O Labour o Brexit: Corbyn llega demasiado tarde
Corbyn no tenía mucho más tiempo. Corbyn lo veía venir. El Labour debía definirse ya. Este mismo lunes Corbyn hacía publica la nueva posición de su partido respecto al Brexit.
En estos días de debate interno en el partido conservador sobre quien será el nuevo PM (Prime Minister), solo hay dos posibilidades; Boris Johnson o Jeremy Hunt. El Labour, a través de su líder Jeremy Corbyn, ha elevado a público su nueva posición sobre el futuro Brexit. El Labour pide un nuevo referendum -nada de novedoso respecto a su posicionamento inicial- y por primera vez el laborismo se posiciona abiertamente a favor de mantenerse en la UE (remain).
Las tensiones internas en el interior del laborismo eran en estas últimas semanas muy intensas. El mismo número dos de Corbyn, Tom Watson, amanenazaba con una rebelión interna si el partido no se redefinía, ya que pasadas las elecciones locales y europeas en UK era evidente la reculada electoral del partido en favor del nuevo partido “remain” el Partido Liberal (Lib).
Incluso una escaramuza interna de varios diputados del Labour y los Tories, acabó hace unos meses en una escisión que dio nacimiento a la plataforma política Change UK. Una formación claramente posicionada a favor de mantenerse en la UE, pero que hizo un mal papel en los resultados electorales del pasado mes de mayo (elecciones municipales en la Gran Bretaña).
La nueva posición del Labour es clave. Llega en aras de marcar el debate político y confrontarlo entre dos posibles opciones oficiales: leave o remain (irse o quedarse en la UE). Y tiene un punto de oportunismo por parte de Corbyn ya que el debate interno en el sí del partido tory imposibilita en estos momentos una respuesta clara por parte del partido conservador. Si no hay líder no hay un una posicionamento definitivo en las filas conservadoras.
El apoyo interno a esta propuesta, parece evidenciar una salida para cohesionar el siempre conflictivo partido laborista, y su consenso ha calado en las poderosas centrales sindicales (Trade Unions). Aunque el camino, para un líder que molesta tanto entre las élites laboristas, está siempre lleno de espinas. El posicionamento a favor del Brexit entre los laboristas está muy vivo y hay diversos de sus diputados pro-Brexit (Kaye Hoey, Graham Stringer y Kelvin Hopkins) que ponen en duda el liderazgo de Corbyn.
En definitiva, Corbyn y el laborismo como partido buscan remontar unos números que no paran de decirles que la fuga de votos hacia los Lib’s (Partido Liberal) es imparable. Y es evidente que su posición ambivalente hasta ahora respecto al Brexit ha marcado sus malos resultados electorales.
El caso del Labour respecto a sus errores estratégicos, nos traslada a un modelo de partido que ha buscado más contentar su público manteniendo la ambigüedad hacia el Brexit que no en posicionarse claramente por mantener el pulso del debate político. El Labour no deja de ser de ser un partido frontera o partido catch all –me refiero a los grandes partidos que recogen votos de diversas tendencias políticas gracias a laxitud de su ideario político- y en la era de la comunicación la ambigüedad se acaba pagando por mucho que se quiera quedar bien con todos.
Corbyn, que no es precisamente un gran defensor de la UE, está intentando apaciguar el juego de equilibrios tan delicado del laborismo a costa de difuminar su idea estrella de confrontación hacia el Brexit; la convocatoria de un nuevo referéndum.
Pero, quizás todo esto llega demasiado tarde. La UE, desacreditada y desgastada por su papel de “vedette” en las negociaciones del Brexit, no parece un aliado. Y los tories, caminan firmes en su idea de Brexit duro -el ultra-brexiter Boris Johnson está posicionado entre la opinión pública como el flamante nuevo Primer Ministro inglés- que llevaría a consumar la vía unilateral que tensaría aún más el debate público.
El éxito de la propuesta de Corbyn dependerá de la astucia en su posicionamento público -su propuesta puede agradar al más de 50% de los británicos que desean quedarse en la UE- y en impostar un marco alternativo al Brexit Tory.