A menos de dos meses de las elecciones presidenciales en Bolivia, las encuestas posicionaron en primer lugar al actual presidente de la República, Evo Morales. El líder indígena reafirma el apoyo de su pueblo para un posible cuarto mandato. Movimientos sociales, sindicales e indígenas respaldan las estrategias económicas, políticas y sociales implementadas en todos estos años de Gobierno.
Antes del año 2006, Bolivia era considerado uno de los países mas pobres de la región, incluso era comparado con Haití. En el aspecto político, vio pasar casi cinco presidentes durante el periodo de tiempo que va desde 2001 a 2005. Cerca de 20 años el mandato boliviano estuvo en manos de partidos neoliberales que se ensuciaron las manos de corrupción económica y discriminaron a gran escala al sector indígena.
En el pasado año 2005, la candidatura de Evo Morales, un sindicalista cocalero, despertó fuertes críticas de quien entonces era el embajador de EEUU, Manuel Rocha, que manifestó que las relaciones bilaterales con el país norteamericano estarían en riesgo, pues afirmaba que Bolivia se convertiría en un país que exportaría cocaína. No obstante, en el proceso electoral con un 54% de votos a favor, Morales fue elegido como el primer presidente indígena del país.
Su administración partió con propuestas para impulsar la economía y generar políticas a favor de los derechos de los indígenas. Como forma de alcanzar esto, emprendió la nacionalización de los hidrocarburos, que se encontraban bajo el poder de empresas petroleras transnacionales. De igual manera, instaló una Asamblea Constituyente para garantizar la participación indígena, rompiendo barreras de exclusión social y racial.
El impulso económico sostenido por Bolivia lo determinó como uno de los países de Latinoamérica con un alto crecimiento económico, que alcanza casi el 5%. Los sectores sociales y sindicalistas respaldaron su proyecto, por lo que lleva alrededor de 14 años en el poder, y este próximo 20 de octubre de 2019, se definiría su cuarto periodo presidencial.
Su última candidatura causó críticas por parte de la oposición, pues según el decreto estipulado en el Referéndum del 2016, Morales no podría acceder a una reelección. Sin embargo, el primer mandatario presentó un fallo ante el Tribunal Constitucional para habilitar la reelección indefinida, lo que le dio paso a su candidatura.
En julio de 2019, el presidente presentó en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) su plan de Gobierno y la lista de candidatos que conformarían el Parlamento boliviano por el Movimiento al Socialismo (MAS). Allí anunció que sus propuestas de campaña se centrarán en el crecimiento económico y la justicia social. Además, mencionó una posible alianza con el sector privado y empresarial. Continuará con la lucha de la pobreza promoviendo programas de ayuda social como bonos estatales.
Mientras tanto, los candidatos opositores no muestran una variación que marque la diferencia del plan de trabajo del Gobierno de Evo Morales, pues se han centrado en manejar un discurso que cuestiona la democracia con la continuidad del gobierno del presidente. Manifestaron su intención de reestablecer la institucionalidad y la lucha contra la corrupción, critican las reformas del Gobierno, mas no proponen ideas claras de gestión, a favor del beneficio del pueblo boliviano.
Las encuestas realizadas por medios de comunicación y empresas consultoras arrojan resultados favorables para Evo Morales, que a través de estudios preliminares contaría con el voto de los bolivianos.
En el levantamiento de datos realizado en julio de este año, la encuestadora “Mercados y Muestras” determinó que el 35% de ciudadanos encuestados votarían a favor de Evo Morales. Mientras que, con menos de ocho puntos le sigue el candidato por Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, con un 27% de apoyo, y quien también fue presidente de la República en el período del 2003 al 2005. En tercer puesto se ubica Óscar Ortiz por el partido Bolivia dice No, con el 11% de aceptación.
Por otro lado, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (GELAG), por medio de un estudio realizado en el mes de agosto, marcó que la tendencia de intención de voto la encabezaba Evo Morales con el 43.4%. Mientras que Carlos Mesa alcanzaría el 25.1% y Óscar Ortiz con el 12.8%. Las leyes electorales de Bolivia establecen que para que un candidato sea proclamado presidente, deberá alcanzar mas del 40% de votos, con una diferencia del 10% del segundo contrincante. De no cumplirse las cifras se convocará a una segunda vuelta electoral.
Estos serían los candidatos más fuertes en la contienda electoral del 2019. Por un lado, buscan sobrepasar la agenda 2025, planteada por el mandatario para impulsar una economía digital, la industrialización y transformación productiva. Óscar Ortiz planteó crear un ajuste de impuestos para el sector empresarial. Mientras que Carlos Mesa, aseguró que, de llegar al poder, eliminaría el supuesto despilfarro en la inversión pública y la auditoria a los proyectos del Estado.
Aunque en los últimos días los medios de comunicación bolivianos han afirmado la caída de aceptación en la campaña política del presidente Evo Morales, a causa del incendio que afecta la Amazonia de Brasil y Bolivia. Ante la opinión internacional ha sido reconocido por su rápido actuar con la emergencia ambiental.