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Proyecto Pegasus: tres claves del espionaje

Proyecto Pegasus en clave

Al mejor estilo de una película de ciencia ficción, en la que la información generada por jefes de Estados o movimientos políticos es el instrumento ideado por intereses supranacionales para lograr instaurar una gran red de control y seguimiento, llega al día a día de los españoles una nueva noticia sobre las escuchas y el proyecto Pegasus.

Esta vez, es desde la mismísima Moncloa. Las declaraciones dadas hoy por el ministro de la presidencia Félix Bolaños en las que señalan que incluso el teléfono del presidente del Gobierno Pedro Sánchez y la ministra de la defensa Margarita robles han sido atacados (a través de escuchas ilícitas y externas) en el mes de junio de 2021, nos da indicios de las argucias y niveles de profundidad de la infiltración que lamentablemente padece la estructura de gobierno español.

El tema de las escuchas y las acusaciones sobre el uso de teléfonos móviles o fijos pinchados o infiltrados por software israelíes de altísima capacidad tecnológica, es hoy una realidad que golpea la esfera de lo privado pero también afecta la esfera pública de la nación.

Este tipo de métodos, revisten de un elemento subjetivo de carácter formidable: su relación con regímenes alejados del Estado de derecho o de las libertades individuales tan promulgadas por los liberales.

Los antecedentes

La presencia de estas actividades de espionaje no son un elemento nuevo en la historia española. Durante el franquismo este acicate sirvió de barrera para muchos planes urdidos desde el lado democrático.

Durante los ochenta y noventa otro tanto hizo el Cesid (Centro superior de la defensa), cuyo trabajo de inteligencia abordó desde empresarios, periodistas, colaboradores e incluso hasta al rey Juan Carlos I. En este sentido, es aún recordado el caso de Mario Cantero o el mismo ex ministro Narcis Serra.

La Generalitat

En casos recientes, encontramos el de los grupos independentistas de Cataluña, quienes se preguntan las razones por la cuales más de sesenta de sus miembros han estado bajo la lupa del sistema internacional Pegasus.

Preguntas como por qué y para qué, están a la orden del día. Las posturas más críticas interpelan al ejecutivo, queriendo saber las razones, hasta dónde y qué información han obtenidos de sus integrantes.

Los movimientos independentistas, parte importante del engranaje del actual gobierno y de su futuro, se ponen en tela de juicio ante este tipo de acusaciones que pudiesen tomar un cariz legal de mayores proporciones.

Los derechos vulnerados, según estos grupos, deben ser resarcidos y debe esclarecerse para ellos toda la cadena de mando que llevó a cabo estas acciones en post de la transparencia que se necesita en estos momentos. Esta es una solicitud colectiva.

Aragonés, en días recientes ha sido uno de los voceros más activos y ha apelado a los procesos de negociación y los intereses de los grupos independentistas afectado por esta crisis.

Proyecto Pegasus

Este sistema, el mayor y uno de los más costosos y efectivos conocidos en la historia humana, ha sido el instrumento responsable de los últimos sucesos.

Dado el valor del software y el alto precio del pago del recurso humano híper especializado empleado para su operatividad, es sólo adquirido y utilizado por Estados a nivel mundial.

Su capacidad de uso es tan potente y versátil que es capaz, una vez instalado en el dispositivo móvil a través de un simple mensaje imposible de detectar; de escuchar, leer, activar la cámara y el micrófono del artilugio en cuestión.

Una vez instalado puede hacer uso de toda la data pública y privada del dueño en cuestión.

Puede extraer datos de todas las plataformas de comunicación incluidos WhatsApp, correo electrónico, en fin toda la data contenida y producida sin ningún tipo de límite o barrera. Las consecuencias de este caso de espionaje se pierden de vista y no tienen límites geográficos, políticos o sociales. Estamos en la era de la comunicación y la tecnología, al parecer ya hemos empezado perder la batalla.