Precios de guerra: la lucha por el petróleo
La guerra entre Rusia y Ucrania impacta los precios del Petróleo, y los exportadores no planean aumentar la producción.
Los precios del petróleo están más volátiles que nunca. La guerra ha desatado la demanda del crudo y un mercado caracterizado por ser principalmente fluctuante, mantiene en vilo a la economía mundial que no se recupera del caos inducido por la pandemia del Covid-19.
El detonante de la guerra entre Rusia y Ucrania, aumenta el volumen de la demanda y la especulación en el mercado petrolero.
Los países OPEP son reservados y procuran no violar sus acuerdos de producción petrolera, sin embargo, la presión de los EEUU para suplir la oferta petrolera de Rusia, hoy bloqueada por Occidente, coloca en tensión las cifras de producción mundial estimadas para el 2022.
El 9 de marzo de 2022, el petróleo OPEP estaba cotizado en 126 $ el barril. No obstante, las declaraciones de Volodímir Zelenski, y las reuniones de los diálogos en Turquía, impactaron los precios, que bajaron aproximadamente 10 dólares en un día.
La pandemia como antecedente
Los precios del petróleo se mantenían relativamente estables en 2019, cuando el precio rondaba los 60 $ el barril. Para 2020, la pandemia obligó a paralizar las economías y reducir la movilidad humana, lo que afectó los precios del petróleo que cayeron a 42 $.
La economía mundial se va recuperando progresivamente, pero los precios del barril del petróleo tuvieron un ascenso meteórico, y se espera que siga en esa tendencia, con las circunstancias que impone la guerra en Ucrania.
De 2021 a 2022, los precios del petróleo aumentaron en un 80%, y los países miembros de la OPEP no planean aumentar la producción petrolera, al menos no de una forma sustancial.
La OPEP y el mercado equilibrado
En la 26 Reunión Ministerial de la OPEP, la organización que reúne el 40% de la exportación petrolera mundial, anunció que mantendrá ajustes al alza de 0,4 millones de barriles diarios en su producción, hasta abril de 2022.
La OPEP mantendrá la cautela asumida desde que inició la pandemia en 2020, aunque el contexto mundial sea de apertura económica y de mucha exigencia por parte de los países consumidores.
México se reserva su producción
La Secretaria de Energía de México, Rocio Nahler, informó a la agencia Bloomberg que México “está evaluando la política que ha fijado para reducir las exportaciones de petróleo con el fin de lograr la autosuficiencia en combustibles y dejar de vender petróleo en el extranjero hacia 2023”.
Esta decisión recortaría más la disponibilidad de combustible, en un mercado que ya no contará con Rusia, el segundo país exportador de petróleo y gas del mundo.
Estados Unidos presiona y apuesta a Venezuela
La segunda semana de marzo sorprendió a Venezuela y al mundo con las negociaciones entre funcionarios de EEUU y Nicolás Maduro.
El gobierno de Joe Biden aparentemente dejó a un lado sus diferencias con Venezuela, y en un reconocimiento tácito a la investidura de Maduro, acordó acciones conjuntas para su “seguridad energética”.
Lo cierto, es que Venezuela, un país que llegó a producir 4 millones de barriles diarios, es una fuente de petróleo cercana a los EEUU. La oferta de Venezuela no suplantará la de Rusia, pero si puede coadyuvar a estabilizar los precios si recupera su producción petrolera, previa a las sanciones de EEUU.
Aun cuando Irán y Venezuela siguen bloqueados para vender crudo, esta realidad puede cambiar en las circunstancias actuales, donde la conflictividad entre Rusia y Occidente podría salirse de la etapa bélica, pero continuar por la vía diplomática.
Las consecuencias para Europa
En Europa, tanto el petróleo, como el gas son sumamente valiosos. La Unión Europea decidió bloquear a Rusia, pero esto ya apunta a un efecto boomerang muy costoso para las economías de la región.
Si bien es cierto que sigue disponible el petróleo del mar del Norte, el llamado Petróleo Brent, este crudo es el más caro, y está por llegar a los 130 $ el barril, aun cuando ya se habla que podría pagarse hasta 300 $ por barril en el futuro cercano.
Por su parte, el gasoducto Nord Stream 1 que lleva gas a Alemania podría ser paralizado, según declaraciones del viceprimer ministro ruso Alexander Novak, quien afirmó que se trataría de una “respuesta recíproca” a las sanciones a Rusia, promovidas por Europa.
“El suministro de energía a Europa para la generación de calor, para el transporte, para la electricidad, y para la industria no se puede asegurar en este momento de ninguna otra manera”, declaró el canciller de Alemania, Olaf Scholz.