Gabriela Rivadeneira, uno de los principales referentes de la Revolución Ciudadana, en entrevista exclusiva para elestado.net; nos ofrece en tres entregas su visión acerca de los procesos que vive América Latina, especialmente Ecuador, en el marco de lo que ha significado el asedio directo contra los principales procesos revolucionarios y progresistas de la región a través del ataque y persecución a sus principales líderes.
El Lawfare o golpes judiciales como método de asedio contra los gobiernos progresistas en América Latina, ha sido utilizado con la finalidad de aislar de la escena política a los principales liderazgos, buscando mermar el apoyo en los procesos electorales al proyecto político que representan.
Posterior a la partida física de Hugo Chávez, se desencadenó un ataque frontal contra sus alianzas más importantes en América Latina y sobre todo, contra la figura de aquellos líderes que pudieran dar continuidad a los procesos revolucionarios, no sólo a lo interno de sus países, sino sobre todo en su impacto a nivel regional. América Latina debía seguir siendo el “patio trasero”.
Ecuador, con Rafael Correa como líder de la Revolución Ciudadana, tenía la capacidad para jugar ese papel.
En tal sentido, ha sido uno de los países que ha recibido con mayor fuerza esa intención de resquebrajar el tejido político de la Revolución Ciudadana a través del ataque directo moral, político y judicial, en contra de sus principales rostros.
Rivadeneira nos muestra, en esta segunda entrega, los posibles escenarios que se abren a partir de lo que ha significado la reorganización de las fuerzas y sus implicaciones en las actuales condiciones.
– No cesan los ataques a líderes de la Revolución Ciudadana a través de la vía judicial. ¿Cuáles son las probabilidades para la Revolución Ciudadana de una reconfiguración de las fuerzas bajo este escenario?
Hemos sorteado momentos muy complejos en estos 5 años, nos robaron el partido, nos encarcelaron, nos expatriaron, nos judicializaron y lo siguen haciendo, a pesar de ello, la Revolución Ciudadana sigue siendo la fuerza política más organizada y con mayor alcance a nivel territorial, no hay lugar donde no tengamos una célula organizativa.
No ha sido fácil, el nivel de persecución política contra el correísmo nos obligó a reestructurarnos.
Con la primera línea dirigencial fuera del país, nuevos rostros hicieron frente y empezaron a dirigir la organización, recién hace menos de un año conseguimos formalizar nuestro partido político, la transición de lo que en su momento fue compromiso social se convirtió en el partido de la Revolución Ciudadana.
Con ello logramos romper una de las aristas de la proscripción política, sin embargo, el problema tiene mayor profundidad, la proscripción a Rafael Correa evitó que sea candidato en las últimas elecciones presidenciales, dos días antes de cerrar inscripción de candidaturas lo sentenciaron bajo la figura de “influjo síquico”, algo tan absurdo y que causa no asombro sino burla en el escenario internacional; fue la causal por la que sentenciaron al principal líder político del país.
A causa de esa proscripción tenemos al banquero Lasso de presidente.
Hoy tenemos otras condiciones, una bancada legislativa fuerte, un partido con el que disputaremos las elecciones seccionales de febrero 2023, y el llamado a la construcción de un gran frente progresista o a lo que Rafael llama un Frente Patriótico y Nacional.
Esperamos que este sea un llamado de unidad y de posibilidad real de combatir la profundización del neoliberalismo en el país. Ojalá todos, y me refiero a la interna de la RC y hacia afuera, a las otras organizaciones sociales y políticas, tengamos el nivel de madurez política para estar a la altura de los tiempos y de las extremas necesidades de nuestro pueblo.
-Frente al asilo político de Rafael Correa y la amenaza constante que pesa sobre Jorge Glas de retornar a la cárcel, ¿cuál es la posibilidad de impulsar nuevos liderazgos para el retorno de la Revolución Ciudadana?
La política en nuestra región ha sido altamente masculina y adultocéntrica, fueron nuestros procesos de transformación que permitieron una mayor democratización en los espacios de representación política, los parlamentos, los cuerpos colegiados de las instituciones públicas, la alternancia y paridad obligatoria permitió que en el Ecuador, por ejemplo, la política sea diversa, mujeres, jóvenes, representantes de pueblos y nacionalidades, fueron protagonistas no solo del hecho constituyente, sino del gabinete, de la asamblea, de las funciones del Estado, es decir, nadie apostó tanto por la renovación política como el gobierno liderado por Rafael Correa.
Si bien, estos últimos años han sido golpeados quienes representan la nueva política, no nos perdemos en la posibilidad real de disputa, no solo de los procesos electorales sino de la disputa de la política real, de la de los debates, las ideas, las propuestas, ahí están los cuadros de la RC.
Nos preocupa la situación de nuestro compañero Jorge Glas, pasó cuatro años y medio en prisión sin prueba alguna, ha sido vulnerado en sus derechos, menoscabado en su reputación y la de su familia, ¿quién responde por ello?.
Y ahora no conformes con esto, quieren revocar el habeas corpus con el que recuperó su parcial libertad. En actos infames el gobierno y sus aliados quieren seguir golpeando a la RC y a la democracia en el país.
Estamos atentos y llamamos a la comunidad internacional a estar atentos de lo que pase en Ecuador, la manipulación judicial y mediática, el lawfare y la violación de tratados internacionales es algo que han querido naturalizar pero no lo podemos permitir. Debemos recuperar el estado de derecho, el Estado en democracia.
