La pandemia del coronavirus se extiende por todo el mundo, y todos los países se organizan para combatirla. Bueno todos los países no. Ecuador es un caso que preocupa enormemente a nivel internacional.
La ausencia total de gestión por parte del gobierno de Lenín Moreno está llevando a la muerte de miles de personas, sobre todo en Guayaquil.
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Guayaquil está formando parte de todos los noticieros de prensa de los países europeos y latinoamericanos, debido a su alta tasa de mortalidad, a la incapacidad de gestionar los cadáveres que permanecen hacinados durante días en los propios domicilios, y en las calles.
Son pruebas evidentes de la incapacidad del gobierno de Moreno de gestionar esta crisis. Consta a este redactor que se ha ofrecido ayuda material al gobierno de Moreno, y este ha negado su recepción alegando que lo que necesitan es dinero.
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Cualquier país del mundo en estas condiciones aceptaría cualquier tipo de ayuda. El toque de queda está siendo respetado por la ciudadanía, pero se necesita comer todos los días, y el Gobierno no está atendiendo esas urgencias.
Por eso me pregunto qué es lo que interesa, ¿el toque de queda? ¿O tocar lo que queda? ¿Cómo es posible que se hayan pagado bonos hace 10 días por valor de 320 millones de dólares cuando no se puede cubrir las necesidades del pueblo?
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El gobierno de Moreno está falseando todos los datos catastróficos de la pandemia, igual que hace con la desinstitucionalización que ha provocado, así pues cuando varios países alarmados por la situación de ese pueblo hermano ofrecen su ayuda, el gobierno de Moreno da una imagen de minimizar lo que verdaderamente está sucediendo.
Por otra parte resulta increíble que este martes día 7 se haya convocado audiencia en la corte para comunicar la sentencia sobre el llamado Caso Sobornos.
El toque de queda paraliza todas las causas que no sean delitos de sangre, medidas urgentes y acciones irreparables, ¿cómo arriesgan la vida de jueces, abogados y funcionarios de esta manera?
Está claro que el objetivo es invalidar a Correa y a Jorge Glas de la vida politica para que no participen en la futura contienda electoral. ¿Eso es urgente? Está claro que para algunos sí. Pero ni los cadáveres ni la verdad se pueden esconder por siempre.
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