Venezuela y Cataluña, hermanadas en la ignominia
Dicen del presidente constitucional Nicolás Maduro todos los medios de comunicación españoles, sin excepción, que es un dictador. Bueno, todos los medios subvencionados del Régimen del 78, que son todos los que salen en papel. Hay varios medios digitales que no opinamos lo mismo. Pero aceptemos que el régimen político que hay en Venezuela dirigido por el chavismo es una dictadura, según documentan los mejores analistas de Latinoamérica del Real Instituto Elcano (presidido por un partidario de la invasión de Irak, y con patrocinadores de reconocida lucha antipobreza), y de CIDOB (con un presidente honorífico llamado Javier Solana Madariaga).
A pesar de que en la introducción de un medio digital, que es la versión española de un medio online de EEUU participado al 50% por PRISA, se dice que hay división de opiniones respecto a la catadura democrática de Venezuela, en el desarrollo de la noticia solo se expone las versiones de los analistas mencionados.
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Resumo la exposición de ambos en lo siguiente: “una persona que tuerce la legislación a su antojo, según le viene en gana, que apela a la represión absoluta contra todo aquel que ose levantarse contra su voluntad y que, encima, no admite ningún tipo de diálogo con la oposición, ni siquiera que los mecanismos constitucionales funcionen, evidentemente es un dictador“. No entremos en si es cierto lo que dice el mejor analista de América Latina del Real Instituto Elcano, pero vamos a hacer “régimen comparado”.
Fijémonos en Europa, concretamente en España en su ajuste de cuentas con el nacionalismo catalán. Se podía hacer en la relación, desvelada ahora como criminal, entre la Unión Europea y Grecia, pero quedémonos en lo más cercano.
“Una persona que tuerce la legislación a su antojo, según le viene en gana”. El señor Mariano Rajoy aplicó el artículo 155 de la Constitución del 78 como le vino en gana. El partido menos votado en Cataluña dirigió su destino desde Madrid, imponiendo su antojo al pueblo catalán. Hizo dejación de funciones al antojársele no aplicar la Ley de Seguridad Ciudadana, pero su fin era otro, ya expuesto en escritos anteriores (exarcerbar el nacionalismo español en beneficio de su partido).
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“…que apela a la represión absoluta contra todo aquel que ose levantarse contra su voluntad”. El 1 de octubre de 2017 los votantes catalanes sufrieron en sus carnes la dura represión de los cuerpos de seguridad de Mariano Rajoy, cuya voluntad manifestada en todos los medios del Régimen era que ese referéndum, sin efecto jurídico alguno, no se celebrara, a diferencia del, también sin efecto jurídico alguno, celebrado pacíficamente por la oposición venezolana en julio de ese mismo año.
“…que, encima, no admite ningún tipo de diálogo con la oposición, ni siquiera que los mecanismos constitucionales funcionen”. Como atlantista convencido, sacó del cajón de la ignominia el manual de negociación impuesto a los serbios. A sabiendas de que sus postulados eran inadmisibles por los representantes del pueblo catalán, cortó por lo sano y tomó policialmente la comunidad autónoma y la despojó de todas sus atribuciones constitucionales.
El señor Mariano Rajoy pudo acudir a la cámara de representación territorial, el Senado, pero a todos los españoles demostró la inutilidad de esa institución para defender el bien público. La usó como tribunal inquisidor. Entonces, ¿Rajoy fue un dictador? Mirado con el rasero que aplican a Maduro lo fue. Pero lo que no podemos admitir es el doble rasero, con lo que, guiados por el criterio de los mejores analistas de América Latina, convenimos en que Maduro no es un dictador, sus tesis están viciadas.
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El paralelismo de la situación venezolana con el trato a Cataluña dado por el gobierno del PP desenmascara a los liberticidas colonialistas españoles. Maduro, como todo gobernante, habrá cometido errores, pero su elección democrática es indiscutible. A no ser que usted sea un consumidor de los medios de comunicación del Régimen del 78 (como dijo un oyente de la radio del Grupo Prisa: “…si bien es verdad que el gobierno de Maduro peca, por lo que nos llega a través de la prensa, de dictatorial…”).