Enrique Santiago es el Secretario General del PCE, y también diputado y portavoz adjunto de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados de España. Su peso político en la coalición que conforma el gobierno del país ibérico es muy importante.
Días atrás, la ministra de exteriores de ese gobierno, Arancha González Laya, realizó unas declaraciones sobre el reconocimiento de las elecciones legislativas que se celebrarán en Venezuela el próximo 6 de diciembre, en las que se alineaba con la Unión Europea, adelantando un posible desconocimiento del resultado de las mismas.
Hablamos con el alto dirigente de Unidas Podemos para conocer la posición del partido que lidera, y sus impresiones sobre la actual situación en el país caribeño.
Como jurista, ¿cree que existen violaciones a la ley en el actual proceso electoral que se está dando en Venezuela?
En primer lugar ¿a qué ley nos referimos? Venezuela es un país soberano, y debemos preguntarnos quién, y por qué, los europeos nos arrogaríamos la potestad de establecer la ley en Venezuela.
Debemos preguntarnos también quién es oposición real y quién no lo es en Venezuela, quién y cómo se decide eso. En Venezuela existe un sector de la oposición venezolana que ha decidido presentarse a las elecciones, por tanto esa misma oposición reconoce la legalidad de la convocatoria. Hay otro sector de la oposición que no se presentará. Respetamos ambas decisiones.
Hasta que no concluya la agresión a Venezuela, es realmente cínico exigir que la vida política en el país se desarrolle en condiciones de normalidad. Enrique Santiago, Secretario General del PCE y portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados por Unidas Podemos.
Venezuela ha sido sometida a un minucioso escrutinio cada vez que han celebrado unas elecciones o una consulta a su pueblo, y esto viene sucediendo desde que el presidente Chávez accedió al poder, hace ya más de veinte años.
Los informes de los observadores, incluido el Centro Carter -uno de cuyos fines es precisamente actuar como observador en procesos electorales-, siempre han certificado la legitimidad y transparencia de las elecciones.
Pero una y otra vez una mayoría de venezolanos se empecinan en votar por el cambio que se produjo en Venezuela, se empecinan en no regresar al pasado, a los años de exclusión. Y parece que cuando los resultados no gustan, o no responden a lo que los europeos esperamos, cuando no se puede demostrar un fraude, tal y como se intentó en Bolivia el pasado año, entonces hemos de buscar otra forma de deslegitimar. No vamos a entrar en ese juego.
¿Por qué el gobierno de España ha expresado por voz de la ministra de exteriores Arancha González Laya que no reconocerá el resultado de las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo 6 de diciembre?
España no tiene adoptada aun una posición sobre el reconocimiento o no de las elecciones del próximo 6 de diciembre. De momento, la UE ha pedido su aplazamiento hasta que existan condiciones favorables según su criterio, y España es parte de la UE. Pero la norma constitucional en Venezuela obliga a que las legislativas se celebren ese día.
Nuestra posición es garantizar que el dia 6 de diciembre se celebren las elecciones legislativas con las debidas garantías, como siempre ha ocurrido en Venezuela.
El PCE, siendo parte importante del ejecutivo español, ¿sostendrá su postura en favor del gobierno de Nicolás Maduro?
El PCE mantiene una posición muy clara de defensa de la no injerencia y el respeto a la soberanía de los pueblos. Nos mantendremos firmes en ello y los seguiremos defendiendo en todas los espacios e instancias, en el caso de Venezuela y en el caso de otros países.
Para el próximo día 6 de diciembre apoyamos las candidaturas del PSUV y del Gran Polo Patriótico y llamamos a todas las fuerzas venezolanas de la izquierda a que las apoyen.
El bloqueo y las sanciones comerciales y económicas contra Venezuela deben cesar, al igual que el acoso militar por parte de los EEUU y sus aliados en la región. Hasta que no concluya la agresión a Venezuela, es realmente cínico exigir que la vida política en el país se desarrolle en condiciones de normalidad.