En esta campaña que comienza, van a intervenir los ecos de dos acontecimientos: la sentencia del “Procés” y las posteriores manifestaciones ocurridas en las calles de Cataluña; y la exhumación del dictador Franco del Valle de los Caídos. Ambas cuestiones serán utilizadas tanto por el PSOE como por el resto de partidos para arañar votos pero ¿funcionarán tal y como se espera?
En primer lugar, la condena a los líderes independentistas crea un ambiente de rechazo claro en la sociedad catalana, como se pudo ver en los momentos en que los favorables a la independencia de Cataluña salieron a la calle -siguen saliendo- mostrando su repulsa hacia una sentencia que consideran abusiva.
Durante las protestas se produjeron disturbios como todos pudimos ver en los medios de comunicación de masas, más o menos filtrados por los mismos para que, como dijo algún líder político conservador, Barcelona pareciera poco más que una zona de guerra.
Quizá habría que mandar a ese político con su adorado Macron para que viese las protestas de los “Chalecos Amarillos” y no pierda el tiempo diciendo que ese tipo de protestas no se dan en Europa.
Por otra parte pudimos ver una respuesta por parte de la Policía Nacional y los Mossos reprimiendo las protestas, aparte de varios grupúsculos de neonazis y ultraderechistas denominados por algunos medios como “nostálgicos” o “constitucionalistas” campando a sus anchas, agrediendo a placer a los independentistas. Todo esto semanas antes de la campaña electoral. ¿Qué podría salir mal?
Por una parte, Pedro Sánchez reacciona ante el conflicto olvidando una de las cuestiones que sacó a la derecha a la plaza de Colón en Madrid, el “Relator”. Vamos, el diálogo. Y es que la judicialización de un problema político le estalla la cara al PSOE pero toma el camino de la mano dura, intentando tender puentes con los sectores mas conservadores con lo que esta jugada puede pasarle factura en los votos mas progresistas que recibió en las pasadas elecciones. Pero que no recuperaría a su derecha ya que el elector tiene opciones en las consolidadas partidarias de la mano dura, llámese PP y C´s con lo cual es cierto que el PSOE se encuentra, herencia del gobierno de Rajoy la cuestión judicializada que le estalla a Pedro Sánchez, quién toma el camino más conservador que podía elegir con una sentencia de los tribunales en la mesa.
>>Debate o Dogma: ¿Es violento el independentismo catalán?<<
Por otra parte la fecha de la exhumación del dictador, no fue elegida al azar, justo unos días antes del comienzo de la campaña con Barcelona en pie por la sentencia, se utiliza como un medio electoral para recuperar ese voto sociológico de izquierdas y amarrarlo para que no se vaya a otras opciones.
Pero si analizamos el proceso, vemos que hubo poca dignidad para con las victimas. El fin, sacar los restos del dictador se hizo y no se interprete mal, me alegro de tal cosa, pero de esa forma no, se realizaron concesiones a la familia de las que no ha lugar, se le impuso al féretro la “Laureada de San Fernando”, el mayor honor militar del país, autoimpuesta por el mismo Franco al terminar la guerra.
A parte se impuso una prohibición de banderas por el ejecutivo pero se colocó una corona de laureles, símbolo de la victoria, con los colores de la bandera nacional. Después en el cementerio de Mingorrubio los familiares sacaron una bandera con el águila imperial heredera de la usada por Franco, y se presentó el excoronel de la Guardia Civil, Tejero, todo esto entre vivas a Franco y cantando el himno fascista “Cara al sol” sin que ocurriese nada.
En definitiva un acto cuyo objetivo era interpelar emocionalmente al votante progresista menos crítico, y a la vez intentar no disgustar al bloque conservador, lo que también le salió mal a Pedro Sánchez, ya que el votante del PSOE tenía en la conciencia que había que sacar al dictador, pero una actuación así no drenará votos de un lado hacia su lado, es más una jugada de asentamiento que de conquista.
Respecto a las encuestas nos encontramos dos escenarios muy dispares, los estudios demoscópicos realizados por medios privados, coinciden en una victoria ajustada del bloque progresista, que no llegaría a sumar, tampoco sumaría el bloque de la derecha, con lo que cualquiera de las opciones está condenada a entenderse si operamos en la dinámica de bloques.
Si se opta por la gran coalición PSOE + PP + C´s suman mayoría absoluta, pero esto es un arma de doble filo para el partido socialista, ya que deja su flanco izquierdo al descubierto con una UP que recuperaría, según la mayoría de los sondeos, la tercera fuerza después del hundimiento de C´s como líder de la oposición (alguna encuesta da a VOX esa tercera plaza con unos 70 escaños), y con una visibilidad en alza contra las políticas previsibles en esa gran coalición.
Por el contrario el CIS de Tezanos muestra una victoria aplastante del PSOE con 150 diputados, y que junto a UP y a Mp! sumarían, pero dejando al PSOE con la posibilidad de mirar a C´s para armar una mayoría parlamentaria.
Hay que decir que si bien es cierto que el CIS fue la encuesta que más se acercó a los resultados de los pasados comicios, anteriormente los datos no pasaron por la “cocina” y eran datos brutos presentados. En esta ocasión estos datos pasan por filtro y nos presentan este panorama, en estos momentos hay que ver qué cantidad de predicción real hay, o si se trata de lo que se conoce como “profecía autoimpuesta”, que no es más el uso partidista de estos datos para condicionar la voluntad electoral de los ciudadanos.
Estos datos junto con los de las encuestas están produciendo un efecto que personalmente nunca vi antes: en redes los más beligerantes contra las personas situadas más la izquierda, son los significados con el partido socialista, despreciando e insultando a los que hasta hace menos de un mes eran los simpatizantes de su “socio preferente“.
En un estado de polarización tan grande en el país, que afecta a la izquierda que como es costumbre en estas tierras, es cainita a más no poder, solo me queda preguntarme cómo de lejos quedan los ecos del “sí se puede” en la calle Ferraz.
ElEstado.Net no tiene por qué compartir todo el contenido de los artículos de opinión publicados en su Sección de Opinión.