El pueblo venezolano, una vez más, ha reiterado su vocación democrática y pacifista al protagonizar este 6 de diciembre de 2020 una extraordinaria jornada electoral, caracterizada por la concordia, el civismo y una clara determinación de seguir afianzando las vías del diálogo y la paz, que ha abierto e impulsado el Gobierno Bolivariano con amplios sectores de la vida nacional, con la suma, en los últimos meses, de referentes políticos de oposición.
El próximo 5 de enero de 2021, como establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se constituirá la nueva Asamblea Nacional, conformada por 277 diputados electos en votaciones libres, plurales y verificadas. Se iniciará un nuevo momento en el desarrollo de la democracia venezolana, que renueva la esperanza de los venezolanos y venezolanas en la deliberación democrática, la tolerancia, la convivencia y la consolidación de un Estado que garantice el bienestar de las grandes mayorías y preserve los intereses de la Nación.
Todos los reportes llegados de Venezuela, incluyendo el de los veedores internacionales, varios expresidentes y los propios medios de comunicación extranjeros asistentes al evento electoral, dan muestra de la tranquilidad y normalidad institucional en la que se desarrollaron estas elecciones. El pueblo venezolano participó en paz y con todas las garantías, pese a la pandemia y a las dificultades derivadas del criminal bloqueo económico y financiero, las amenazas de invasión, la hostilidad y el boicot nacional e internacional a estos comicios.
El pueblo contó con el Poder Electoral que dispuso de una eficaz y eficiente organización, con una estructura tecnológica vanguardista y un arbitraje transparente y confiable que asegura el ejercicio de los derechos políticos de elegir y ser elegidos. Los entes del Estado pusieron su empeño para que se cumplieran las reglas democráticas básicas y se ofrecieran todas las garantías acordadas por el gobierno nacional y la oposición en la Mesa de Diálogo Nacional.
Contó además con la participación de más de 300 acompañantes internacionales, de 34 países del mundo y mil 500 veedores nacionales, quienes constataron la pulcritud del proceso y la vigorosidad de la democracia venezolana.
El pueblo venezolano, con su inequívoca vocación democrática y dialogante, pidió con su voto que se respete el fruto del diálogo entre venezolanos. Ha exigido con su voto que cesen las agresiones, que cese el bloqueo, una estrategia fracasada que no ha logrado ni logrará su propósito de derrocar al gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro, pero que ha causado inmensos sufrimientos a nuestro pueblo y cuantiosas pérdidas materiales al país.
Comienza ahora una etapa de recomposición, de carácter patriótico, de defensa de la soberanía nacional y de confluencia política social y económica de Venezuela, desde la recién electa Asamblea Nacional. Una nueva etapa de diálogo con todos los sectores políticos, sociales, populares y productivos, que permitan el desarrollo libre e independiente de nuestra democracia y nuestra economía.
El Presidente Nicolás Maduro, ha manifestado su respaldo a la propuesta de instalar una nueva Mesa de Diálogo Nacional, a la que serán invitados todos los actores de la oposición, incluso los que no participaron de este proceso electoral, para establecer lineamientos que definan una agenda en materia económica y política, con la cual revertir las sanciones y enrumbar al país por la senda de la prosperidad.
Es un despropósito que los sectores de oposición antidemocráticos que impulsan medidas coercitivas unilaterales, contrarias al Derecho Internacional, que solo han servido para causar dolor en la población venezolana, pretendan erigirse como auténticos patriotas. Es un despropósito que esos sectores antidemocráticos, responsables de golpes de Estado, intentos de magnicidios, sabotajes, violaciones a los Derechos Humanos de nuestra población, incursiones mercenarias, invocaciones a invasiones militares extranjeras, sigan recibiendo respaldo desde el exterior. Para mayor evidencia, y vergüenza patriótica, hace pocos días, portavoces del gobierno de Estados Unidos reconocían que estaban retrasados en el abono de los salarios que pagan a los “representantes” de Juan Guaidó en el exterior.
No ha sido fácil llegar hasta aquí. Corresponde a los 277 diputados electos, tanto de las fuerzas que apoyan la Revolución Bolivariana, como de los partidos de la oposición democrática, impulsar el conjunto de leyes que promuevan la recuperación económica, los valores de la convivencia democrática y de la institucionalidad en Venezuela, que es el rumbo que merecen los venezolanos, las venezolanas y los millones de migrantes que han hecho de Venezuela su Patria.
A la solidaridad internacionalista agradecemos su acompañamiento y apoyo, siempre presente en nuestras luchas y empeño por fortalecer la democracia venezolana, asediada por factores políticos de extrema derecha nacional y por actuaciones imperialistas externas.
Sobre el sacrificio de nuestro noble y muy consciente pueblo, reposa esta gran victoria para la democracia y la paz que tanto anhela y merece una tierra de próceres e historias libertarias. Se han impuesto los votos y el diálogo, por la voluntad de millones. Con un nuevo Parlamento, Venezuela podrá avanzar en la reconstrucción de la economía y la paz social del país.
Voto a voto el pueblo venezolano está labrando ese camino, y seguirá en su empeño, hasta hacerlo perdurable.
¡Viva la paz, viva el diálogo!
¡Viva el pueblo de Venezuela!
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