El vaso medio vacío de la CELAC
Los cancilleres de la CELAC se reunieron en Buenos Aires y han revisado todo lo logrado. Sin embargo, entre los principales retos tendrían que figurar el fortalecer la autodeterminación y la eficacia política, frente a los desafíos de un sistema mundial colapsado por la guerra.
La CELAC debía funcionar como contrapeso a la OEA y al sistema interamericano. Al menos fue así como se planteó en un principio. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es la única instancia que logra reunirlos a todos. Desde el río Grande hasta la Patagonia, aun por encima de las diferencias ideológicas.
En la XXIII Reunión de Ministros y Ministras de la CELAC, se revisó todo lo logrado. No obstante, la declaración reconoce que existen todavía desafíos comunes en torno a, principalmente, una deuda social todavía lejos de superar. Además, hay que tener en cuenta que esta ha sido agravada con la pandemia.
Lo que no se dijo
El vaso medio vacío se percibe en lo que no se dijo. Hablamos sobre puntos como el apoyo a Venezuela y Nicaragua, excluidos al igual que Cuba de otras convocatorias hemisféricas, y la ausencia del llamado a la autodeterminación, suplantado por una tímida referencia al multilateralismo.
Durante su presidencia pro tempore, Andrés Manuel López Obrador sacó del congelador a la CELAC. Logró reunir a todos los cancilleres de la región, y al cierre, a la mayoría de sus presidentes, jefes de Estado y de gobierno. Durante la presidencia pro tempore de Alberto Fernández, las cosas han cambiado un poco de color.
Este 2022, a pesar de la fuerte postura asumida en la Cumbre de Las Américas, el protagonismo de la CELAC se ha reducido un poco. Coincide con momentos en los que la crisis desatada por la guerra, coloca a Latinoamérica en otras condiciones de negociación (de ventaja) frente a los EEUU y la Unión Europea.
Puntos tratados
La superación de la pobreza y las desigualdades, la creación de mecanismos de autosuficiencia sanitaria en casos como la pandemia de la Covid-19 y el tema ambiental, han sido preocupaciones reiteradas en la declaración de la XXIII Reunión de Ministros y Ministras de la CELAC.
La lucha contra las drogas también ha estado en la agenda, pero todos los puntos refieren, principalmente, a manifestaciones de voluntad que tocan lo concreto en puntos como la interconexión eléctrica regional, y la creación de fuentes alternativas de energía.
Otro de los asuntos que se han tratado, ha tenido que ver con el hecho de alcanzar los objetivos de la agenda ONU 2030 para el desarrollo sostenible.
El vaso medio vacío
Dos puntos clave que no se han tocado tienen que ver con Venezuela y Nicaragua, y es que EEUU mantiene el esquema de sanciones económicas contra estos países.
Paralelamente a la reunión de ministros de la CELAC, los EEUU anunciaron la extensión de alcance del decreto ejecutivo que ahora prohibirá la exportación del oro. Recordemos que esta es una de las industrias más pujantes del país centroamericano.
En el caso de Venezuela, la presión sobre el tema migratorio, con diversas y cada vez más macabras maniobras destinadas a perjudicar a los venezolanos que salen hacia EEUU, no se ha tocado prácticamente en ningún punto.
EEUU trata la “crisis migratoria” como si no tuviera que ver en el impulso de esta ola. La CELAC tampoco asoma una posición contundente sobre este hecho. Hecho que, por cierto, presenta varias aristas. Entre otras, la participación comercial de elementos militares estadounidenses, evidenciados documentalmente por los propios medios de comunicación norteamericanos.
Y queda pendiente el asunto del avión venezolano retenido en Argentina. Habiéndose liberado a todos sus tripulantes, los EEUU piden su embargo y el Estado argentino permite su retención.