Periodismo sensacionalista:
(Definición). El periodismo sensacionalista, o amarillista, es aquel que destaca los sucesos y busca provocar sentimientos extremos en el lector. Lejos de apelar a la objetividad y la racionalidad, el sensacionalismo tiene como objetivo conmover, alarmar y destacar aquella información de corte escalofriante o sorprendente sobre hechos más realistas. La información se exagera, se oculta, se hace parcial, se manipula o se inventa si es necesario, pero nunca puede resultar indiferente.
En el contexto socieconómico de los Estados Unidos de las últimas décadas del siglo XIX, la prensa sensacionalista nace de la necesidad derivada de acercar el periodismo a las clases populares. Con la llegada de la segunda gran oleada migratoria de personas de habla no inglesa durante esta época, fue un inmigrante húngaro llamado Joseph Pulitzer el que percibió una necesidad de atraer hacia el periodismo a un público extranjero que no conocía bien el idioma.
El uso de un lenguaje sencillo y dinámico estaría destinado fabricar un diario asequible para toda la población y sería uno de los pilares básicos del periodismo amarillista. De este modo, se puede entender que una parte del sensacionalismo introdujo la lectura en los estratos obreros. No obstante, como se puede deducir, esto no significaba que este fenómeno fuese algo plausible o que su intención final fuese educar a la gente, sino justo lo contrario.
La noticia sensacionalista tiene que perturbar la impasibilidad de la gente. Se debe provocar sorpresa, indignación, pánico, tristeza o simple morbo. Su única intención es aumentar las ventas y llamar la atención en el quiosco con titulares y fotografías grandilocuentes o con juegos de tipografías y colores.
El amarillismo sigue estando muy presente hoy en día y la aparición de los diarios en línea y las redes sociales han fomentado aún más esta práctica. Incluso han invadido con su esencia a los periódicos tradicionales que buscan visitas a través de titulares tendenciosos.
Joseph Pulitzer:
(Definición). .Joseph Pulitzer(Hungría, 1847 – Estados Unidos, 1911) fue un editor, periodista y magnate de origen hebreo húngaro que desarrolló su actividad a finales del siglo XIX y principios del XX. Emigró y residió en los Estados Unidos de América hasta el final de sus días. Durante sus primeros años de estancia en el país vivió en la más absoluta pobreza y realizó todo tipo de trabajos, hasta incluso llegó a alistarse en el Ejército de la Unión sin más motivación que el dinero.
La carrera periodística de Pulitzer dio comienzo cuando adquirió un periódico en ruinas, el New York World. La compra de este diario y su salto al mundo empresarial supusieron un riesgo económico que le obligó a desarrollar ideas innovadoras. Una ambición sin límites y años de sacrificios le valieron para idear la fórmula del sensacionalismo, que consistía en mezclar la información con el entretenimiento.
Gracias a su creatividad y a una cierta falta de escrúpulos, este inmigrante europeo se convirtió en un editor millonario que amasó una gran cantidad de cabeceras. Debido al gran poder que le confería la información, Joseph Pulitzer contaba con una enorme influencia política y económica que empleaba a su antojo.
Curiosidades:
- Formó parte del Partido Republicano, aunque poco más tarde se desengañaría de la política.
- Solía contar que durante su llegada a los Estados Unidos había sido rechazado en un hotel por ser pobre e inmigrante. Años más tarde, tras enriquecerse, Pulitzer se compraría ese mismo hotel.
- Su máximo competidor fue el también magnate de los medios de comunicación William Hearst.
- El nombre de “periodismo amarillista” o “amarillo” procede de una popular viñeta humorística del World llamada “El chico amarillo”. William Hearst ficharía posteriormente al dibujante y creador de la viñeta para uno de sus periódicos. Más tarde, Pulitzer realizaría una contraoferta al artista, que volvió a trabajar para el World. La importancia de este dibujo residía en ser uno de los primeros en color y su presencia aumentaba considerablemente las ventas del periódico.
- Poco antes de su muerte donó 2 millones de dólares a la Universidad de Columbia para financiar la primera escuela de periodismo del mundo y para que se creasen unos prestigiosos premios que llevasen su nombre.
William Hearst:
(Definición). William Randolph Hearst (1863-1951) fue un poderoso empresario, editor y publicista estadounidense. Su imperio mediático abarcaba 28 periódicos de tirada nacional, así como numerosas revistas y emisoras de radio. Hijo de un millonario, Hearst le rogó a su padre que le otorgase la dirección del San Francisco Examiner. El joven William había sido expulsado de la facultad de periodismo y poco tiempo después se haría dueño de varios medios a golpe de talonario. Durante esta etapa rivalizó con Joseph Pulitzer.
Su fórmula, idéntica a la de Pulitzer, consistía en emplear el sensacionalismo al extremo y en utilizar la información para premiar o castigar a los actores políticos o empresariales del país. Su ideología se pervirtió con el tiempo, pues donde comenzó siendo demócrata, terminó por simpatizar con el nazismo. Es conocido por su nefasto papel de desinformación durante la Guerra de Cuba.
Curiosidades:
- Su controvertida figura inspiraría la película “Ciudadano Kane”.
- Fue congresista por el Partido Demócrata durante dos legislaturas consecutivas: desde 1903 hasta 1907.
Guerra de Cuba:
La pérdida de Cuba y Filipinas en el año 1898 dejó en España una huella negativa. Tanto es así que dio lugar a una generación de escritores inconformistas y a que, aún a día de hoy sigamos usando la expresión: “Más se perdió en Cuba”, pues aunque hoy no nos lo planteemos en este sentido, en aquellos momentos perder todas las colonias significaba un fracaso muy grande para el país.
El poder de la prensa en el conflicto de Cuba, que enfrentó a la España Colonial contra un imperialista Estados Unidos que se quería hacer con el control de la isla, fue tan grande que hasta se podría decir que fue el mezquino uso del periodismo de William Hearst y uno de sus medios, el Journal, los que provocaron que este conflicto fuese secundado y aceptado por la mayor parte de la sociedad norteamericana.
Entrevistas figuras políticas influyentes partidarias de la intervención, reportajes con visiones parciales sobre el gobierno de Madrid y falsas acusaciones como las que vinculaban a España con el hundimiento del Maine. El cóctel desinformativo perfecto para manipular a las masas y convencerlas de que comenzar una batalla era la mejor opción. Así sucedió 120 días después.
La que muchos titularon como “La guerra de Hearst” llevaría a cabo el traslado hacia La Habana de todo un equipo de cronistas, reporteros, artistas y fotógrafos del Journal. Al comienzo de la contienda, el propio director del Journal se enzarzó en acciones bélicas. Como ya hemos visto, el periodismo amarillista no solo es capaz de desplazarse hacia las noticias, sino que incluso puede llegar a provocarlas. Hearst representó esta esencia armado con un revólver y con sombrero de paja sobre su cabeza.