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Petro irrumpe en el huracán de Colombia: primero en las encuestas

A pocos días de la contienda, Colombia parece pintar nuevos horizontes. La candidatura presidencial de Gustavo Petro por el Pacto Histórico, es la más aventajada.

A pocos días de la contienda, Colombia parece pintar nuevos horizontes. La candidatura presidencial de Gustavo Petro por el Pacto Histórico, es la más aventajada según las últimas encuestas publicadas por la compañía YanHass S.A.
La voluntad de los colombianos traducida en porcentajes, anuncia que la victoria pudiera darse en la primera vuelta con más de un 40% de ventaja por encima del segundo candidato, Federico Gutiérrez alias “Fico”, representante del uribismo quien cuenta con un 21%. El tercer lugar lo encabezan los ciudadanos y ciudadanas que optan por abstenerse. Un 13% de la población votante.

Las calles de Colombia han lucido un tono de lucha y esperanza. En 2019 se dieron masivas movilizaciones exigiendo cambios inmediatos en la política de un país que ha presentado la mayor crisis económica bajo el gobierno de Iván Duque. El hecho catalizador: el asesinato de un joven de 18 años, Dilan Cruz, en manos de la ESMAD al “contener” una protesta.

La posibilidad de un proceso constituyente fue también coreada por los sectores que salieron a protestar, y donde se mostraron los rostros de estudiantes, trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas, entre otros sectores, propios de la vida común de Colombia.

Colombia bajo el gobierno de Duque

La propuesta de Petro está siendo escuchada como una posibilidad en medio del huracán que implica atentar contra el “orden” históricamente establecido por la oligarquía de este país.

Los defensores de este orden, gritan con desafuero en contra del comunismo o de la amenaza que significaría hacer de Colombia, una Venezuela. Acusan a agentes externos de la realidad que se está viviendo en esta campaña. Los resultados del desgobierno de Iván Duque, afirman que no hay otro actor en medio de este escenario:

De 2019 a 2020 la población de 17.400.000 personas en estado de pobreza aumentó a 21.021.564, un 42% de la población. Por otra parte la caída del Producto Interno Bruto ha sido de un 6,8% durante 2020. Dentro de esta realidad, el 90% del llamado “Programa de Apoyo al Empleo Formal”, pasó a las manos de los grupos económicos: Aval, Ardilla, Santo Domingo, Corona, Char, GEA y Gilinski.

Además, la inversión social sólo es de un 18% del presupuesto. Un 60% es utilizado para gastos de funcionamiento y pago de la deuda externa. Sin contar que sólo en 2022, han sido asesinados más de 70 líderes sociales en Colombia.

Por fin Colombia
La política colombiana ha estado sumida en la oscuridad de la violencia, desde la primera vez en la que un candidato a la presidencia fue capaz de amenazar el equilibrio al poder de la oligarquía neogranadina.
El miedo de las élites desencadenó en el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948, convirtiéndose esta acción en el inicio de una guerra cruenta en la cual la narco política se abrió paso en las décadas por venir. A partir de entonces, las posibilidades de cambio en este país han sido silenciadas una tras otra. En medio de la guerra, una ciudadanía que padece las consecuencias de una violencia que se convirtió en razón de Estado.
Para América Latina, la ruptura de este silencio que aturde en Colombia, significaría la salida de un tapón de resistencia a la posibilidad de irrumpir en el escenario internacional como una región soberana y unida en políticas comunes. Colombia ha sido el eslabón más fuerte para sustentar la aplicación de la Doctrina Monroe en América Latina, el servilismo a la orden absoluta de las políticas de EE.UU. para mantener al continente bajo su égida.
La victoria de Petro, sin duda plantearía una ruptura de la política tradicional en el territorio neogranadino. El pacto histórico está conformado por todas aquellas fuerzas que apostaron por los mecanismos democráticos para hacer frente al poder más allá de la violencia. Es la apuesta a la paz.
Si Petro gana las elecciones, se abre un abanico de posibilidades y de conflictos inherentes a la realidad colombiana. La defensa de la paz, es sin duda la más alta bandera para los colombianos y colombianas. Paz con justicia y dignidad.