Y llegaron nueve futbolistas del cuarto clasificado en la liga de su país, en Arabia Saudí, reforzados con otros dos beduinos, y le endosaron con toda justicia un 1-2 a Argentina.
La ventaja de la fase de grupos es que, de momento, un error se puede corregir. Argentina jugó sin esa chispa, sin esa tensión necesaria si quieres vencer en un torneo de estas características y lo pagó bastante caro. Aunque hubiese sido todavía mucho peor si no llegan a empatar los otros dos miembros de su grupo, México y Polonia.
Hoy en día, cualquiera de los futbolistas presentes en el torneo sabe, evidentemente, jugar al fútbol. Pero es que además son auténticos atletas. Y si no te pones las pilas, pues puede que te pasen por encima. Y de todos modos, ojalá me equivoque por el bien del espectáculo, pero me parece que Messi ya no es el del Barcelona.
Y este es el héroe de la jornada, un tipo al que no pueden seguir algunos de sus jugadores en las sesiones de gimnasia y que fue capaz de hacer campeón de África a…¡Gambia!
Los petrodólares han elegido bien al entrenador. Con ustedes, Hervé Renard.
A Scaloni, seleccionador de Argentina, se le quedó otra carita.
México 0, Polonia 0
Partido en el que el miedo a perder parecía ser el protagonista, sobre todo por parte de México.
Nada reseñable, salvo la actuación impecable del veterano portero mexicano “Memo” Ochoa, que incluso le paró un penalti a un tal Robert Lewandowski.
Dinamarca 0, Túnez 0
Un partido muy entretenido pese a lo parco del resultado. El fútbol es precioso cuando se juega con ilusión y entrega.
Lo malo es que a ambos les faltan goleadores (y a Dinamarca algún futbolista que recuerde, aunque solo sea lejanamente, a aquellos monstruos que siempre tuvo, pues con Eriksen solo no le llega).
Ojo con los países africanos, nos gustó casi más Túnez.
Y ahora esta imagen imposible (que os aseguro no es un montaje), junto a los avanzadísimos y en esta ocasión frustrados daneses, hay una sumisa y vejada mujer pese a su sonrisa, a la que deseamos sinceramente que sus hijas no se vean obligadas a cubrirse de esa guisa.
La grandeza del fútbol, pese a todo, y la unión entre las gentes.
Francia 4, Australia 1
En este Mundial vamos a ver muchas sorpresas. Francia, a punto estuvo de dar otra campanada similar a las que ya se están produciendo. Vean el golazo australiano, precioso en su ejecución (lástima que no sea un vídeo):
Francia luego apeló a su clase, a su esfuerzo, y por qué no decirlo, a su tradicional bon chance en esta clase de eventos, empatando con un buen tanto y beneficiándose, casi a continuación, de la bisoñez de los australianos que, literalmente, les regalaron el segundo.
Lo demás ya fue coser y cantar.
Por cierto, hoy es el turno de España.
Salud y trabajo.