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Colombia: actores en conflicto

La historia del país granadino y con ella la construcción de su andamiaje político y social ha estado definida por esta poderosa fuerza que mora en la palabra violencia

La violencia en Colombia

Los primeros meses del año 2022, han estado entre los más violentos de las últimas décadas para Colombia. El asesinato de 57 líderes sociales y sus implicaciones  son  signo inequívoco de la constante recomposición de las fuerzas extremistas del país latinoamericano.

La historia del país granadino y con ella la construcción de su andamiaje político y social ha estado definida por esta poderosa fuerza que mora en la palabra violencia; este término de amplia presencia en los procesos humanos encuentra en este país un lugar especial donde hacerse y reproducirse.

Como todo proceso, este necesita de operarios que en el caso colombiano genera una  heterogénea galería de actores que son importantes de revisar y atender. Lo primero, decir que las fuerzas en pugna están claramente diferenciadas por las ideologías que portan y avivan. Estos actores se encuentran representados en la línea ideológica tradicional  de izquierdas y derechas  llegando en varios casos a los extremos.

Década del 60

Durante esta década se sitúa el florecimiento de la denominada primera generación de guerrillas en Colombia, siendo las FARC 1964 (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) la primera de ellas, y posteriormente le siguieron el ELN  1965 (Ejército de Liberación Nacional),  y el EPL 1966 (Ejercito de Popular de Liberación) como grupos armados con ideas marxistas, nacidos en las zonas campesinas del país.

La justificación histórica del origen de estos grupos, respondería a las deplorables condiciones y poca posibilidad de acceso a una participación orgánica y democrática dentro del sistema político colombiano, minado por el conservadurismo y la presencia de élites alejadas del horizonte existencial de las capas bajas rurales y periurbanas que significaban la mayoría de la población en la época.

Esta primera arquitectura, estuvo caracterizada por un crecimiento lento del número de miembros de estos grupos armados y una presencia principalmente ligada al sector campesino. La capacidad táctica de estos  primeros tiempos era relativamente baja.

En el caso del M19 1973  (Movimiento 19 de abril), su conformación la incluye dentro de la segunda generación de guerrillas, siendo este grupo de una naturaleza rural y con un discurso democratizador.

Década del 80

La respuesta ante la presencia de las guerrillas ya para esta década en casi  el 40 por ciento del territorio colombiano, fue la creación de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), grupos armados, principalmente revestidos de un carácter privado, cuyo origen es esencialmente afín a las lógicas de los capitales agrícolas e industriales.

Los carteles

En los ochenta, el negocio de la droga en Colombia era relativamente sencillo. Durante este período, el país aún no aportaba a la producción total de la hoja de coca mayores cantidades de producto. Es un tiempo en el que Bolivia y Perú son los productores con grandes capacidades, pero esto cambiará para la década del 90.

Los 90

Este momento, está caracterizado por la presencia de actores como Escobar Gaviria, uno de los grandes zares de la droga a nivel mundial. Para esta época, Colombia maneja  el mercado de estupefacientes a placer. La presencia de la droga inevitablemente se enquista dentro de la vida y la política colombiana. La droga, dentro de la cotidianidad colombiana es en sí misma un actor interviniente.

Colombia hoy

Actualmente, este país cuenta con una fuerte presencia de varios tipos de violencia consecuencia de  la urdimbre generada por los  altos niveles de pobreza, racismo, exclusión social, entre otros. Los actores mencionados, hoy día siguen activos, algunos desde posturas más democráticas, otros aún por la vía de las armas. La naturaleza de este prolongado conflicto, ha traído consigo un gran número de víctimas. Hombres, mujeres, niños y niñas han vivido en carne propia la tragedia de una guerra fratricida sin principio de solución.