Jeff Bezos no permite a sus empleados ni ir al baño

Jeff Bezos sigue dando que hablar. Eso sí, no por el éxito de Amazon, si no por sus prácticas esclavistas.

Las recientes denuncias de Mercedes Wedaa, exempleada doméstica de Bezos, recuerdan a momentos de la esclavitud que se creían superados, con prácticas que algunos millonarios aparentemente no han dejado de perpetuar.

Sin descansos y sin poder acceder al baño

Según el testimonio de Wedaa, los turnos impuestos por el empresario a su servicio doméstico tenían una duración de 14 horas sin descanso. Además, también involucraban otra serie de condiciones inseguras e insalubres de trabajo.

“No había un baño razonablemente accesible”, argumenta Mercedes Wedaa en una demanda por daños y perjuicios entablada contra Jeff Bezos.

En la misma, Wedaa asegura que varias empleadas contrajeron infecciones urinarias. No podían acceder a un lavabo adecuadamente, ya que para ello debían entrar por una ventana a una sala de máquinas.

De hecho, el personal de limpieza no podía entrar a la mansión de Bezos para acudir a alguno de los baños mientras la familia estaba allí presente.

El patrón Jeff Bezos

Algo sucede con el magnate. Es pertinente recordar que ha sido Amazon una de las principales empresas que ha visto resurgir un fuerte sindicalismo de base, en atención a las precarias condiciones de trabajo de quienes mantienen a esa empresa de pie.

Amazon Labor Unión (ALU) fue el primer sindicato conformado en medio de la nueva ola sindicalista que recorre los EEUU.

Dos de sus fundadores, Tristan Lion y Jordan Flowers, fueron despedidos injustificadamente. ¿El motivo? Organizar un sindicato que se propone, principalmente, para asegurar relaciones de respeto entre la cúpula y los trabajadores de Amazon.

En el caso de Jordan Flowers, su despido lo pone en condiciones de máxima vulnerabilidad y peligro para su salud. Este sufre de una enfermedad autoinmune que no puede tratar sin la ayuda de un seguro médico.