The news is by your side.

EE.UU. obligado a aliviar sanciones: lo que se proyecta para Venezuela

Se habla de crecimiento y buenos pronósticos como signos que marcan esta nueva etapa para Venezuela, donde EE.UU. podría estar aplicando el "soft Power" de cara al escenario político de 2024.

EE.UU. alivia las sanciones contra Venezuela, pero esto es algo que no ha sucedido de la noche a la mañana.

Se trata en todo caso de una política de reducción progresiva de la confrontación que lleva tras de sí un fuerte proceso de negociación formal e informal entre la administración Biden y el gobierno de Nicolás Maduro.

Se sabe que el experimento de gobierno alterno llamado Juan Guaidó no funcionó, y esto explica en parte el cambio táctico de los EE.UU. que mantiene vigente su estrategia de controlar los recursos naturales de Venezuela.

Como se asume la nueva postura

La palabra “alivio”, resume el alcance de lo que hace EE.UU. y también describe lo que percibe la mayoría de la población venezolana que ha atravesado los peores momentos sociales de su historia reciente.

Venezuela nunca fue un país de migrantes, de hecho sigue sin serlo, pero millones de venezolanos salieron a buscar trabajo en otros países de Latinoamérica y el mundo. El alivio de las sanciones representa una luz al final del túnel para una población, principalmente, de viajeros.

Por otra parte, la nueva postura de los EE.UU. es asumida igualmente como un triunfo. El sector que simpatiza con el chavismo, afirma que EE.UU. tuvo que doblegar su postura y olvidarse de Guaidó.

Un punto común es que todos saben que detrás de la nueva conducta “dócil” de los EE.UU., está el petróleo que necesita hoy más que nunca, cuando el mundo está en plena guerra.

La apertura del mercado mundial

Venezuela no podía vender su petróleo, ni adquirir lo necesario para extraerlo, procesarlo, ni refinarlo.

Tampoco podía comprar ni siquiera medicinas o alimentos. La llamada “triangulación” que burlaron empresarios como Alex Saab, permitía traer lo mínimo para subsistir.

Venezuela, a pesar de todos los esfuerzos que hizo para levantar su aparato industrial, está muy lejos de ser un país capaz de satisfacer sus demandas internas. Por ello el bloqueo era la medida que podía doblegar, en teoría, al gobierno de Nicolás Maduro.

Todo eso debería cambiar con el alivio de las sanciones, el Estado venezolano y la empresa privada podrían negociar con proveedores externos para importación y exportación sin correr mayores riesgos.

Los indicadores

Todos los indicadores, estimaciones y cifras son favorables a un panorama esperanzador para Venezuela.

Aún cuando el Banco Central de Venezuela no ha publicado cifras oficiales, el Observatorio Venezolano de Finanzas señala que el crecimiento de la economía venezolana fue de un 6,8% con un incremento en el Producto Interno Bruto de 7,6%.

La agencia de noticias Bloomberg, cita informes de la CEPAL que indican que para este 2022 Venezuela tiene un pronóstico de crecimiento que va del 5 al 20%.

Estos indicadores revelan que Venezuela, a pesar del contexto latinoamericano y mundial, tendrá un importante crecimiento.

Lo que dicen los conglomerados mediáticos

La matriz del crecimiento económico está sostenida por las cifras por lo que la realidad revela, y también por supuesto por el impulso de los conglomerados mediáticos que acusan recibo del mensaje de Washington: hay que dejar de satanizar a Venezuela y a Maduro.

Pero no todos se pliegan, la campaña de los sectores de la ultraderecha venezolana y cubana, que reside en EE.UU., insiste en que las sanciones deben continuar, porque será la única forma de acabar “con la dictadura de Maduro”.

Doble propósito

Sin embargo, parece demasiado tarde, EE.UU. ha optado pragmáticamente por tratar de aplicar el “soft power’” y alivia las sanciones contra Venezuela con dos propósitos: 1. Asegurarse el petróleo y los negocios que de él deriven, 2. Tratar de lograr sus objetivos convenciendo a los venezolanos de que, alineados a su poder, se vive mejor.

En el 2024 se sabrá si los EE.UU. acertó, o si definitivamente el chavismo ha consolidado una hegemonía en Venezuela.