A pocos meses de las próximas elecciones presidenciales en Argentina, la popularidad de su actual presidente Mauricio Macri ha caído en picado debido a la situación que sus políticas económicas han provocado.
Mauricio Macri, proveniente del sector empresarial, sustituyó a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner en noviembre de 2015 con la alianza “Cambiemos” en las elecciones generales de Argentina de ese año.
Al inicio de la legislatura de Macri y su entonces ministro de Hacienda y Finanzas Públicas Alfonso Prat-Gay, anunció que el déficit fiscal estaba en valores muy altos. Exactamente en torno a un 7% del PIB, aunque según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC) se situaba en un 1,8%.
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A raíz de ese dato ofrecido por Prat-Gay se justificó una política de recortes y ajustes que de otra manera hubiera sido difícil haber podido justificar. En el 2016 después de los recortes, irónicamente la cifra del déficit se situaba en un 4,5%.
La devaluación del peso argentino hasta un 50% el año pasado frente al dólar llevó al gobierno de Mauricio Macri a impulsar medidas de ajuste nunca antes vistas en el país, ni siquiera en la gran crisis de 2001. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina en el 2018 la tasa de inflación se situó en el 47%.
La devaluación de la moneda argentina llevó el país a un déficit comercial impresionante en 2017 al mismo tiempo que la inflación revivía cuando ya todo el mundo la creía olvidada. Se apostó por una política económica de importación de bienes y productos en detrimento de la producción local y nacional facilitando la inversión extranjera.
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Como en cualquier gobierno neoliberal, la medida estrella llevada a cabo por Macri ha sido la privatización de diferentes empresas que hasta el momento eran públicas, como por ejemplo Vialidad Nacional, organismo que habla de alianzas necesarias con el sector privado en su web, básicamente maneras de privatizar de forma encubierta.
Se han firmado acuerdos con los Estados Unidos para acelerar los procedimientos a la hora de conseguir patentes y con la Unión Europea para la extensión de la duración de las patentes de las medicinas. A día de hoy la inflación acumulada entre enero y febrero se sitúa en un 6,8%. El gobierno tuvo que acudir al FMI para acordar un préstamo de 50000 millones de dólares a devolver en tres años.
Se destinó presupuesto a pagar los intereses de esa deuda pública y se recortó en servicios públicos afectando siempre a los colectivos más vulnerables de la sociedad como los jubilados o los trabajadores.
En octubre se verá si realmente las políticas de Mauricio Macri han afectado tan seriamente a su popularidad como parece, y si los argentinos abogan por un cambio o no. Según palabras de su ministro de Interior Rogelio Frigerio, “no hay posibilidad de que Macri no sea candidato a presidente”, así que previsiblemente volverá a presentarse con Cambiemos.