Gerardo Iglesias y el servicio sanitario español
Gerardo Iglesias sigue con su lucha por una sanidad pública y eficiente. Por ello, denuncia todo aquello que considera que se puede mejorar.
Gerardo Iglesias es hoy un reflejo de la constancia y la coherencia que otorga creer y construir una posibilidad distinta. También es la imagen de todo lo mal cosido que está el sistema sanitario español.
Para un hombre de 77 años, comparecer ante un grupo de periodistas desde su silla de ruedas y el dolor que lamentablemente le acompaña, nos habla del laberíntico esfuerzo que implica develar lo deshumanizante que puede ser el servicio público, ante las dolencias físicas de un minero hecho político.
Las denuncias realizadas por Gerardo Iglesias, nos plantean emergencias relacionadas con elementos básicos y a la vez esenciales. Hablamos de la salud y la visibilización de la precarización en las condiciones de vida, cuando no se tiene cómo pagar, y aún peor, cuando se siente que el Estado te devuelve tus requerimientos en ausencias y cambios de fechas y soluciones.
El manifiesto y la razón
Sin embargo, la indignación dio paso a la movilización. Cientos de personas se han adherido y firmado un manifiesto, en respaldo a un escrito de apoyo, elaborado por familiares y amigos de Iglesias.
Personas de la política como diputados y alcaldes, gente de las artes, amigos, en fin, aquellos que arriman el hombro y levantan la voz.
La lucha es del fundador de IU y ex secretario general del Partido Comunista Español, pero también de miles de españoles que encuentran en el servicio sanitario una pared infranqueable. Una fuente inagotable de contradicciones aún por desnudar.
Las aberrantes listas de espera denunciadas son parte sustantiva del problema, una suerte de fortuna o derrota que los usuarios del sistema público deben asumir.
Su dolencia
Iglesias fue víctima de un accidente laboral que, desde principios de los noventa. lo ha obligado a divagar entre médicos y medicinas, de allí su cercanía con esta realidad y con la indiferencia.
Desde las puertas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), exige, no privilegios como aduce su hijo, sino un trato respetuoso y resolutivo de su grave problema de salud.
Hombres como Gerardo Iglesias han permitido formar a nuevas generaciones capaces de seguir su ejemplo. Son hombres con un peso específico en la historia de la izquierda española. Es hora de actuar, solidarizarse y obtener una salida.