Orlando Romero Harrington, analista político de elestado.net, ha sido entrevistado por TeleSur para dar su punto de vista sobre la última iniciativa legal de la Junta de Andalucía, controlada por el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), los cuales está apoyados por el partido ultraliberal VOX.
Sobre esa nueva ley, considera Orlando Romero, que “es evidente la intención del gobierno andaluz de orientar la educación hacia el sector privado, lo que ellos llaman escuelas concertadas que aquí en latinoamérica se conocen como escuelas privadas.
Sería curioso para alguien que viva en Latinoamérica enterarse de que existen fuertes restricciones para que los alumnos que se gradúan, y después van a hacer bachillerato, deban estudiar en escuelas que asigna el Estado en base a su municipalidad, en base a su geoterritorialidad.
Es decir, si usted se gradúa en una zona de su ciudad, debe estudiar en escuelas de esa zona. Aquí en Latinoamérica no se estila mucho eso, aquí te gradúas y puedes continuar en cualquier liceo de la ciudad, allá no. Y uno se pregunta, bueno, ¿qué podría haber de malo en que yo decidiera dónde va a estudiar mi hijo, que calidad y qué tipo de educación va a recibir?“.
Profundizando en la cuestión, el politólogo observa que hay una intención con esta ley de beneficiar a las concertadas, “precisamente esta diferenciación que tiene Andalucía, se hace difícil que un liceo público compita con una escuela concertada puesto que estas reciben ingresos y reciben financiamiento privado, en base a una transacción económica con las personas que ingresan a sus hijos allí”.
Probablemente ese sea el mayor temor que existe dentro de las filas de los maestros y de los sindicatos a partir de la implementación de esta ley, ven en ella una ley liberal, que inserta el capitalismo mucho más de lo que ya estaba, y ponen en duda la efectividad de la misma en tanto que perjudica a las escuelas públicas, porque le permite a las escuelas concertadas que cualquier niño pueda inscribirse en ellas, viva lejos o cerca.
Con esto, las instituciones académicas concertadas, que casi siempre tienen carácter religioso, ven cómo existe una manifiesta intención de la Iglesia Católica de manejar, de distribuir al alumnado en sus escuelas, y a su vez las concertadas recibirían muchos más alumnos, y por lo tanto más ingresos económicos con lo que se ejecutaría un monopolio educativo en el territorio“.