Probablemente, al oír hablar de dictadura, sin que haga falta especificar ni siquiera la zona geográfica americana, se dibuje en tu mente la cara de Nicolás Maduro, y la palabra “Venezuela” irrumpirá en tu mente como un elefante en una cacharrería. Es posible que al decirte que no, que hablamos de otro país latinoamericano, pienses en el Brasil de Jair Bolsonaro sin tenerlo del todo claro.
Pero tampoco. Nunca pensarías ni en Honduras ni en Ecuador, ¿verdad? Eso es que la advertencia de Malcolm X sobre los medios de comunicación se ha cumplido. Anulada tu capacidad de análisis, quebrado en una importante parte tu libre albedrío, serás incapaz de tomar conciencia de clase, y por lo tanto, conocer cuáles son tus intereses, paso previo de una revolución.
Todo está perfectamente montado, ¿o creías que la oligarquía va a renunciar a algunos de sus privilegios para que tu puedas tener derechos? No respondas, creo que podría acertarlo, consideras que la lucha de clases es parte del pasado.
Por supuesto, por eso en el barrio de Salamanca de Madrid están tomando carísimos cócteles a las seis de la tarde mientras los repartidores de Deliveroo y empresas similares viven en la pobreza trabajando el doble que los que están sentados en las terrazas de la exclusiva calle José Ortega y Gasset.
En un análisis publicado recientemente en ElEstado.Net explicamos cómo la oligarquía logra hacer que ames al opresor y odies al oprimido. Una manipulación mediática que conjuga silencios cómplices con los opresores y emplea, en el mejor de los casos, medias verdades difundidas intensamente contra los oprimidos. Puedes leerlo en castellano si haces click aquí y en inglés si haces click aquí. Si te cansa leer, ElEstado.Net también te lo explica en un vídeo de menos de cinco minutos, puedes verlo si haces click aquí.
Pero a lo que íbamos. Honduras es una dictadura. Si te preguntas el por qué, te daré ahora mismo tres razones.
- El mandatario Juan Orlando Hernández (JOH) se presentó cuando la constitución lo impedía.
- Durante el recuento de votos, iba ganando el opositor Salvador Nasralla con una “tendencia irreversible” según el poder electoral, tras un apagón de varias horas, Juan Orlando Hernández ya había ganado. A día de hoy no se han podido ver las actas electorales. Y aquello sucedió en el año 2017.
- La campaña electoral de JOH se financió con dinero público.
Te ha sabido a poco, lo sé. Pues nada, otras tres.
- Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las manifestaciones pacíficas son reprimidas con fuego real.
- Los Escuadrones de la Muerte integrados por la policía se encargan de asesinar o, en el mejor de los casos, encarcelar a opositores.
- La pobreza ronda el 80% de la población, que se exilia de manera masiva.
Vamos entrando en calor. Tres más.
- No existe separación de poderes, ya que el actual poder ejecutivo es la continuación de la dictadura surgida en 2009 tras el golpe de estado a Manuel Zelaya. Precisamente por eso, el poder judicial y electoral se plegaron a la vulneración de la constitución que supuso la reelección de JOH, y él se mantiene impune tras salir al descubierto el uso de fondos públicos para financiar su campaña, y su participación en una trama de corrupción en relación al narcotráfico protagonizada por su hermano.
- No existe diálogo social ni político con las fuerzas que se oponen a JOH, por lo que no hay un necesario -democráticamente hablando- reconocimiento de las fuerzas contrarias, pese a que su actuación política se apega a los cauces constitucionales. Esto provoca que la represión se desencadene en cada protesta, ya sea en las instituciones o en las calles.
- Su política exterior está guiada por los intereses de los EEUU. No solo se permite que los recursos naturales, los sectores estratégicos y las responsabilidades del Estado como la garantía del derecho a la salud, estén privatizadas, sino que en foros internacionales se actúa en base a las directrices de la administración de Donald Trump.
Te estarás preguntando que qué tiene esto que ver con Ecuador. Pues la verdad es que mucho. La actuación de Lenín Moreno durante las protestas de los primeros días de octubre es igual que la que sostuvo su par hondureño durante el pasado verano, momento en que la protesta social creció de tal manera que puso en riesgo su permanencia en el poder.
Ambos militarizaron la represión, ambos asesinaron a manifestantes pacíficos, ambos desataron una caza de brujas tras vencer por la fuerza las protestas, ambos usaron a sus aliados -haciéndolos pasar por oposición- para sostener un diálogo tan falso como rápido en sus precipitadas conclusiones que desmovilizase las protestas. Pero concretemos un poco más. ¿Cuáles eran las tres primeras razones para sostener que Honduras es una dictadura? Ah sí:
- El mandatario Juan Orlando Hernández (JOH) se presentó cuando la constitución lo impedía. Lenín Moreno rompió el contrato social que se firma en cualquier democracia, cuando ha actuado de manera totalmente contraria al programa con el que se presentó a las elecciones. El actual presidente ecuatoriano dio un golpe de estado a su propio vicepresidente para meterlo en la cárcel en base a un montaje para evitar obstáculos a la hora de aplicar su agenda neoliberal.
- Durante el recuento de votos, iba ganando el opositor Salvador Nasralla con una “tendencia irreversible” según el poder electoral, tras un apagón de varias horas, Juan Orlando Hernández ya había ganado. A día de hoy no se han podido ver las actas electorales. Y aquello sucedió en el año 2017. Lenín Moreno, al no gustarle el voto popular que eligió a las autoridades del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), dio un nuevo golpe de estado, esta vez contra todo el pueblo de Ecuador, purgando al CPCCS electo, tras conocer que los nuevos miembros de ese instrumento democrático iban a investigar a su gobierno.
- La campaña electoral de JOH se financió con dinero público. Lenín Moreno ha permitido que la banca privada robe a sus clientes, ciudadanos, en base al cobro de servicios no pedidos. El gobierno de Ecuador truncó la carrera del periodista que lo denunció, Mauricio Ayora.
Vale, ahora las tres siguientes.
- Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las manifestaciones pacíficas son reprimidas con fuego real. Lenín Moreno, mediante la represión ordenada por su gobierno, ha asesinado a ocho manifestantes, a varios de ellos por disparos de armas letales.
- Los Escuadrones de la Muerte integrados por la policía se encargan de asesinar o, en el mejor de los casos, encarcelar a opositores. Jorge Glas, Gabriela Rivadeneira, Virgilio Hernández… son algunos de los encarcelados o perseguidos por la justicia ecuatoriana en base a motivos políticos, es decir, su delito es ser de izquierdas y oponerse democráticamente al régimen autoritario que rige en Ecuador.
- La pobreza ronda el 80% de la población, que se exilia de manera masiva. Tras diez años seguidos de reducción de la pobreza, Lenín Moreno no solo ha frenado el proceso, sino que lo ha revertido, medio millón de nuevos pobres se han producido en su gestión.
Las tres últimas.
- No existe separación de poderes, ya que el actual poder ejecutivo es la continuación de la dictadura surgida en 2009 tras el golpe de estado a Manuel Zelaya. Precisamente por eso, el poder judicial y electoral se plegaron a la vulneración de la constitución que supuso la reelección de JOH, y se mantiene impune tras salir al descubierto el uso de fondos públicos para financiar su campaña y su participación en una trama de corrupción en relación al narcotráfico protagonizada por su hermano. Lenín Moreno purgó la justicia ecuatoriana al llegar al poder, gracias a eso es posible la persecución política de los opositores. Es el líder de la trama de corrupción INA INVESTMENT, que no está siendo investigada porque la justicia no responde a la Constitución vigente, sino al presidente.
- No existe diálogo social ni político con las fuerzas que se oponen a JOH, por lo que no hay un necesario -democráticamente hablando- reconocimiento de las fuerzas contrarias, pese a que su actuación política se apega a los cauces constitucionales. Esto provoca que la represión se desencadene en cada protesta, ya sea en las instituciones o en las calles. El gobierno de Ecuador no solo no reconoce a Compromiso Social, la principal fuerza política de Ecuador en votos, sino que persigue y encarcela a sus líderes.
- Su política exterior está guiada por los intereses de los EEUU. No solo se permite que los recursos naturales, los sectores estratégicos y las responsabilidades del Estado como la garantía del derecho a la salud, estén privatizadas, sino que en foros internacionales se actúa en base a las directrices de la administración de Donald Trump. Lenín Moreno ha situado a Ecuador en la órbita de los Estados Unidos, permitiendo el regreso de las bases militares, y plegándose a la estrategia de Donald Trump con respecto a Venezuela.
¿Por qué no sabías nada de todo esto?