La rosa del PSOE sirve para acariciar el rostro de la monarquía con sus pétalos
El PSOE muestra su vasallaje ante la monarquía con la llegada de Juan Carlos a la localidad gallega de Sanxenxo.
¡La rosa! ¡Ya sabemos para que sirve! El puño ya lo habíamos desvelado previamente: la herramienta del PSOE para aplicar la Ley Mordaza del PP (tras tres años en el gobierno y pese a las repetidas peticiones de UP, sigue vigente).
Ha llegado el rey emérito sin considerar que deba dar explicaciones, con una ostentación más propia de un borbón en el siglo XVIII ¡y el PSOE se ha alzado, bandera de la monarquía en mano (han olvidado en qué sótano de qué sede escondieron la republicana) exclamando por un referéndum monarquía-república!
En realidad han solicitado a Juan Carlos que dé explicaciones y pida perdón. Como cuando grabó ese vídeo desde un hospital privado en Madrid. La republicanidad de la fuerza mayoritaria del gobierno quedaría, de nuevo, satisfecha con un par de frases bien guionizadas.
Pero al final es el papel del PSOE creado por el chantaje de Felipe González en Suresnes (“o aceptáis mi propuesta política neoliberal o me llevo el liderazgo construido por los medios y os come el PCE“). Socialistas sin marxismo, sin republicanismo, sin izquierda, sin progresismo.
Debe ser uno de los protectores principales de la monarquía, pero a la vez funge como muro de contención para que los votantes de izquierdas, en ese caso los republicanos, no se vayan a otras opciones políticas rupturistas.
Ahí los tenemos junto al PP y a VOX cuando se trata de impedir la desclasificación de los documentos del papel de Juan Carlos en el 23F. En la puerta de la Zarzuela para entregar el diezmo aprobado en los PGE. Contra la mayoría social que reclama un referéndum.
En los medios justificando que no haya transparencia ni en las actividades económicas ni en las sociales de los miembros de la Casa Real. Aplaudiendo el discurso del Rey Felipe VI (más desnudo que en el cuento) tan alejado de la realidad que concuerda peligrosamente con el de VOX.
Juan Carlos no dará explicaciones ni pedirá perdón. Y aunque lo haga, ¿qué importa? Ha cometido delitos fiscales terribles y el PSOE defiende la misma constitución que le permite estar por encima de la ley, con esa impunidad pedir perdón es una hipocresía.
Anclar el futuro político de una organización política a la monarquía, es como hacer el Trato de los Ojos con un Shinigami: reducir ostensiblemente tu vida. En este caso política. No hay encuesta seria que no confirme la caída libre de Felipe VI y su familia.