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Curiosidades sobre Isabel II de Inglaterra

Despedimos a la ya exreina Isabel II de Inglaterra. Lo hacemos con un repaso sobre los extraños privilegios que tenía, curiosidades, y también nos detendremos en algunas de las ausencias en su propio funeral.

La reina Isabel II pasará a la historia como uno de los personajes más reconocidos e importantes, no por la tradición monárquica, sino también por ser testigo de numerosos acontecimientos que marcaron al mundo. Nos referimos a hechos importantes como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y la caída de la Unión Soviética, entre otros.

Además, su periodo ha sido de los más significativos del Reino Unido debido a los cambios, el advenimiento de la modernidad y otros eventos que transformaron tanto al país como al resto de los Estados.

En febrero de este mismo año, Isabel II había cumplido 70 años al frente de la monarquía británica. La asumió a una temprana edad, después de enterarse de la muerte de su padre Jorge VI.

Y así es como casi consiguió el récord con el reinado más largo. Fue solamente superada por el de Luis XIV de Francia, quien permaneció 72 años en el trono; Rama IX, rey de Tailandia durante 70 años y 126 días, y Juan II, quien fue el príncipe de Liechtenstein por 70 años y 91 días.

Una gobernante bastante “excéntrica”

Mi mamá suele preguntarme cómo es que todavía existen los sistemas monárquicos, pues, están más por tradición que por una verdadera utilidad. Pero bueno, lo cierto es que Isabel estaba llena de curiosidades y cuestiones bastante peculiares.

Esto sin mencionar los escándalos de la Corona, que se veía obligada a controlar mediante la red de comunicaciones del Palacio de Buckingham. Tenemos varios ejemplos en el divorcio de su hijo Carlos con la Princesa Diana, y luego la rebeldía de su nieto, Harry, quien protagonizó varios titulares vergonzosos.

Los invitados y los que quedaron por fuera

Cientos de dirigentes extranjeros y monarcas fueron invitados al funeral de Estado de la reina Isabel II. Aconteció el lunes 19 en Londres, convirtiéndose en una de las mayores reuniones diplomáticas en décadas, lo que implicó la asistencia de importantes líderes mundiales.

En un gesto con consideraciones políticas, un puñado de países como Rusia, Afganistán o Venezuela, no recibieron invitación para el primer funeral de Estado británico desde 1965.

Rodeada de privilegios

Una cosa que podemos asegurar es que la vida que llevan los miembros de la realeza es muy singular y está llena de protocolos a seguir para cualquier cosa. Esto es así porque se rigen bajo reglas estrictas que especifican hasta las áreas más simples como el vestirse, qué comer, cómo comportarse, un horario para ir a dormir o cómo sentarse, entre otras cuestiones.

Es decir, de los creadores de “no pueden vestir de negro a menos de que haya fallecido alguien”, llega “no se les tiene permitido comer ajo”. Suena a que es terrible.

A grandes rasgos, estas cuestiones “pasan a un segundo plano” cuando revisamos todas las ventajas que tenía Isabel, porque podía acceder a ciertos beneficios extraños y otros muy útiles. Así que sí, la reina tuvo la facultad de romper ciertas leyes, las cuales nosotros —pobres plebeyos— tenemos limitadas.

  • Todos los trajes de la reina Isabel II estaban numerados. De esta manera, se evitaba que llevara el mismo conjunto dos veces en fechas demasiado próximas entre sí.
  • No necesitaba pasaporte para viajar. Tampoco carnet de conducir y la policía no podía multarla por tal motivo. 
  • La reina también podía permitirse el lujo de exceder los límites de velocidad.
  • Por las mañanas tenía un ritual —muy absurdo— leer diferentes periódicos… planchados por sus empleados.
  • La reina no estaba obligada a pagar impuestos.
  • Gozaba de inmunidad, al igual que en España la tiene el rey. Por lo tanto, no podía ir a la cárcel ni tampoco ser objetivo de investigaciones criminales.
  • A todos los viajes la acompañaba su médico personal. Este viajaba con bolsitas con su tipo de sangre, por si sucedía algo grave y necesitase una transfusión. Sí, muy común eso.

Si eres fanático del drama y la historia, creo que es buen momento para reavivar las discusiones sobre The Crown en Netflix y criticar a la monarquía.