País Valencià: Lucha de clases y autodeterminación
El eurocomunismo es un cómplice directo del aparato represivo del Estado, puede tener peligro si hegemoniza la construcción en la dictadura del proletariado y en la III República Socialista española.
Niega el derecho de autodeterminación bajo los prejuicios estalistas que han marcado al Reino de España durante siglos de dominación borbónica, no lo critica desde la perspectiva de la clase trabajadora, ni prima el interés previo materialista de los oprimidos por el imperialismo. No tiene en cuenta muchas facetas históricas de la “reconquista“, y no hace uso del materialismo dialéctico ni las contradicciones surgidas dentro del movimiento comunista ni del capitalista.
Por desgracia no es el único. Paco Frutos ha dado apoyo a manifestaciones monárquicas acusando al nacionalismo catalán de “racista“. El enemigo de los catalanes es el mimo que el de todos los españoles residentes en Madrid. El racismo existe en todos los nacionalismos, pero España se está convirtiendo en Turquía, no en los Balcanes.
Esta penetración del ultracentralismo, ha impedido el avance de la construcción del Partido Comunista, y como consecuencia inmediata, la solución de las crisis del movimiento comunista internacional que sigue abarcando otras naciones. Esta situación ha evitado comprender lo que fue el proyecto de la Segunda República Española con respecto a la cuestión nacionales, y que bajo el paraguas de la socialdemocracia se ha proyecto una imagen equivocada de lo que es la III República española, que para los comunistas no es más que un paso adelante hacia la dictadura del proletariado.
El caso de España es grave ya que también afecta a las organizaciones comunistas independentistas. Y aquí muy pocos, desde los que pedimos la unidad territorial popular, hasta los que piden independencia, corrigen esta crisis que impide unos correctos argumentos, y una formación bien dotada. Se nos ha negado nuestro puesto a la vanguardia de los compañeros trabajadores y trabajadoras.
En Valencia nos encontramos en una situación muy diferente a la de Cataluña. El PP durante 24 años de gobierno, el blaverismo, así como la extrema derecha, atacan nuestra lengua, cultura y patrimonio. La lucha del pueblo valenciano, no se ata a la autodeterminacion del proyecto nacionalista de los Països Catalans, sostenido por sionistas integrados en la Comisión 9 de Octubre, ni por un nacionalismo burgués que tergiversa la historia y los hechos históricos científicamente probados. Nuestra lucha como valencianos, es la de la sanidad, educación, parar los desahucios, vivienda digna, la liberación de la mujer extirpando el neoliberalismo reaccionario del actual movimiento feminista.
Siguiendo los consejos de Joan Comorera, frente al ultracentralismo y al imperialismo, si el Estado trabaja conjunto con los representantes de la clase trabajadora del territorio nacional oprimido, crearemos alguno nuevo y mejor, pero si el Estado oprime a los valencianos, puesto que yo lo soy, me declaro valenciano y lucharé por las reivindicaciones nacionales.
El trato de sentirse español no es de la monarquía, ni de los fascistas criminales, ni de neoliberales, ni de potencias imperialistas, ni de colegas saudíes, ni de los ricos de la Caixa, ni de los simpatizantes del sionismo metido en la Comisión 9 de Octubre del País Valencia, ni de la corrupción mafiosa de CiU, ni del Banco Santander…
Con la III República Española se debe demostrar que es el nacimiento de la auténtica democracia fuera de los cánceres individualistas que nos han adoctrinado en el liberalismo. La tarea del proletario internacional, es y será la conquista de su emancipación, el socialismo como consecuencia y como destino el comunismo. Sin diferenciar entre pueblos y etnias, respetando así a cada una de ellas y llevando la dialéctica a sus manos.
Antes que español o valenciano, yo soy trabajador, soy comunista.