Desde 1.999, la población indígena de Venezuela ha experimentado un aumento sostenido. En 2011 el 2’8% de la población venezolana (725.000 aproximadamente) pertenecía a pueblos indígenas. Antes de la llegada de la Revolución Bolivariana al Poder, la cantidad de individuos de la población originaria era de 300.000, suponiendo el 1,7% del total.
En el territorio conviven más de 26 tribus diferentes: Akwayo, Añu, Arawak del norte, Bari, Eñepa, Guajibo, Jodi, Kariña, Mapoyo, Pemon, Piaroa, Puinare, Pume, Saliva, Saje, Urvak, Warae, Wayw, Yanomani, Yavarana, Yekuana, Yeral, Yurpa y Arawak a del sur.
Antes de la revolución bolivariana, los pueblos indígenas ni siquiera eran considerados parte de la Nación. Aún no había sido elegido presidente Hugo Chávez, cuando éste ya firmaría una declaración de compromiso con ellos para garantizar la protección de su identidad. Dicha declaración sería posteriormente cumplida punto por punto.
Los indígenas venezolanos en el siglo XX se vieron afectados por la irrupción en su territorio de la minería ilegal, así como por la ocupación de sus tierras por parte de grupos paramilitares.
Fue en 1999, con la Constitución aprobada durante el mandato de Chávez, cuando estos pueblos serían reconocidos. Se les concedería participación política con tres diputados en la Asamblea Nacional y, a su vez esa Constitución reconocería sus idiomas como lenguas cooficiales.
Dicha Constitución proporcionó a estos pueblos derechos, dignidad, hogar, trabajo, acceso a educación gratuita, así como el ejercicio libre de su cultura. Su identidad fue reconocida y respetada. Se construyó un movimiento unificado a partir del PSUV, el Movimiento Indígena Unido de Venezuela, así como el Ministerio de Pueblos Indígenas que serviría de enlace con las instituciones venezolanas.
En una lucha por parte de la derecha venezolana, se ha intentado mediante el envío de grupos de mercenarios que se dedican a crear disturbios en las comunidades indígenas, culpar al gobierno bolivariano de ataques a estas comunidades. El único y exclusivo motivo de esto, es retirar los derechos a estos pueblos, volver al punto de partida. Volviendo al inicio, los recursos, sobre todo de minería, pueden ser manejados por el capital.
En definitiva, desde el triunfo del chavismo, Venezuela se consolida como un país cuya sociedad está constituida como un conjunto en el que se mantienen hasta 36 idiomas originarios. Donde las identidades de los pueblos, no solo son respetadas y protegidas, sino que están representadas en las instituciones.