Pedro Castillo en pleno lawfare y apartándose de la izquierda
El lawfare contra Pedro Castillo ya tiene en su lista a Lilia Paredes, esposa del mandatario peruano, y a su cuñada Yenifer Paredes. Sin embargo, Castillo sigue dando pasos lejos de la izquierda.
Pedro Castillo enfrenta al lawfare prácticamente desde comienzos de su gobierno, cuando aún se mantenía con Perú Libre y aglutinando a la mayoría de la izquierda. El mandatario peruano, ahora denuncia la persecución judicial contra su esposa, Lilia Paredes. También extiende esa persecución hacia otros miembros de su círculo familiar.
“Quieren engrilletar a mi esposa, a mi familia, y quebrarme”, señala Pedro Castillo.
Sin embargo, el evidente lawfare impulsado por la derecha peruana, no hace mella en la derechización del gobierno de Castillo. Es evidente que sigue dando pasos hacia una alineación con los poderes fácticos, sobre todo, en su política exterior.
El caso de Yenifer Paredes
La probable detención y enjuiciamiento de Lilia Paredes, esposa de Pedro Castillo, tendría vinculación con la causa que se le sigue a Yenifer Paredes, hermana de la primera dama. Yenifer está siendo investigada por corrupción por parte de la Fiscalía del Perú.
Este proceso contra Yenifer Paredes, tuvo origen en un reportaje emitido por América Televisión. En él aparece la cuñada de Castillo dialogando con los habitantes de una comunidad en Cajamarca. Allí les informaba de un censo para la construcción de una obra de saneamiento.
Esta obra estaría asignada a la constructora JJM Espino, luego de ser beneficiada por tráfico de influencias, donde Yenifer Paredes habría sido pieza clave. No obstante, lo único irregular que ha podido ser precisado, es que Yenifer habló con las comunidades sin ser formalmente una funcionaria pública.
El trasfondo político
A Pedro Castillo se le ha pretendido ligar a un presunto tráfico de influencias. Ha sido a través de Bruno Pacheco, su exsecretario privado, quien renunció a finales de 2021. También se le siguen investigaciones por otros asuntos, entre ellos, el supuesto plagio de una tesis de grado, en lo que significa un lawfare con varios episodios dentro de sí.
Lo cierto es que el Congreso peruano, y otras autoridades como la Defensoría del Pueblo, no han vacilado en aceptar que todas las investigaciones quieren conducirse hacia la vacancia del primer mandatario. Vacancia intentada hasta en cuatro ocasiones.
Las vinculaciones de Castillo con los casos de tráfico de influencias imputados a Bruno Pacheco, Juan Silva (exministro de transporte), y ahora a Yenifer Paredes, no han podido ser establecidos de manera clara e indubitable.
Romper con la República Saharaui
Pedro Castillo señala las agresiones de la derecha, y al mismo tiempo, le sirve en su propósito de no permitir que Perú se salga del molde. Esto va en contra de la mayoría del pueblo, que votó por Pedro Castillo y su propuesta de izquierda.
Recientemente, el mandatario peruano nombró como canciller a Miguel Ángel Rodríguez Mackay, un internacionalista de derecha. Lo curioso es que había criticado al gobierno de Castillo por restablecer relaciones con Venezuela.
Viraje
El canciller Rodríguez Mackay está concretando el viraje de las relaciones exteriores del Perú. Sospechosamente, las está conduciendo hacia posturas alineadas con los poderes fácticos internacionales.
Una de las decisiones más criticadas ha sido la ruptura de relaciones con la República Saharaui. Estas habían sido recuperadas durante el gobierno de Pedro Castillo, lo cual implica un gesto simbólico de obediencia a la derecha internacional.
Verónika Mendoza, excandidata presidencial y líder del partido de izquierda Nuevo Perú, expresó su rechazo a la decisión de Rodríguez Mackay y al insólito viraje del presidente Castillo.
“El presidente Castillo, como responsable de la política exterior, restableció relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática, luego de que la dictadura fujimorista las rompiera sin razón legítima. Hoy él rompe su compromiso con el Estado y pueblo Saharaui. Esperamos una rectificación y la salida del canciller”, expresó Verónika Mendoza.