España se opone al plan de EEUU en Ucrania, 52% rechaza la intervención de la OTAN

El escenario político español también se ha visto en las últimas semanas condicionado por la dinámica internacional, todo ello ante las movilizaciones militares en la frontera entre Ucrania y Rusia. Bajo este escenario el espectro político español ha fijado posición en su interpretación de las acciones de Estado más oportunas.

En este sentido, el despliegue de soldados españoles ante la referida crisis en Europa del Este, ha avivado el debate dentro del Gobierno de coalición conformado por el PSOE y Unidas Podemos (UP). Asimismo, la misma sociedad española ha fijado posiciones encontradas respecto a los tambores de guerra que resuenan en Europa de Este.

A nivel de partidos, los apoyos de España a la OTAN no han sido bien recibido por la izquierda rupturista, dentro de la cual se encuentra su socio en el gobierno Unidas Podemos. Personeros de la formación morada han rechazado duramente tales declaraciones y han recordado una vieja consigna antibelicista, “No a la Guerra”.

Se trata de una frase utilizada bajo el contexto del gobierno del presidente derechista José María Aznar, el cual apoyó incondicionalmente la guerra de Irak a favor de los intereses de los Estados Unidos.

En la coyuntura ucraniana el Estado español envió desde Ferrol el navío cazaminas “Meteoro”, perteneciente la Armada y cuyo despliegue se realizará el Mar Negro. Dicha embarcación comparte rumbo con la fragata “Blas de Lezo” junto a cuatro cazas Eurofighter.

Dentro del referido despliegue, se encuentra una dotación de 190 militares y un equipo especial del Tercio Norte de Infantería de Marina. Dicho avance puede ser acompañado de un despliegue de cazas de las Fuerzas Armadas en Bulgaria, en áreas cercanas a las fronteras con la Federación Rusa.

Todo ello, forma parte parcial del despliegue militar de la OTAN, organización donde, por cierto, España pertenece. La ministra de Defensa, Margarita robles, quien también es miembro del PSOE, fue quien dio detalles públicos de la operación militar de apoyo.

Este escenario prebélico se ha visto apoyado tanto por las declaraciones, así como las acciones del PSOE en su ya acostumbrada inconsistencia política, el cual se ha caracterizado en los últimos tiempos por evidenciar un claro desenfoque ideológico-programático. Se trata de una constante defensa de los grandes capitales de la empresa privada, monarquía y posiciones políticas conservadoras.

La dinámica política entre el PSOE y UP si bien ha dinamizado un nuevo escenario de la vida pública española, también ha dado muestra de profundas diferencias en el marco de sus basamentos ideológicos y su praxis dentro del gobierno.

También encontramos diferencias dentro de la ciudadanía española, la cual, también polariza su opinión respecto a las tensiones en Ucrania y la participación de España en este contexto. Tal división se manifiesta en el último barómetro del Instituto Elcano, el centro público-privado de estudios estratégicos. Dicha investigación se basa en 500 entrevistas telefónicas, las cuales fueron realizadas entre los días 7 y 12 del mes de febrero.

El referido estudio constató la opinión pública española, reflejando que esta se encuentra dividida ante la activa intervención de España en el conflicto bélico ucraniano. En este sentido, el 48% de los encuestados cree que España debe participar si la OTAN interviene en apoyo a Ucrania y el 52% rechaza esa opción.

La diferenciación por género arroja que la opinión a favor de la implicación militar española es mayor entre los hombres con un 54%. La discriminación por edades arroja que los mayores de 45 años se encuentran entre 52% y quienes se identifican políticamente con la derecha son el 54% de los encuestados.

Por otra parte, el rechazo es mayoritario entre las mujeres con un 58%, quienes tienen entre 18 y 29 años, este último rango de edad representa el 62% y aquellos que se identifican con la izquierda representan el 59%.

Asimismo, el instituto encargado de la encuesta ha presentado paralelamente sus barómetros de los meses de noviembre y febrero, dejando en evidencia hasta qué nivel la aglomeración de tropas rusas en la frontera con Ucrania ha preocupado a la sociedad española.

A falta de cuatro meses para que la ciudad de Madrid sea sede la próxima cumbre de la OTAN, la pertenencia de España a la Alianza Atlántica obtiene un respaldo del 80%, frente al 78% que tenía en noviembre de 2018 y el 57% que votó a favor en el referéndum de 1986.

Esto deja a tres de cada cuatro encuestados la creencia que la pertenencia a la OTAN ha dado mayor seguridad a España ante posibles amenazas exteriores. El mayor rechazo a la Alianza Atlántica se da entre las mujeres (22%) y quienes se declaran de izquierdas (38%).