The news is by your side.

Bolivia entre Pandemia, Corrupción y Elecciones 2020

Bolivia ha sufrido el golpe de la Pandemia como el resto de países de América. Llegando a más de 83 mil contagios dentro de los cuales han fallecido más de tres mil bolivianos, según la Universidad Johns Hopkins, dentro de los cuales un cierto número en plena calle.

Gestión del golpismo ante la Crisis del COVID-19

La gestión de la pandemia se mezcla con la especial situación política que atraviesa el país tras el golpe de estado a Evo Morales en el 2019.  Desde marzo Bolivia se encuentra en cuarentena y una oleada de críticas por el deficiente actuar ante la emergencia. Hospitales cerrados, renuncia a su trabajo por parte del personal sanitario, insuficiente insumos y materiales al personal de salud y manifestaciones del pueblo en contra del gobierno golpista. Mismo encabezado por Jeanine Áñez (quien también dio positivo por COVID-19) quien acusa al Movimiento al Socialismo (MAS) de ser los agitadores de estas protestas.

Por su parte, miembros del MAS han denunciado persecución contra quienes pidan una mejor gestión de esta emergencia. Además el expresidente Evo Morales ha escrito en redes sociales: “Ni las amenazas ni la represión dan de comer. Criminalizando a los Movimientos Sociales, no resolverán la crisis que vive nuestro país y sufre nuestro pueblo”.

El debate de la crisis sigue en el Ejecutivo con el último decreto de “calamidad pública”, en donde con la medida le permita disponer más recursos para la “pandemia”. La norma no precisa montos, ni fuentes del financiamiento. Pero la Constitución permite al presidente “decretar pagos no autorizados por la ley del presupuesto, únicamente para atender necesidades impostergables derivadas de calamidades públicas”.

Mientras en el Legislativo se enfrenta los golpistas contra los miembros del MAS (con mayoría parlamentaria) quienes se niegan a aprobar un crédito por US$ 327 millones del Fondo Monetario Internacional (que ya sabemos cómo cobran los créditos en américa latina). Mismo que buscaba la aprobación urgente de este crédito por parte de Añez. Para disponer de recursos en el “pago de 500 bolivianos” a unos tres millones de personas afectadas por la cuarentena.

Créditos y donaciones

Pero la posición  pidió un informe al gobierno golpista sobre el destino de US$ 1.350 millones que recibió en más de seis créditos y ocho donaciones de entidades nacionales e internacionales que se debió de invertir para enfrentar la crisis de la pandemia por el COVID-19.

>Plan Cóndor del siglo XXI (VI): la imposición de supremacismo en Bolivia<<

Por su parte el Candidato a Presidente por el Partido MAS, Luis Arce, ha estado manifestando su consideración que la cuarentena y su prolongación no son medidas suficientes para enfrentar la enfermedad. Y que el aislamiento tiene un fuerte impacto en lo económico y social y que debe ser acompañado de otras iniciativas obviadas en su momento por las autoridades. No se pude combatir el coronavirus sin más pruebas, equipos de bioseguridad, camas, respiradores, tratamientos, transparencia y coordinación.

Corrupción de los golpistas provoca la situación de crisis con el COVID-19

En Bolivia la administración de Áñez ha sido señalada de cometer nepotismo. Manejo de recursos públicos para efectos personales, manipulación de empresas estratégicas, irregularidades en el gabinete ministerial y de extender su permanencia en el Gobierno. Y recientemente se desató un escándalo por la compra, con presunto sobreprecio, de 170 ventiladores mecánicos para hacer frente a la crisis sanitaria.

Caso de corrupción conocido como caso “respiradores”, con el exministro de Salud Marcelo Navajas. Quien fue destituido y encarcelado por pagar sobreprecios de este vital material en la pandemia de coronavirus. También fueron arrestados el director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Salud, Fernando Valenzuela; y el director de la Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento Médico (AISEM), Giovanni Pacheco.

Los 170 respiradores que fueron adquiridos por un contrato de 4.773.600 dólares, según dijo la presidenta de facto, Jeanine Áñez. Es decir, cada equipo costó 28.080 dólares y posteriormente se conoció que se comercializaban entre 10.360 y 12.000 dólares. Además, se demostró que esos respiradores no son adecuados para atender a los pacientesde covid-19, ingresados en unidades de cuidados intensivos.

Luis Arce candidato del Movimiento al Socialismos (MAS) favorito para ganar las elecciones en todos los sondeos y encuestas electorales.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia decidió nuevamente postergar la fecha de las elecciones presidenciales hasta el 18 de octubre. La votación, fijada para el 6 de septiembre, queda aplazada por la pandemia de coronavirus. En medio de una profunda brecha política entre el Gobierno interino de Jeanine Áñez y el partido del expresidente Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS).

La autoridad electoral parecía comprometida con la idea de convocar para el 6 de septiembre. Pero ha cambiado de opinión luego de una fuerte presión por parte del oficialismo y de grupos opositores menores para que aprobara la postergación. Éste es el segundo aplazamiento que sufren los comicios, que primero estaban convocados para el 3 de mayo.

La decisión de inmediato provocó el rechazo de los representantes del partido de Evo Morales. El movimiento político que reclama con más vehemencia elecciones lo más pronto posible y que controla la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y así también por el pueblo boliviano, quienes han hecho movilizaciones a través de organizaciones sociales y gremiales bolivianas. Comenzaron con bloqueo de avenidas en varias regiones del país como Cochabamba, Pongo, Sayari, Confital y Bombeo.

Las encuestan dan la victoria al Partido MAS

Por otra parte, el candidato Luis Arce del Partido MAS, recordó que las encuestas están reflejando la escasa credibilidad del Gobierno de Áñez. En contraste con los altos niveles de popularidad que tiene el MAS con miras a los comicios.

La cadena boliviana ATB señalaba que el Movimiento al Socialismo (MAS) encabezado por el exministro de Economía Luis Arce como candidato a presidente, y al exministro de Relaciones Exteriores David Choquehuanca como aspirante a la Vicepresidencia, tiene una intención de voto del 32.6 %. Y luego parece Comunidad Ciudadana (CC) con el 19.2 %, que vuelve a presentar a Carlos Mesa como postulante a la Presidencia y a Gustavo Pedraza para ser elegido vicepresidente.

Otro sondeo de la firma Estudios y Mercados también le asigna a Arce el primer lugar con el 32%, a Mesa 23% y a Áñez 21%. Así también una encuesta realizada por Ciesmori coloca la intención de voto en favor de Arce, quien se ubica en un 33.3%. Por su parte, el expresidente boliviano, Carlos Mesa y la actual presidenta del Gobierno de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, registraron 18% y 16%, respectivamente, en el sondeo.

Y la más reciente realizada por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), en donde también Luis Arce encabeza las preferencias de la ciudadanía de cara a la próxima cita electoral con un 41.9% de intención de voto. Seguido de Carlos Mesa 26.8% y en tercer lugar se ubica la actual presidenta Áñez con 13.3% de apoyo.

Esto demuestra la razón por la cual los poderes en Bolivia buscaron inhabilitar a Luis Arce y anular la personalidad jurídica del Partido Movimiento al Socialismo (MAS). Siendo nuevamente una estrategia de violentar la democracia (como ocurrido en el 2019) y la voluntad de elección del pueblo boliviano.