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Un curilla en la vicepresidencia de CyL: el sexo era el problema de la España Vaciada

García-Gallardo vuelve a encabezar los titulares por el nuevo papelón que hizo: el problema de CyL de despoblación se debe al sexo casual.

La extrema derecha lo ha hecho de nuevo, esta vez con las declaraciones del Vicepresidente de la Junta de CyL, Juan García-Gallardo, quien no haya como echarle tierra a lo que dijo y ahora se oculta con que fue solo una “reflexión personal”.

Esta vez es el hazmerreir por decir que “la hipersexualización de la sociedad” es uno de los motivos que llevan a la despoblación “latente” en territorios como CyL, pero por si fuera poco, no es lo peor del caso; porque sostuvo muy seguro de sus palabras, que el sexo casual es la causa principal para ese problema coyuntural en España.

Creo que todos esperábamos que volteara a la cámara oculta, como esos Reality Shows, y dijera: “estaba bromeando”, pero no, porque García-Gallardo afirma que el problema demográfico surge “cuando la banalización del sexo lleva a que sea un fin en sí mismo, olvidando que su finalidad es la de la procreación“.

Es decir, que el Vicepresidente de la Junta te está diciendo cómo y por qué tener sexo, solo el objetivo de tener hijos, el resto es “monte y culebra” como dirían por allí. Pensé que no podía ser más absurdo hasta que expresó que la “banalización del sexo” provoca que las personasse liberen de las cadenas de la familia para dedicar su existencia a satisfacer sus deseos sexuales”.

En el acto que VOX organizó, también aprovechó para señalar la falta de «perspectiva de familia» debido a la «ideología de género y la demonización de la familia como institución», la precariedad de los jóvenes, la cultura de la muerte del aborto y la eutanasia y añadió lo de las relaciones sexuales y la hipersexualización de la sociedad.

¿Será que en su mente la generación de jóvenes son un conglomerado de adictos al sexo y no piensan en nada más que eso? Porque hay que tener agallas para decir semejante tontería delante de millones de personas, que al final fueron aumentando porque el tamaño del papelón que hizo creció.

Por otro lado, el dirigente autonómico ha advertido de que esta generación, en la que se incluye, ha tenido siempre “menos poder adquisitivo” que las precedentes y “más obstáculos” para acceder a un trabajo estable y una vivienda.

Buena esa, Sherlock, señalaste lo obvio, pero después la volvió a embarrar cuando dijo: “Eso desincentiva el matrimonio y tiene también otras consecuencias; si vivimos en precariedad e incertidumbre constante, se retrasa todo, pero el reloj biológico no perdona“.

A ver, las generaciones cambian, hay importantes diferencias que tienen entre sí y no solo por las condiciones ambientales, sociopolíticas, económicas, etcétera, es por absolutamente todo.

Hay parejas que tienen estabilidad económica pero no quieren concebir por… el cambio climático o yo que sé, porque les gustan más los perros y los gatos, que también es válido y ellos están en su plena potestad de decidir qué quieren hacer.

Nadie está “atrasado”, todos van a su tiempo y a su ritmo, y nadie debería imponer hitos en la vida de otras personas con el pretexto de que el reloj biológico no perdona. Eso ya no lo dice ni mi abuela, señor, por favor, siéntese y haga silencio.

Ese tirón de orejas que le quiso dar a la juventud resultó jugarle completamente en contra, porque los llamó infantiles y también que son “eternos adolescentes que no quieren asumir las cargas de un hijo“.

Antes de continuar, es necesario precisar que tener hijos no es una obligación, es una elección que cada pareja debe hacer en conjunto y no verlo como “una carga”, porque al final es deseado, esperado y planificado.

Y sigue su discurso con las palabras de que los jóvenes prefieren “irse de viaje” antes que las obligaciones de la familia, como “levantarse por las noches a dar un biberón“.

Pues claro, en ese momento de la vida probablemente lo que quieres es reunirte con tus amigos a ver un maratón de animes, pedir pizzas y analizar las dinámicas políticas que hay en cada uno de ellos.

O irte a vacacionar a diferentes destinos, andar de mochilero, descubrirte, hacer retiros espirituales y pare de contar de esas actividades medio hippies que a casi todos nos gustan.

¿Por qué limitar nuestros estilos de vida y apresurarnos? Pues, no hay motivo, no estamos en la década de los 70’s, cuando la gente se casaba joven, tenían hijos a los meses de matrimonio, la mujer se quedaba en la casa y los hombres a trabajar porque llevan el sustento.

¡Ojo! Si alguien quiere vivir de esa forma, perfecto, pero no puede ser una imposición y tampoco puedes llamar infantil a toda una generación que no comparte tus absurdas ideas.

Nadie está demonizando el modelo de familia, solo que los tiempos están cambiando y los patrones tanto culturales como sociales se están reescribiendo, así que antes de lanzarse de cara a criticar temas como estos, y también la “ideología de género”, es necesario revisar de qué se trata.

Cuando quiso apagar la fogata, era un incendio forestal

García-Gallardo supo que se le fue de las manos cuando las ediciones digitales de The Guardian y de The Times empezaron a lanzar titulares que lo dejaban como un idiota: «el político que quiere acabar con el sexo casual».

Por eso, salió a decir que no quiso regañar a nadie, porque su relación es algo íntimo y personal —sí, claro—, y que él quiere la gente «viva su vida con libertad y con la responsabilidad inherente a cualquier libertad».

No sé ustedes, pero su mensaje pareció bastante claro y deja mucho que desear, no solo como político, sino también como la representación de su generación. Así que agárrense de la silla, vayan comprando biberones y baberos porque es hora de poblar CyL.