Mario Isea: “En Colombia se impuso el terror como política”
Mario Isea, ex Embajador de Venezuela en España, y miembro del Foro Antiimperialista del Zulia, asegura que la oligarquía colombiana se ha impuesto a través del terror.
América Latina y el mundo tienen la mirada sobre Colombia. A pocas horas de las elecciones presidenciales que podrían cambiar el rumbo de ese país, elestado.net indaga en las visiones acerca de este hito en la historia política de ese país.
En entrevista exclusiva, Mario Isea, ex embajador de Venezuela en España, hace un recuento de los episodios que revelan cómo la violencia y el terror, han marcado una forma de hacer política de la oligarquía colombiana.
El origen de la violencia
El ex embajador venezolano opina que el conflicto central ha sido siempre por la tierra, que en Colombia ha estado dedicada a cultivos legales como el café y el cacao, pero en mayor medida a la producción de drogas.
“Con operadores políticos represivos y violentos que han impuesto el terror como mecanismo principal para tener control del Estado y beneficiarse de ello, Colombia ha estado gobernada por una oligarquía santanderista que ha usado todos los medios a su alcance, la violencia contra campesinos para el despojo del medio de producción más importante que ha tenido Colombia por mucho tiempo que es la tierra”, apunta Mario Isea.
Gaitán, la primera voz silenciada
Jorge Eliécer Gaitán es un referente indiscutible de las luchas de la izquierda colombiana y latinoamericana, sus planteamientos rebasaban los límites que imponía el orden establecido por la oligarquía y ello le trajo consecuencias.
“Gaitán proponía una verdadera reforma agraria, denunció y combatió la matanza de campesinos liberales, fue famoso su protagonismo en la marcha del silencio, pedía la no violencia oficial y planteaba una justa distribución de la riqueza, que los ricos sean menos ricos para que los pobres menos pobres”, resume Isea.
Según Isea, fue el asesinato de Gaitán el que desató el conflicto armado que tuvo como respuesta la violencia por parte del Estado colombiano.
“El asesinato de Gaitán frustró la posibilidad de una verdadera democratización, y pacificación de Colombia, después de su muerte, los conflictos se intensificaron dando origen a los movimientos guerrilleros de izquierda, que se acunaron entre 1953 y los años 60”.
Jaime Pardo Leal y la escalada contra Unión Patriótica
Décadas después del asesinato de Gaitán, con la emisión de la ley de amnistía, nació Unión Patriótica (UP), alternativa política que fue sometida por el terrorismo promovido por la oligarquía con el apoyo de los carteles de la droga.
“Jaime Pardo Leal fue el gran líder de UP y su candidato en 1896, donde llegó en tercer lugar en una cifra récord para la historia de la izquierda, con 328.752 votos” destaca el exembajador Mario Isea.
Pardo fue asesinado, y a su desaparición física le siguió una oleada de atentados contra la izquierda.
Afirma Isea, “después de su aparición, donde denunció su alianza entre los narcos, políticos y la fuerza pública, con indicios de fuerte actividad paramilitar; se iniciaron una serie de asesinatos selectivos y colectivos, secuestros de líderes de Unión Patriótica, y la consolidación del paramilitarismo que ejercía terrorismo de Estado”.
Alianzas con el narcotráfico
La oligarquía colombiana no ha permitido que se desarrolle ninguna amenaza al orden que ha impuesto, y ha establecido diversas alianzas para mantener su dominio.
“Desde Gaitán, su planteamiento, su prédica, amenazaban el status quo, el predominio de la oligarquía en Colombia que había establecido un latifundio descarado mediante el terror, mediante la amenaza, y eso continuaba con la practica de Pardo, de Bernardo Ossa y el propio Luis Carlos Galán, que sin ser propiamente de izquierda amenazaba a algunos sectores de la derecha colombiana aliados con el cartel de Medellín”.
El saldo del terror
Durante sesenta años de conflicto entre la oligarquía y la insurgencia colombiana, han muerto más de 260 mil personas, aproximadamente.
No es descabellado pensar que los candidatos de la izquierda, Gustavo Petro y Francia Márquez, tengan motivos para pensar que están en peligro.
“A la muerte de Pardo Leal se desarrolla una escalada de asesinatos selectivos, colectivos, desapariciones, secuestros, hay investigaciones que ubican más de 4 mil 100 muertos, desaparecidos, que en 2014 fueron declarados por la fiscalía colombiana como crímenes de lesa humanidad”, recuerda Isea.
Percepciones
No importa la época en la cual estamos, la violencia de Estado ejercida en Colombia y el terror siguen cobrando vidas, y no interesa si el ojo público ha sido extendido por la virtualidad.
“El control mediático y la guerra cognitiva que hoy día se están perfeccionando, permiten a quienes tienen control de grandes empresas de comunicación modificar la percepción que grupos y sociedades completas puedan tener sobre hechos que se informan. Eso hace posible que los poderes fácticos oculten la información.” Advierte Isea.