Unidas Podemos (UP), es consciente de que el PSOE de Pedro Sánchez busca la repetición electoral. No para conseguir diez escaños más y volver a la misma situación en la que están ahora, sino para terminar de hundir a la coalición de izquierdas volviendo a usar la estrategia que les llevó a hacerse con dos millones de votos de los de Pablo Iglesias: el miedo a la derecha como forma de volver a entrar en el campo progresista y como motor del voto útil.
Debido a ello, los progresistas han tratado con mesura la propuesta electoral que el PSOE intentó hacer pasar hace tres días como una oferta a UP, pese a que las medidas recogidas ya están aplicándose y fueron propuestas por la formación de izquierdas; y la “triple garantía” son mecanismos de probada ineficacia, ya que se pusieron en marcha tras la firma de los PGE 2.019 y no pudieron hacer cumplir los acuerdos alcanzados.
Sin embargo, los principales portavoces de Unidas Podemos, como Noelia Vera, expresaron que había aspectos positivos en el acuerdo, evitando unas críticas directas que hubieran hecho aparecer a UP como la fuerza que dificulta el acuerdo anhelado por la mayoría de la sociedad. Aún así también dijeron, con un lenguaje muy suave, que la nueva oferta del PSOE parecía un acto de precampaña electoral.
Hoy, antes de la reunión que ambas fuerzas mantienen, los dirigentes de Unidas Podemos han mantenido la misma estrategia que cobró trascendental importancia cuando Pablo Iglesias se apartó asumiendo el veto de Pedro Sánchez, haciéndolo en ese mismo momento inexplicable, ya que el presidente en funciones aseveró que si el líder de Podemos se apartaba, habría gobierno de coalición en pocos días, algo que no sucedió.
Para mantener que UP no es la fuerza responsable de una posible repetición electoral, varios de sus principales líderes como Yolanda Díaz y Enrique Santiago, han expresado que acuden a la reunión sin líneas rojas; no a defender los intereses de su organización, si no los del conjunto del pueblo, usando en sus declaraciones un estilo conciliador que señala que no debe haber vencedores ni humillados, dejando claro que UP no compite, sino que coopera.
El acierto de esta estrategia tiene dos posibles escenarios, un acuerdo de coalición con el PSOE o la recuperación electoral en unas hipotéticas elecciones generales en noviembre.