España, un país sin agua

Las reservas de agua en España son cada vez más escasas. Los pueblos sumergidos debajo de las represas vuelven a asomarse producto de la sequía que viene azotando al país, sobre todo en Galicia, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, Cataluña o Navarra.

Según los datos, estas se encuentran en un 39,2% de su capacidad, a diferencia de algunos años cuando en estas mismas fechas con fuertes sequías, se encontraban al 47%.

Las limitaciones en el consumo de agua son parte de las medidas que ahora afectan a la población. En tal sentido se han impuesto fuertes restricciones de racionamiento para paliar la situación que amenaza con continuar. La agricultura es uno de los sectores más importantes que ha sido afectado.

Para Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente: “Este país tiene que disminuir las hectáreas de regadío porque empieza a haber problemas para poder garantizar la sostenibilidad del sector”, recalcando que la situación no se había vivido probablemente desde hace quince años.

Esta medida podría afectar los sembradíos de remolacha, maíz y almendro.

La sequía de 1995

El año 1995 se reconoce en España, por ser el año en el que se dio la sequía más grave de su historia. Una sequía extendida desde 1991 hasta 1995, llegando a limitar el consumo de agua para la población hasta en un 30%.

Las reservas se encontraban en un 28% de su capacidad y en 1995 llegaron al 15%, afectando a más de doce millones de personas.

“En el año hidrológico 1993/1994 se registraron 200 mm —200 litros de agua por metro cuadrado—, mientras que en el siguiente año hidrológico la cantidad se redujo a 196 mm. Es decir, prácticamente la mitad que los años anteriores, cuando se habían recogido unos 365 mm de media, y mucho menos de lo que se considera un índice normal de precipitaciones, en torno a los 650 mm”, destaca Ana Pastor Bermejo, investigadora.

A esto se suma la situación en el sector agrícola, donde se perdieron casi 42 mil millones de euros por baja calidad en las cosechas.

Las medidas

Entre algunas de las medidas que se han tomado, se encuentra la imposición de multas de hasta 3000 euros para quienes derrochen agua, en el caso de Cáceres.

Por otra parte, el gobierno de Pedro Sánchez ha firmado un decreto que establece medidas como el apagado de luces a partir de las 22 horas. Igualmente, establece multas de entre 60 mil euros y 100 millones de euros para quienes violen este mandato.

Este decreto entra en los acuerdos con la Unión Europea para el ahorro energético, que forma parte de las medidas tomadas frente al conflicto entre Rusia y Ucrania.

Por su parte, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que existirá un margen para el cumplimiento de estas medidas.