En el Palacio de Cristal del Retiro madrileño.
Carlos Bunga, pintor portugués, nacido en Oporto en 1976, pronto sintió interés en explorar las interrelaciones entre los cuerpos y los espacios. Por otro lado se cuestiona la Arquitectura como símbolo del poder y los gustos establecidos, reforzando conceptos tan clásicos como orden, solidez o eternidad.
Carlos Bunga “pasa” en sus instalaciones de montar las mismas con piedra, acero, hierro o madera; y elige para ello materiales humildes y mucho mas efímeros y moldeables como el simple cartón.
Sus instalaciones, que con frecuencia se antojan maquetas, dan una idea de algo tan “provisional” que subconscientemente apela a la temporalidad de cualquier obra humana, artística o arquitectónica. Este es el concepto que más nos ha llamado la tención, junto a su “revolucionaria” apuesta por desmontar la solidez y la trascendencia de las obras, sean de arte o no. Nada es inmutable. Todo es efímero.
Digo, que como siempre, mi mayor respeto para la opinión que presumo en muchos de vosotros con ese rictus característico de: esto es una chorrada. Pero pensad que el artista de verdad lo siente o lo ve así, y que ha querido decirte o transmitirte algo (o quizás solo a él mismo), y tiene todo el derecho del mundo a hacerlo. Es su profesión, más aún, es su vida. Y además hay que reconocer y valorar el ímprobo esfuerzo que le ha supuesto llegar hasta aquí con esta instalación.
Si, si, no sonrías. Piensa que no es sólo el hecho de imaginar y crear en su cabeza esa estructura, que pese a la liviandad de los materiales (obviamente, el cartón no representa toneladas y toneladas de pared tradicional), sino también el enorme esfuerzo que supone (y esto casi nunca se valora), el haber conseguido que hoy se abra esta puerta.
Me explico, no está al alcance de cualquiera montar una instalación como esta. Hay mucho trabajo detrás, generalmente de un buen equipo. Tú no puedes ir al Palacio de Cristal y decir: “la semana próxima cuelgo aquí mis monos” (bueno, afortunadamente hoy día si puedes ir, pero lo más probable es que no te hagan ni caso). Tienes que tener un trabajo detrás, un nombre, una trayectoria y una obra más o menos reconocida y consolidada.
En fin lo que intento decirte es que en cualquier caso, te guste o no te guste (faltaría plus), por favor respeta, al artista sobre todo, y también a los que les diga algo su instalación.
Y si afortunadamente puedes encontrarle algún sentido a la obra o te comunica algo el creador, acompáñame en este pequeño paseo y disfruta.
Es solo cartón, pero indudablemente, transformado por obra y gracia de Carlos Bunga en esos muros interiores que todos tenemos, por otra parte tan livianos y tan fáciles de destruir, nos parece ahora muy dignificado…..
Salud y trabajo.
