El 7 octubre de 2018 se efectuaron las elecciones generales en Brasil. El ultraderechista Jair Bolsonaro tomó la ventaja en la primera vuelta con un 46.66% de los votos, mientras que el izquierdista Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT) obtuvo el 28.46%.
Sin embargo la constitución de Brasil decreta que en los cargos ejecutivos los candidatos necesitan el 50% más uno de los votos para considerarse ganador de los comicios electorales, en el caso que ninguno obtenga la mayoría de votos estipulado, se tendría que realizar una segunda vuelta en la que se espera que haya un ganador. Es por lo antes mencionado que se llevará a cabo una nueva ronda electoral este 28 de octubre. Esta situación tiene en tensión a todo el país suramericano
La tensión aumenta cada día conforme se va conociendo en profundidad la trayectoria política y las particularidades de cada uno de los candidatos. El ultraderechista Jair Bolsonaro es un polémico personaje, defensor de la dictadura militar que oprimió Brasil entre 1964 y 1985, y por sus declaraciones machistas, racistas y homófobas, es por esto que países con gobiernos de índole socialista no confían en que sea un buen gobernante para este país.
Durante el periodo presidencial de Lula Da Silva las relaciones con países como Nicaragua, Venezuela y Rusia entre otros, se fortaleció debido a los ideales e intereses afines por establecer una política antineoliberal que beneficiara al pueblo. Debido al ejemplo político del expresidente, líder de la izquierda encarcelado por motivos políticos, la oligarquía tiene miedo de las alianzas alianzas que pueda establecer con países que se oponen a la visión del mundo de la administración de Donald Trump, por lo que lo mantienen en la cárcel con la esperanza de que Fernando Haddad y Manuela d’Avila no sean capaces de vencer electoralmente.
La contienda está reñida, el petista Fernando Haddad tiene el respaldo y la confianza del reconocido Luiz Inácio Lula da Silva, ya que le designó la tarea de correr en estas elecciones como candidato del PT, pues inicialmente se había pensado que el mismo Lula podía ser el candidato para estas elecciones, pero debido a su condición de preso político, no puede participar en los comicios. Haddad no aglutina la cantidad de seguidores que Lula, sin embargo tiene una trayectoria política comprobada, ya que fue el ministro de Educación de los últimos dos gobiernos del PT y alcalde de Sao Paulo.
Hasta el momento nada está dicho, Latinoamérica y el mundo tienen sus ojos puestos sobre estas elecciones, ya que Brasil es uno de los países geopolíticamente más importantes del continente americano. En el momento actual las empresas transnacionales brasileñas están conquistando y ganando nuevas cuotas de mercado, especialmente en el área de Latinoamérica, la cual es observada por Brasil como un área natural en la cual ejercer su liderazgo, es por esto que las elecciones del 2018 son de suma importancia.
Según las encuestas publicadas hasta este sábado, en caso de una segunda vuelta entre Bolsonaro y Haddad, ahora confirmada, ambos estarían empatados en torno a un 45% de los votos.