Como resolución del golpe de Estado la celebración de nuevas elecciones en Bolivia era predecible. Tras la renuncia de Evo Morales, la ficción teatral de una democracia institucional trazó el camino para alcanzar un acuerdo forzado de cara a los comicios. Los pasos a seguir han sido los mismos que ha repetido el también autoproclamado Juan Guaidó, “cese de la usurpación, gobierno de transición, elecciones libres”.
Frente a esta tesitura se encontró la actual presidenta del Senado, Eva Copa. Su paso hacia a delante, “porque soy alteña, porque no tengo otra salida, porque no me voy a ir de Bolivia a otra parte: no tengo por qué escapar”, en los momentos difíciles ha posibilitado que el bando opositor debiera presentar la Ley ante el Senado, evitando así que fuera por decreto.
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Puede considerarse que la apuesta de los diputados del proceso de cambio fue también la de lograr una salida electoral por tal de poder negociar diversas condiciones. Entre ellas el regreso de Evo Morales y García Linera y una amnistía para los detenidos de estos días. El Gobierno de facto lejos de querer mostrar una imagen de debilidad ha confrontado dicha situación con una postura de tensa calma con la amenaza implícita constante de volver a sacar a las Fuerzas Armadas a las calles.
La firma del acuerdo para las elecciones fue una circunstancia que parecía inevitable, a menos que el gobierno de facto decidiera clausurar el Poder Legislativo, algo que no resultaba probable tras los primeros días y los pasos acontecidos del golpismo.
Recientemente Luis Fernando Camacho se presentó, junto a Marco Pumari, como el binomio opositor que se postulará por parte del bando golpista. En el bando del MAS la duda sigue abierta. Aunque cabe destacar que las recientes declaraciones y acciones de Eva Copa han sido recibidas por el pueblo boliviano gratamente. En las calles, Copa, se postula como una futura dirigente del MAS, a pesar de que sobre ella se ha cernido un cerco mediático profundo con la intención de ensombrecerla.
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Dentro de este contexto ayer reapareció Andrónico Rodríguez, vicepresidente de las Seis Federaciones del Trópico, quién según los medios de comunicación está llamado a ser el sustituto de Evo Morales. Dijo que hay una “estrategia envolvente” para que el MAS pierda las próximas elecciones generales por lo que llamó a todos los sectores que conforman este partido a prepararse para los comicios y no desgastar el movimiento. Así constató un llamado a la unidad.
A lo largo de esta semana se han convocado los diversas organizaciones y movimientos sociales cercanos al MAS para esclarecer la situación y perfilar el rol que debe llevarse a cabo durante este período, relevante y decisivo.