Ella forma parte de “una comunidad de saberes y vivencias de aprendizajes. Ha sido creada por un colectivo de hombres y mujeres diversas de Bolivia hace 2 años“.
El proyecto forma parte también de una red informativa en pro de la diversidad. “Desde estos espacios vamos coordinando e informando. Se emiten noticias a nivel cultural y de coyuntura que acontece en nuestro contexto local nacional, es decir, América Latina y el Caribe“, comenta la entrevistada, que tras los acontecimientos recientes en Cochabamba, y en Bolivia en general, ha preferido mantener en secreto su identidad, ya que “estamos amenazados, hemos recibido amenazas”.
Los nervios son latentes, pues ayer fue un día duro. Las imágenes y escenas sangrientas propiciadas por la mezquindad de las Fuerzas Armadas, policía y sectores golpistas son una realidad, “nos están matando” es el mensaje que más se repite.
Lo que está sucediendo puede enmarcarse, dice, “dentro de un proceso y contexto de claro retroceso de lo que se había avanzado durante estos últimos trece años”. Durante este tiempo son muchos los logros que “se han obtenido a través de las luchas sociales. Esto ha supuesto la reivindicación de nuestra identidad.
Hemos podido acceder y distribuir mejor los recursos”. El entusiasmo por lo conseguido pronto se torna congoja puesto que “ahora estamos en un momento de vuelta provocado por el ingreso reciente de la ultraderecha conservadora y cristiana que viene para arrasar con todo, pretende quitarnos los derechos que habíamos obtenido y la gente no está dispuesta a renunciar”.
Esta situación, tras fraguarse el golpe, no está exenta de un cerco mediático, ya que a “la prensa nacional no le dejan sacar nada que no convenga al “gobierno interino y golpista“, donde la nueva ministra dice que va a “arrestar a los pseudoperiodistas o periodistas que caigan en sedición”. Según comenta el “ministro de gobierno ya tiene una lista a partir de la cual va persiguiendo a la gente que está denunciando lo que sucede”. Al respecto, tampoco puede olvidarse destacar que también “se están haciendo listas sobre la gente del MAS, se están quemando casas de los dirigentes. Estas listas circulan por aquí – explica – y en ellas se indica que los quieren vivos o muertos”.
En estos contextos siempre vemos un debate de posiciones en las redes, no obstante nos advierte que resulta llamativo como “la gente que ha estado muy inmersa en las redes digitales y que ha formado parte de las personas que reclamaban el fraude ahora son indolentes y justifican la intervención de la policía y la intervención de los militares ante las manifestaciones de resistencia que se van dando frente al golpe”.
Se ha creado una especie de “psicosis colectiva donde se acusa a las comunidades rurales, a la gente de El Alto, la gente del sur de la Cochabamba de vándalos, maleantes y ladrones”. Esto está sirviendo como pretexto y “justificación para que los policías y militares vengan y nos metan gas y nos metan bala”.
“La gente en las calles tenía miedo estos días atrás, hoy también – aclara – pero debe saberse que estos días atrás había grupos muy radicales que empezaron a saquear las casas, a robar, a quemar puertas, vidrios etc. La gente estaba en estado de temor, pero la gente ahora ha comenzado a formar vigilias para que estos, llamemosle gente malentendida como decimos aquí, dejaran de hacer daño. Lo que dijo la oposición al respecto es que esos fueron masístas, pero se desconoce realmente quienes son. Esto el nuevo gobierno lo ha utilizado para sacar a los policías y militares a las calles”.
“Se está viviendo algo muy desolador, muy duro y muy violento porque se reprime a los manifestantes, pero también porque existe una represión simbólica, nos quieren meter miedo”. Para ello por ejemplo “van volando por nuestros cielos aviones de guerra, helicópteros, e incluso en el centro vigilan con drones, también se pasean camionetas cargadas de policías que hasta se dedican a registrar las mochilas y todos los mensajes que tenemos en el celular”.
Esto se da para “incluso coartar el derecho que tenemos para reivindicar la whipala tras los agravios que se hicieron después de la renuncia de nuestro presidente Evo“. Todo esto, expone, algo “representativo, porque se pone de manifiesto que hay mucho racismo”.
El martes cuando se tenía que realizar una marcha de comuneros del cono sur de Cochabamba “los policías se dieron el lujo de hacer bajarse de los truffis – vehículos de transporte público – a todos aquellos que tenían rasgos indígenas. Los bajaban, les revisaban la mochila, les revisaban el celular. Era un control terrible”. Concluye que está es una “época fascista y dura en la que nuestra esperanza ha retrocedido, no solo 13 años, sino 40”.
Con este despliegue armamentístico por parte del golpismo, “coincidentemente”, entre muchas comillas remarca, “los muertos que existen ahora ya son 16, aunque más me atrevería a decir yo, son del área rural o de áreas periurbanas, no son del centro. Todos son jóvenes entre 17 y 30 años, población joven, que según dicen sus familiares no estaban implicados en nada, sino que estaban paseando por ahí y los mataron. Hay un relato muy triste de La Paz donde la mamá de la víctima cuenta que el niño se arrodilló para pedir que no le maten y lo mataron. A ese nivel hemos llegado”.
No obstante, con perspectiva, puede constatarse que la situación actual no es fruto ocasional y casual del relato histórico. “El gobierno de Evo hablaba de un golpe y todo el mundo nos reíamos porqué decíamos que era un perseguido, pero ahora es real, ahora creemos que se ha ido fraguando desde hace mucho tiempo. Cada vez que uno de los protagonistas que han llevado a cabo este golpe salía a dar una declaración lo decía con tanto convencimiento… Y va más allá, esto no va de si tú invocas a las buenas energías o no”.
Este golpe “ha sido muy bien planificado, ha contado con muchos recursos del exterior, incluso se puede decir que de Estados Unidos“, desde donde se recibieron varios millones de dólares a través de diversas fundaciones como la Agencia de desarrollo Internacional (USAID) o de la Fundación Nacional por la Democracia. “Mucho dinero está corriendo ahí detrás, porque incluso en los bloqueos que se han dado en la zona norte se ha pagado a gente para sostenerlos, para así amedrentar a la población. Considero que hasta se han comprado armas, porque los muchachos del bando opositor andan todos en moto, llevan agentes químicos y armas, pero esto es ilegal. Ellos son civiles y este material de represión solamente puede ser portado por la policía”.
“Esto se ha fraguado – añade – desde hace tiempo sirviéndose de los movimientos ciudadanos que buscaban reivindicar su voto y estos ciudadanos no se han dado cuenta de que han sido utilizados para que este golpe sé diera, y se consolidara cuando Jeannine se autoproclamó presidenta sin respetar la normativa que está contemplada dentro de nuestra constitución”.
Posteriormente ella “se ha negado a conversar con los políticos del MAS para poder sesionar” y rotundamente declara que “esto es un golpe de estado y una dictadura”. “Se están cometiendo una serie de violaciones a los derechos humanos, se está matando a la gente del área rural, a gente de la zona sur y ni la prensa ni nadie dice nada”.
En torno a lo político “el nuevo gobierno dio carta libre y anuló todos los procesos que el estado tenía por casos muy fuertes como el la masacre del Caso Porvenir en Pando y también llamó a los exiliados políticos, dijo que eran bienvenidos. Esto es abrir la puerta a Manfred Reyes Villa, a Carlos Sanchez Berzain, a Gonzalo Sánchez de Losada, es decir a los grandes culpables de lo que fue octubre Negro, la guerra del gas conocida en Bolivia. También se ha liberado los culpables del caso 24 de mayo en Sucre, donde se ofendió a los hermanos campesinos, donde se les hizo arrodillar, donde se los hizo caminar desnudos y arrodillados en la plaza principal de Sucre.
Estas cosas están pasando. Además se ha afirmado que van a salir del Alba, se han roto relaciones con Cuba, se han roto relaciones con Venezuela. Están cazando venezolanos y cubanos y los están deportando, o peor aún, los están acusando de sediciosos. Se está creando la imagen de que ellos son los que han venido a armar guerrillas y a matar gente. Eso es lo que sé está haciendo”. Por estos sucesos “la gente está muy molesta, porque no perdona lo que está pasando, ¿como es posible que esos asesinos vuelvan a Bolivia?”.
En definitiva “este gobierno quiere crear psicosis, quiere atrapar cubanos, quiere atrapar venezolanos y quiere atrapar indígenas para culparlos de lo que ellos están haciendo. Los quieren culpabilizar de la masacre que está sucediendo aquí, porqué lo que está pasando en Bolivia es una masacre. Aquí hay dictadura, se está persiguiendo, se está matando, se está secuestrando. Por ejemplo el día de la marcha se detuvieron a 364 personas, que hasta ahorita no se sabe donde están. Entonces, se está viviendo la parte más dura de la dictadura que ha venido en nombre de la democracia aquí en Bolivia“.
A pesar de todo, todavía se respira esperanza, “la gente está resistiendo. Como siempre el hermano campesino está resistiendo, pero también la gente de El Alto, el trópico cochabambino, la zona sur está resistiendo al golpe y está fuerte aunque a veces se siente el cansancio porqué no es fácil que te lancen gas y que te maten hermanos, pero se está resistiendo y hay gente que nos apoya.
También hay gente que los detracta. Está oposición ha tenido una campaña muy fuerte en las redes, mal llamadas, sociales y se está atacando, acusándolos de masístas, a todos aquellos que difieren con sus designios, como por ejemplo periodistas a los que están increpando.
Pero la gente no está dispuesta a retroceder, no está dispuesta a negociar y renunciar a lo que se ha conseguido en estos trece años y mucho menos después de las declaraciones de la presidenta interina, que está armando una estructura que va para largo, no parece que vaya a irse en dos meses ni a convocar elecciones. Esto la gente del campo lo sabe, esto la gente de los barrios los saben y por eso están luchando y resistiendo”.
Hasta ayer ella creía fervientemente que esto iba a resolverse mediante el diálogo, con “una llamada a los políticos del MAS y movimientos sociales para encontrar una salida política y constitucional, donde pudieran ordenarse las cosas”, pero asegura que “tras la masacre vivida en el trópico cohabambino donde siete hermanos han perdido la vida a manos de los militares y policías ya no va por ahí, ahora solo se quiere la renuncia del bando golpista, las muertes no se olvidan y los hermanos están con mucho dolor.
Están llorando a sus muertos ahorita, los están cargando en una procesión para que la gente vea que han hecho estas personas”. “Yo no sé que tienen en su corazón, yo no sé que hay, pero es muy doloroso lo que está pasando, es muy fuerte.
Por ejemplo el hospital de Sacaba ya no da abasto, se ha rebasado su capacidad, faltan gasas, faltan medicamentos, falta todo lo que se necesita para curar, hay niños extraviados, no hay comida. Es terrible y los han cercado policías y militares, nadie puede pasar y nadie puede salir. Esto ahora solo se resuelve con una renuncia y con la decisión de senadores y diputados debe establecerse un diálogo para formar otro gobierno transicional que respete la decisión de llegar a nuevas elecciones. No veo otra salida, por ahora.
No obstante debería escucharse a los movimientos campesinos que piden un desagravio a la whipala, porque la han quemado y la han pisoteado. Nos sentimos muy, muy humillados, se ha dañado nuestra integridad. También un desagravió a las mujeres de Pollera que han golpeado en La Paz, en Sucre, en Potosí, en Cochabamba. Ellos también quieren una renuncia y que se llame a nuevas elecciones. Pero estos días sucederán más cosas, el mismo ministro interino dijo que nos va a cazar a los disidentes, nos va a buscar por cielo y tierra”.
Finaliza resaltando que “resulta curioso que se hayan dedicado a destruir obras sociales que hizo nuestro presidente Evo Morales con su programa Evo Cumple, obras que la gente también ha salido a defender porque después de mucho tiempo se ha logrado que un gobierno hiciera eso por los barrios periurbanos y rurales, y que se han dedicado a agredir”, ante esta situación se pregunta “¿Que nos quieren decir con eso? No estamos dispuestos”.