España frente al conflicto ucraniano: diferencias entre el PSOE y UP
El despliegue de soldados españoles ante la referida crisis en Europa del Este, ha avivado el debate dentro del Gobierno de coalición conformado por el PSOE y Unidas Podemos
Nuevamente el escenario político español se condiciona ante la dinámica internacional, todo ello ante las más recientes movilizaciones militares en la frontera entre Ucrania y Rusia. Bajo este escenario el espectro político español ha fijado posición en su interpretación de las acciones de Estado más oportuna.
En este sentido, el despliegue de soldados españoles ante la referida crisis en Europa del Este, ha avivado el debate dentro del Gobierno de coalición conformado por el PSOE y Unidas Podemos. Al respecto, los socialistas han declarado que “la marca el presidente“, Pedro Sánchez.
Lo mencionado no ha sido bien recibido por la izquierda rupturista, dentro de la cual se encuentra su socio en el gobierno Unidas Podemos. Personeros de la formación morada han rechazado duramente tales declaraciones y han recordado una vieja consigna antibelicista, “No a la Guerra”.
Se trata de una frase utilizada bajo el contexto del gobierno del presidente derechista José María Aznar, el cual apoyo incondicionalmente la guerra de Irak a favor de los interese de los Estados Unidos.
En la coyuntura ucraniana el Estado español envió desde Ferrol el navío cazaminas “Meteoro”, perteneciente la Armada y cuyo despliegue se realizará el Mar Negro. Dicha embarcación comparte rumbo con la fragata “Blas de Lezo” junto a cuatro cazas Eurofighter.
Dentro del referido despliegue, se encuentra una dotación de 190 militares y un equipo especial del Tercio Norte de Infantería de Marina. Dicho avance puede ser acompañado de un despliegue de cazas de las Fuerzas Armadas en Bulgaria, en áreas cercanas a las fronteras con la Federación Rusa.
Todo ello, forma parte parcial del despliegue militar de la OTAN, organización donde, por cierto, España pertenece. La ministra de Defensa, Margarita robles, quien también es miembro del PSOE, fue quien dio detalles públicos de la operación militar de apoyo.
Este escenario prebélico se ha visto apoyado tanto por las declaraciones, así como las acciones del PSOE en su ya acostumbrada inconsistencia política, el cual se ha caracterizado en los últimos tiempos por evidenciar un claro desenfoque ideológico-programático. Se trata de una constante defensa de los grandes capitales de la empresa privada, monarquía y posiciones políticas conservadoras.
La dinámica política entre el PSOE y Unidas Podemos si bien ha dinamizado nuevo escenario de la vida pública española, también ha dado muestra de profundas diferencias en el marco de sus basamentos ideológicos y su praxis dentro del gobierno.
A pesar de la gran responsabilidad social contenida en el pacto gubernamental el PSOE se adhirió a una obscura tradición política conservadora la cual tiene su origen en los tiempos de la dictadura franquista.
Por ello, al comienzo del conflicto entre Ucrania y Rusia, el PSOE no ha dudado en circunscribirse en los modos políticos mas guerreristas, aún cuando por la presión de la opinión pública ahora quiera ceder su posición originaria.
La posición del partido de Pedro Sánchez ha despertado el descontento de UP, el cual calificó de “error” el despliegue de las Fuerzas armadas españolas. Dicha critica se argumenta en el criterio de promover la diplomacia en lugar de accione beligerantes.
Asimismo, diferentes perfiles políticos de la izquierda se han manifestado en contra de la solidaridad automática del PSOE con la Guerra. En ese sentido, Pablo Iglesias ha señalado en Twitter que a Europa le conviene “rebajar” la tensión entre EEUU y Rusia y ha advertido de que el “furor pro-USA acabó” con el expresidente José María Aznar.
Sería una gran torpeza de la parte socialista del Gobierno enfrentarse a todos sus socios y montar el “partido de la guerra” junto a la derecha encabezada por el PP, VOX y Ciudadanos.
Por otra parte, Izquierda Unida ha solicitado por medio de un comunicado oficial que el Gobierno encamine una respuesta diplomática a las tensiones entre EE.UU, la OTAN y Rusia. Todo ello con el fin de alejar cualquier posibilidad de una escalada militar en la zona de Ucrania.
Respecto a la Posición del Partido Comunista de España (PCE), Enrique Santiago considera que “empujar la OTAN hasta Rusia es un grave error para Europa“, pues “amenaza la paz y es estratégicamente torpe“. Además, cree que “Europa debe aportar medidas para desescalar el conflicto“.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha decantado por “el diálogo y la diplomacia“. Montero sostiene, que España “es el país del no a la guerra” y añade “apostamos por evitar maniobras militares“.
De igual forma, la titular de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha asegurado que “debemos trabajar e intensificar las vías diplomáticas para desescalar cualquier conflicto“.
En función de lo anterior mente expuesto, es claro que especialmente el PSOE ha dado muestras de inconsistencias en sus fundamentaciones políticas, así como en los apoyos de los cometidos plasmados en el documento denominado “Coalición Progresista: un nuevo acuerdo para España”, el cual fija la hoja de ruta para sus acciones programáticas conjuntas, pero que el partido de Sánchez descarta a conveniencia en favor de los interese del conservadurismo español.