La suspensión del Supremo de la exhumación de Franco. ¿Error o estrategia?
El 24 de agosto de 2018, el ejecutivo de Pedro Sánchez aprueba el decreto ley para exhumar los restos del dictador Francisco Franco. Recibe el apoyo de casi toda la cámara.
El 15 de marzo de 2019 el gobierno fija como fecha de la exhumación el 10 de junio a las 10:00 horas, así como su traslado al cementerio el Pardo-Mingorrubio. Todo ello justo antes de las elecciones.
Sin duda Sánchez se apuntaba un tanto para con el electorado de “izquierda“. La Memoria Histórica por “bandera“, obviando las numerosas ocasiones en las que muchos ayuntamientos gobernados por PSOE han incumplido la Ley de Memoria Histórica.
A día 4 de junio de 2019 la sección cuarta de la sala del Tribunal Supremo, frena la exhumación de los restos del dictador.
“La sección cuarta de la Sala III del Tribunal Supremo ha decidido suspender cautelarmente la exhumación de los restos de Francisco Franco Bahamonte, que debería llevarse a cabo el 10 de junio a las 10:00 horas”.
La respuesta desde el ejecutivo de Moncloa no parece de mucha sorpresa.
“No es extraño que el Tribunal Supremo suspenda la ejecución de una decisión cuya legalidad tiene que revisar a instancia de parte”.
Es evidente que la Abogacía del Estado conocía esta posibilidad o ha cometido una torpeza.
¿Prometió algo el gobierno de Sánchez a sabiendas del resultado que se obtendría, como estrategia electoral? ¿El ejecutivo era consciente de lo que podría ocurrir sin la resolución definitiva del procedimiento contencioso-administrativo?
Cabe la posibilidad de nos encontremos o bien ante una estrategia política para captar el voto indeciso, o bien ante la incompetencia del ejecutivo de Pedro Sánchez que ha cometido con una chapuza legislativa.