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Cumbre de las Américas: lo que podría suceder

La exclusión de Nicaragua, Cuba y Venezuela, de la Cumbre de las Américas, provocó el rechazo de al menos 3 de los países convocados, pero esta no será la única consecuencia.

La Cumbre de las Américas puede traer varias situaciones incómodas para EE.UU. La probable ausencia de México, Bolivia y Honduras, en razón de la exclusión de algunos países, no será el único inconveniente en esta cita hemisférica.

El contexto no es el mismo. La guerra entre Rusia y Ucrania, las lecciones que está dejando la pandemia del Covid-19, y además, el avance de la izquierda, en sus distintos matices, le está complicando el control a EE.UU. sobre “su patio trasero”.

Los tres primeros disidentes, y adicionalmente, el hoy candidato a la presidencia de Brasil, Lula da Silva, están asomando una fuerte postura, a favor de un esquema de integración que, seguramente, no le caerá bien a los EE.UU.

Hegemonía en picada, desde hace rato

Ha sido dicho y repetido, la hegemonía estadounidense, se va debilitando día a día, el dólar está dejando, desde hace rato, de ser la divisa por excelencia, y las maniobras extra diplomáticas del bloqueo económico a algunas naciones, no ha servido precisamente para fortalecer la posición de los EE.UU.

Las acciones contra Rusia, tanto de EE.UU. como la de Unión Europea, le obligaron a colocar al rublo, y a otras monedas diferentes al dólar, como mecanismos de intercambio obligatorios, así como a retomar al patrón oro, entre otras formas de burlar la dictadura de la moneda norteamericana.

Defensa de los recursos

Por otra parte, algunos países, como México, y Bolivia, siguen apostando a sacarle el mayor provecho posible a sus recursos naturales, entrando en una inminente fase de industrialización, que les reportará mayores ganancias por esos recursos.

El reavivamiento del modelo de desarrollo cepalino, pone a los países del sur a pelear dentro de las reglas del juego del capitalismo, es decir, en el terreno de los EE.UU., pero apuntando a hacer crecer los índices de desarrollo humano.

En principio todo esto, y es sólo una parte del panorama.

Lo que podría suceder

Las declaraciones de los presidentes de Bolivia y México, y de la nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro, son la antesala a lo que podría ser un movimiento en bloque contra el predominio de EE.UU., de las políticas Otanistas que empujaron a la guerra, y contra el neoliberalismo.

Algunos países no se manifiestan públicamente, pero su posición seguidista puede cambiar radicalmente, en el marco de la Cumbre de las Américas.

Nayib Bukele, considerado como el chico rebelde de Centroamérica, se ha manifestado en varias ocasiones en contra de los dictámenes de los EE.UU., a quienes obedeció en un principio, en razón de su modelo netamente neoliberal.

Por otra parte, Argentina, tibio desde siempre, y Chile con Boric a la cabeza, podrían abstenerse de apoyar a los EE.UU., lo cual, en esta ocasión, es prácticamente ponerse en contra de los EE.UU.

Sólo por mencionar a los más grandes, las islas del Caribe como Antigua y Barbuda ya manifestaron malestar, y esto seguro se verá reflejado en su discurso ante el pleno de la Cumbre.

No solo se trata de las exclusiones

Las exclusiones de Nicaragua, Cuba y Venezuela, anunciadas por el Embajador ante el Hemisferio Occidental de EE.UU., Brian Nichols, desencadenaron “una reacción en cadena”, como lo refirió el Correo del Alba.

Pero más allá de las exclusiones, es la posibilidad de plantear una realidad alternativa, el verdadero trasfondo de la posición evidentemente coordinada de Bolivia, México y Honduras.

Se habla de una moneda única, y el eventual ascenso al poder de Lula en Brasil y de Petro en Colombia, podría abrirle paso a un nuevo intento de integración con respeto a la soberanía de los pueblos.

Parecido a la Unión Europea

Lo dijo AMLO, y lo plantea el candidato Lula, América Latina va a impulsar un esquema de integración “parecido a la Unión Europea”.

Las instancias existen. La UNASUR y la CELAC, han sido el escenario para ello, solamente que el protagonismo lo tendrán esta vez, otros liderazgos.