Ecuador: las aeronaves del peculado
En un oficio dirigido a la Contraloría General del Estado, la asambleísta Lourdes Cuesta denuncia el uso arbitrario de dos aeronaves de la policía con fines personales por parte del flamante secretario anticorrupción, Iván Granda, y la todopoderosa ministra del interior María Paula Romo.
En su defensa, ambos argumentaron por redes sociales que las aeronaves se emplearon para trasladarse desde Quito hasta Salinas por la organización del encuentro entre su majestad Lenín Moreno y el opositor venezolano Juan Guaidó.
>>Lenín Moreno y Juan Guaidó no suscitan apoyo en su paseo por las calles de Ecuador<<
En estos días, en una entrevista con el pseudoperiodista Carlos Vera, en el programa Veraz de Canal 1, Iván Granda, aceptó sin un atisbo de vergüenza haber usado las aeronaves desde Salinas a Atacames para el feriado de carnaval (a Casa Grande, un club de lujo, por cierto).
El secretario al verse descubierto y no tener un argumento válido para salir airoso con la pregunta directa del entrevistador (“ya había acabado el acto oficial, ¿por qué diablos no alquilan una avioneta?”), recurre al pedestal moral, propio de los funcionarios del gobierno, para posicionarse como honestos y tildar como siempre de corrupto a Rafael Correa y sus seguidores.
Su primera justificación ─por supuesto salida de sus vísceras y de su exigua inteligencia─ a la pregunta fue: “porque no tenemos plata, nosotros no somos Correa”. Son tan brillantes que no se dan cuenta que al seguir empleando la muletilla moral (culpa de Correa) y echar lodo al expresidente, más apoyo tiene.
¡Qué va! Ellos no cambian y no cambiarán su modus vivendi. Tienen instalado en su cabeza que mientras más lo nombren, más lo destruyen. Todo el aparato estatal no puede gobernar sin el fantasma de Correa en su cotidianeidad.
Pero sigamos analizando, ¿y si no tenían plata, por qué no se regresaron a sus casas? El que no tiene plata no viaja, así de simple. ¿Cómo es que dos funcionarios públicos, con jerarquía de ministros, no tienen dinero para viajar por su propia cuenta a Esmeraldas, no obstante, se hospedan en un club de lujo?
¡Pobrecitos! No quieren acaso que hagamos una recolecta y les ayudemos de nuestro bolsillo. En realidad nos creen tontos cómo para creernos tamaña mentira y desfachatez.
Y por supuesto, no hace falta hacer ninguna recolecta porque el uso de bienes del Estado para sus vacaciones de feriado por parte de estos dos genios del gobierno, ha salido ya de nuestros bolsillos, y esto no se puede pasar por alto. ¡Esto es corrupción!
Sí, esa palabra que tanto ama el régimen de Moreno, que ha sido su piedra de toque para dizque sostener su gobierno, puesto que según ellos luchan contra la corrupción, pero que cuando se le descubren las basuras que hay detrás de la fachada anticorrupción y se la enrostran en su cara, buscan a toda costa callar a medios que no se venden como lo que ha pasado con nuestro diario El Estado.Net en estos días.
Lo que han cometido con el uso de bienes públicos se llama Peculado. Según el COIP, en el Artículo 278, dice: “las o los servidores públicos y las personas que actúen en virtud de una potestad estatal en alguna de las instituciones del Estado, determinadas en la Constitución de la República, en beneficio propio o de terceros; abusen, se apropien, distraigan o dispongan arbitrariamente de bienes muebles o inmuebles, dineros públicos o privados, efectos que los representen, piezas, títulos o documentos que estén en su poder en virtud o razón de su cargo, serán sancionados con pena privativa de libertad de diez a trece años”.
En la entrevista, luego de haberse equivocado diciendo que no alquilaron una avioneta porque no tenían plata, Granda intenta reponerse y dice que emplearon las aeronaves de la policía para ir hasta Esmeraldas por motivos estrictamente de Seguridad.
Ya que según ellos, son los superministros con “mayor riesgo de seguridad en este país”, y parte de su personal de seguridad se regresó el viernes puesto que el viaje a Esmeraldas estaba ya programado. Dijo también que solo los custodiaban tres elementos, y además de eso, que como la policía nacional no garantizaba su seguridad, ellos decidieron seguir ocupando las aeronaves.
¡Mejor ya no aclare que oscurece señor Granda! Si la policía nacional no puede garantizar su seguridad entonces su “amiguita“, la señora María Paula Romo, ministra del interior, está calentando el puesto.
Se habrá percatado usted que con esa declaración la dejó por los suelos, y que entonces, ella es la responsable política de que la inseguridad en este país se haya incrementado los últimos meses.
Creo que mis queridos ministros están muy sobrevalorados, y es que paradójicamente, el señor Granda, secretario anticorrupción, quien debería ser el garante de que no exista corrupción en ninguna esfera del gobierno, se aprovecha de su cuota de poder para solapar y usar los bienes públicos (las aeronaves policiales) para beneficio personal.
Lo mismo pasa con la dama de las componendas, María Paula Romo, ministra del interior, quien debería garantizar la seguridad de los ciudadanos, no puede ni siquiera certificar su propia seguridad por dedicarse a pactar con los demás partidos políticos para que conjuguen con el gobierno de Lenín Moreno.
Cabe recordar que María Paula Romo aprobó la destitución del general Enrique Espinosa de Los Monteros por el uso de carácter personal de un helicoptero de la policía, el mismo que sufrió un accidente en el parque bicentenario de Quito.
¡Claro! ella sí tiene todo el derecho de hacerlo, ella sí puede usar los bienes del Estado para uso personal, porque como se ha investido de un poder que nunca ha tenido y nunca más tendrá, y es casi casi la presidenta detrás del presidente, puede hacer lo que quiera. Esperemos que con la misma vara que mide, sea medida.
Ya salió un comunicado de la Policía Nacional con el fin de encubrir a la superministra. Además, ayer, en rueda de prensa, ante la insistencia de una periodista, Romo desmintió las aseveraciones de Granda. Entonces, ¿a quién le creemos?
¡Y no faltaba más! los acérrimos anticorreístas (periodistas incluidos) que en el gobierno de Rafael Correa denunciaban una y otra vez el uso de bienes públicos con otros fines, hoy defienden a Romo y Granda. ¡Tápense que se les nota el doble rasero!
Ambos, las eminencias del gobierno morenista, son la evidencia no solo de la doble moral con la que se maneja en general el régimen, sino de la ineptitud, la desvergüenza y el abuso de poder que caracteriza a los principales funcionarios de este gobierno.
Estaremos vigilantes a que tanto la Asamblea como la Contraloría y el nuevo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social hagan su trabajo, y lleven a juicio político a este par de funcionarios enajenados de poder. Ellos son una de las tantas expresiones de la podredumbre que tiene el gobierno de Lenín Moreno.