también son conocidos por manejarse bien en las texturas sonoras y en la creación de atmósferas. En este caso, una composición como “24 Light-Years” sobresale precisamente por ello, pero también por el trabajo de un Adam Janzi inconmensurable en la batería. El punto más bajo quizá llegue en “These Black Claws”, con la colaboración del rapero Shahmen, pero sigue siendo un título que aporta al conjunto y que habla bien de las variantes que los daneses manejan. A la altura de sus anteriores álbumes.

Composiciones destacadas: “Straight Lines”, “Head Mounted Sideways”, “24 Light-Years” y “Future Bird”.

Nick Cave & Warren Ellis – Carnage (Goliath Records)

Estilo del álbum: Chamber Pop, Art Pop

Formación: Nick Cave (voces, piano, sintetizador, percusión, arreglos) y Warren Ellis (voces, violín, viola, flauta, guitarra, piano, armonio, sintetizador, loops, caja de ritmos, glockenspiel, autoarpa, coros, arreglos). Además, han colaborado otros músicos Max Ruisi, Amy Carson o Nicholas Maden, entre otros.

El señor Nick Cave no para. Ya no es solamente por la cantidad de álbumes que está publicando en los últimos tiempos, es que aún así tampoco baja el nivel. Probablemente sea el artista reputado y en activo que más regular se ha mostrado durante toda su carrera. Y es curioso porque, tarde o temprano, la fatiga a la hora de componer acaba apareciendo. El australiano parece burlarse de ello. Ahora se presenta junto a su compañero Warren Ellis para ofrecernos el flamante Carnage.

En esta ocasión, la música se centra en la vertiente más artística del pop. Eso sí, desde una perspectiva inquietante, ya que la obra se mueve por terrenos melancólicos e introspectivos, pero con giros hipnóticos y textos poéticos. Obviamente, Cave no iba a ofrecer un disco ya mascado. Hay que darle escuchas para extraer todo su sabor e ir levantando sus capas para llegar a sus entrañas. Sigue siendo un álbum bello en su contexto, de eso no cabe duda, pero no es tan amable como el pasado Ghosteen (2019) junto a sus Bad Seeds.

Composiciones destacadas: “Hand of God”, “Carnage“, “White Elephant” y “Balcony Man”.

Hooded Menace – The Tritonus Bell (Season of Mist)

Estilo del álbum: Death Doom Metal, Heavy Metal

Formación: Harri Kuokkanen (voces), Lasse Pyykkö (guitarras, bajo, teclados), Teemu Hannonen (guitarra rítmica) y Pekka Koskelo (batería).

Desde Finlandia, una banda con seis discos a sus espaldas y con cierto reconocimiento dentro del llamado death doom metal. Hay que decir que desde que ficharon por Season of Mist parecen estar más en boca de los amantes del estilo, además de conseguir una promoción mayor si cabe. En álbumes anteriores quizá sonaban un poco más lentos y densos, pero en esta ocasión quizá han querido incorporar algún elemento procedente del heavy metal clásico. Esto hace que puedan llegar con un poco más de fuerza a gente que no esté tan acostumbrada al sonido death doom.

De todas maneras, el sello personal no lo han perdido, simplemente han evolucionado un poco su música, probablemente para no caer ellos mismos en el agotamiento musical. Así, The Tritonus Bell se presenta como la obra con mayor dinamismo de los finlandeses. Los riffs de guitarra son contundentes, así como la base rítmica, pero si hablamos de un efecto pegada, la voz de Harri Kuokkanen se lleva el galardón. Sus guturales poseen mucho cuerpo y profundidad. Bajo mi punto de vista, es el álbum mejor producido de Hooded Menace hasta la fecha. Palabras mayores.

Composiciones destacadas: Chime Diabolicus“, “Blood Ornaments”, “Those Who Absorb the Night” y “Corpus Asunder”.

Nitrate – Renegade (AOR Heaven)

Estilo del álbum: AOR

Formación del álbum: Alexander Strandell (voces), Dario Nikzad (guitarras), Tom Martin (guitarras), Nick Hogg (bajo), James Martin (teclados), Mikey Wilson (batería, guitarra, teclados) y Alessandro Del Vecchio (coros).

Nitrate es el proyecto del bajista británico Nick Hogg. Con él da rienda suelta a su amor por el AOR, un estilo en el que las melodías suelen ser el punto más fuerte. Nick no llega solo y para Renegade, su tercer disco de estudio, ha cambiado la formación de la banda en su totalidad. En esta ocasión se ha rodeado de músicos expertos en el campo del rock melódico como los hermanos Martin, ambos procedentes del grupo Vega. Además, también ha cambiado la voz principal. Ahora recae en la garganta de Alexander Strandell, vocalista de Crowne y Art Nation, entre otros.

En Renegade podemos encontrar todas las virtudes del estilo, ya que hay buenas guitarras, una solvente base rítmica, líneas vocales efervescentes y buenos aportes de teclado. De hecho, casi cualquier corte podría haber sido seleccionado como single. El adelanto fue “Big City Lights”, que es donde los seguidores de la banda pudieron escuchar a Strandell por primera vez en Nitrate. La verdad es que Alexander posee una voz estupenda para el rock melódico, por lo que se muestra como pez en el agua durante todo el disco. Solamente espero que el proyecto de Hogg siga teniendo continuidad y nos ofrezca nuevos álbumes, pues la escena necesita la aportación de bandas así de frescas.

Composiciones destacadas: “Dangerzone”, “Big City Lights“, “Children of the Lost Brigade” y “Edge of Surrender”.

Kal-El – Dark Majesty ( Majestic Mountain Records)

Estilo del álbum: Stoner Metal, Stoner Rock

Formación: Ståle Rodvelt “Captain” (voces), Kristoffer Ranaweera “Doffy” (guitarras), Joshua Bisama (guitarras), John Ivar Steinsland “Johnsen” (bajo) y Bjudas (batería).

Noruega es un país que en los últimos tiempos está aportando muchísimo a la escena musical, principalmente en el rock progresivo, aunque como podemos observar, también en vertientes como el stoner. Una muestra de ello es esta banda llamada Kal-El, que dentro del citado stoner presenta elementos de la vertiente rockera y también metalera. Se formaron en el año 2012 y, desde entonces, han publicado cinco álbumes de estudio y dos epés. No está mal en cuanto a actividad se refiere. Sin embargo, pienso que el salto cualitativo lo han dado precisamente con Dark Majesty.

De hecho, los percibo más integrados, más experimentados y mucho más solventes a la hora de crear y ejecutar las composiciones. La base rítmica es un cañón. Lo bueno es que en la mezcla están bien presentes tanto el bajo como la batería. De hecho, resisten las embestidas de las crujientes y densas guitarras de Doffy y Joshua. La obra es larga en su conjunto, pues se extiende más allá de la hora de duración. Abren con la excelente “Temple”, de más de once minutos, y cierran con “Vimana”, que sobrepasa los diez. Si quieres una experiencia sonora densa y polvorienta, este es un buen disco para ello.

Composiciones destacadas: Temple“, “Dark Majesty”, “Comêta” y “Vimana”.

Leprous – Aphelion (Inside Out Music)

Estilo del álbum: Rock progresivo, Art Rock

Formación: Einar Solberg (voces, teclados), Tor Oddmund Suhrke (guitarras), Robin Ognedal (guitarras), Simen Daniel Børven (bajo) y Baard Kolstad (batería). También colaboran Raphael Weinroth-Browne (violonchelo), Chris Baum (violín), Sigurd Evendsen (trombón), Stig Epsen Hundsnes (trompeta), Jørgen Lund Karlsen (saxofón), Simen Børven (bajo) y Nora Hannisdal (bajo y trompa).

Otro grupo noruego en la lista, aunque en esta ocasión es bastante más popular, principalmente en las corrientes del progresivo. Se puede decir que Leprous es una banda que ha permanecido atenta para evolucionar su música. De hecho, cualquiera que escuche álbumes como Tall Poppy Syndrome y Aphelion, percibirá muchas diferencias desde la primera escucha. Antaño se mostraban contundentes y técnicos, sin embargo, a partir de Malina llegó una nueva etapa que no ha sido del gusto de todos, aunque sí que han incrementado su base de seguidores.

Desde entonces, los noruegos han mantenido su brillante técnica, sin embargo, han pisado el freno y han pasado del metal al rock progresivo, con diversos coqueteos con el art rock e incluso el art pop. Nada de malo en ello, pero parece que la banda se ha convertido en la herramienta del gran portento vocal que es Einar Solberg, puesto que cada vez se luce más y puede que eclipse un poco a sus compañeros.

Curioso, ya que cuentan con Baard Kolstad, uno de los mejores baterías de la actualidad. Se dejan notar, desde luego, pero hay menos desarrollos instrumentales en primer plano. Sí es cierto que se trata de un disco equilibrado, en el cual miran de reojo a su pasado en algunos cortes, aunque se centran en la propuesta de los últimos tiempos. De hecho, “Running Low” y “Nighttime Disguise” podrían ser el ejemplo de este pequeño contraste que hay en el álbum.

Composiciones destacadas: “Running Low”, “The Silent Revelation”, “Castaway Angels” y “Nighttime Disguise“.

Flotsam and Jetsam – Blood in the Water (AFM Records)

Estilo del álbum: Thrash Metal

Formación: Eric A.K. (voces), Michael Gilbert (guitarras), Steve Conley (guitarras), Michael “Mike” Spencer (bajo) y Ken Mary (batería).

La legendaria banda estadounidense de thrash metal parece que vuelve a levantar la cabeza. Comenzaron su carrera con dos álbumes memorables, los ya clásicos Doomsday for the Deceiver (1986) y No Place for Disgrace (1988). A partir de ahí, una travesía en el desierto con una mayoría de álbumes impropios de la categoría de la banda. Sin embargo, el pasado año desplegaron las alas con el acertado Blood in the Wateren el que por fin se vuelve a percibir potencia, solidez, inspiración y buenas ejecuciones.

La recuperación comenzó en 2016 con el álbum homónimo, pero es aquí donde la máquina está mejor engradada. Thrash de categoría con pinceladas power en alguna que otra composición, aportando una mayor dosis de melodía al vendaval sonoro. Dieron el pistoletazo de salida con el single que da título al disco, y es sin duda una de las mejores composiciones del mismo. Aún así, hay mucho más para embelesar a los oídos. “Brace for Impact”, “The Wicked Hour” o “Seven Seconds ‘Til the End of the World” son ases en la manga para una apuesta sumamente ganadora.

Composiciones destacadas: “Blood in the Water”, “Brace for Impact”, “The Wicked Hour” y “Seven Seconds ‘Til the End of the World“.

Darkside – Spiral (Matador)

Estilo del álbum: Neo-psicodelia, Art Rock, Krautrock, Rock psicodélico, Art Pop

Formación: Nicolás Jaar (voces, efectos, percusión, loops, cuerdas, sintetizador, batería, piano) y Dave Harrington (guitarras, gong, bajo, órgano, sintetizador, batería, percusión, campanas, efectos, trompeta, trombón, congas).

El dúo estadounidense ha creado un disco muy rico en matices, muy bien producido y con un contenido, en general, digno de aplauso. Darkside nacieron como un proyecto de electrónica psicodélica, pero sus músicos han querido darle un tratamiento diferente a SpiralAhora se han lanzado al terreno de la neo-psicodelia y el art rock, pero con pinceladas de otros sonidos como el rock psicodélico, el downtempo o el krautrock. No creo que por esto sea mejor que Psychicpero desde luego lo veo más humano, más pulido y con posibilidades de una evolución sin menos ataduras.

Los adelantos, “Liberty Bell” y “The Limit”, fueron unos enormes aciertos. En cuanto se pudieron escuchar, percibí esa búsqueda por llevar su música hacia otros terrenos. De hecho, esos dos temas son de lo mejor del álbum. Hay mucho detalle a desmenuzar, pasajes tranquilos, sonidos por aquí y por allá, por lo que se requieren diversas escuchas para empaparse de todas las atmósferas que ofrecen. Destaco la marcada “Lawmaker” y la progresiva “Inside is Out There” como otras composiciones a tener muy en cuenta. Curiosamente, el único corte que me parece un poco de relleno es el que da título al disco. Todo lo demás, no solo es de una valía considerable, sino que te ofrece la posibilidad de realizar un viaje musical extraordinario entre la psicodelia y lo onírico. Dos álbumes de estudio del proyecto y son dos joyas.

Composiciones destacadas: The Limit“, “Lawmaker”, “Liberty Bell” e “Inside Is Out There”.

Mare Cognitum – Solar Paroxysm (I, Voidhanger Records)

Estilo del álbum: Black Metal atmosférico, Black Metal melódico

Formación: Jacob Buczarski (voces y todos los instrumentos).

Aunque a alguno le pueda chocar, lo cierto es que es bastante habitual encontrarse con un álbum en el que toda la música ha sido creada por el mismo músico. En el black metal es aún más frecuente. Tras el nombre de Mare Cognitum se encuentra el músico estadounidense Jacob Buczarski. Su proyecto en solitario lo inició en 2011. Desde entonces ha publicado cinco álbumes de estudio y tres split (dos a medias junto a Spectral Lore y uno con Aureole). Además, el músico tiene otra banda llamada Det Eviga Leendet, una especie de supergrupo multinacional, también de black metal.

Jacob es un genio. No hay en su proyecto un disco que sea flojo. Con Solar Paroxysm se confirma como uno de esos nuevos músicos que intenta llevar el black metal a cotas más artísticas y a un sonido más refinado dentro del estilo. En un momento en el que el metal extremo se está saturando de bandas y proyectos individuales, es bueno encontrarse con algo tan impactante. La propia portada parece anunciar que no estamos ante cualquier cosa. Nada más escuchar la inicial “Antarexian”, con esas atmósferas tan logradas, sus explosivos riffs y una batería endiablada, percibes que aquí hay algo especial. Y lo hay en cada uno de los cinco cortes que forman parte del álbum.

Composiciones destacadas: Antarexian“, “Luminous Accretion” y “Ataraxia Tunnels”.

King Buffalo – The Burden of Restlessness (Autoeditado)

Estilo del álbum: Rock progresivo, Rock psicodélico, Stoner Rock

Formación: Sean McVay (voces, guitarras), Dan Reynolds (bajo, voces) y Scott Donaldson (batería, percusión).

El crecimiento que está experimentando la banda de Rochester (Estados Unidos) está siendo vertiginoso. El pasado año anunciaron que iban a publicar tres álbumes en un corto espacio de tiempo. En junio llegó The Burden of Restlessness, en diciembre sorprendieron con Acheron, y este año parece que llegará el tercer trabajo. Los dos publicados en 2021 son merecedores de estar en esta lista, pero tenía que decantarme por uno para representarlos. Me he decidido por The Burden of Restlessness.

Un manjar para los oídos con elementos musicales de rock progresivo, rock psicodélico y stoner. Los riffs tienen un tratamiento maravilloso, las intensidades están muy logradas y, aunque en ocasiones pueden sonar algo machacones, se las ingenian para no caer en la repetición constante. Me enamoré de las siete composiciones desde las primeras escuchas y sucesivamente fui extrayéndoles todo el jugo. “Burning” y “Locusts” son espectaculares, probablemente de lo mejor junto a la espacial “Loam”. McVay no es un portento vocal, pero lo compensa con líneas solventes. Su fuerte está en la guitarra. Sus compañeros, Dan Reynolds y Scott Danieldson, se compenetran muy bien en la base rítmica. Imprescindible.

Composiciones destacadas: Burning“, “Locusts”, “Grifter” y “Loam”.